Editorial

En general, Mauricio tiene una buena trayectoria en términos de desarrollo. Cuenta con uno de los índices de desarrollo humano más altos en África. Economistas tales como Joseph Stiglitz lo han citado como modelo para países desarrollados y en vías de desarrollo.

Población abandonada

Sin embargo, hay una población apartada del ritmo de desarrollo en Mauricio. Durante veinte años, ATD Cuarto Mundo ha estado presente en la isla y ha trabajado junto con familias que viven en situación de pobreza extrema y exclusión social. Sus experiencias muestran cómo los problemas relacionados con la educación y la vivienda marcan las vidas de las personas que viven en la pobreza , así como los problemas que pueden ser causados por los Objetivos de Desarrollo del Milenio, demasiado centrados en objetivos de índole estadístico.

La educación es el único foco de los ODM 2, afirmando que los países deben «asegurar que, para el 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria«. Desafortunadamente, este objetivo no toma en consideración la calidad de la educación que reciben los niños. Mauricio tiene una tasa de asistencia a la escuela primaria muy elevada, pero la tasa de fracaso de aquellos que hacen el examen ”Certificación de la Educación Primaria”, crucial para continuar una educación secundaria no profesional, es de un 30%. La tasa de fracaso es mayor en las familias pobres, lo que limita las oportunidades de sus hijos. Las familias también explican que algunas escuelas no están adaptadas a sus necesidades (por ejemplo, se les pide a los padres comprar material escolar que no pueden permitirse, y los niños son discriminados a causa su origen). Los objetivos globales para el desarrollo que no toman en consideración las experiencias de los más desamparados no pueden esperar solucionar problemas como éste, que no reflejan una falta de voluntad, sino de comprensión entre legisladores y educadores.

Número de habitantes de favelas considerablemente subestimado

El objetivo 7 de los ODM es «haber mejorado considerablemente, para el año 2020, la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de favelas.” El impacto global del objetivo es debatible: cuando se concibió en el año 2000, el número de personas a nivel mundial habitantes de barrios marginales fue considerablemente subestimado. Hasta el año 2010 no se rectificó y fue entonces cuando se dedujo que en 2000 vivían 760 millones de personas en favelas(véase página 63 del informe ODM 2010). Tampoco se examinan las motivaciones que empujan a las personas a desplazarse del campo a barrios marginales. Mauricio realiza un esfuerzo muy importante en realojar a las personas a «aldeas modelo». Desafortunadamente, la falta de participación de las personas que viven en pobreza en la toma de decisiones y en la implementación de los pasos significa quealgunos proyectos están mal adaptados a las necesidades de la población, están situados demasiado lejos de sus trabajos, transporte público o escuelas. De nuevo, mejorar la situación no es solamente una cuestión de voluntad, sino de aprovechar la experiencia de las comunidades marginadas.

Incluir a las personas pobres

El caso de Mauricio muestra que para que la agenda del desarrollo post-2015 pueda abordar los temas de vivienda y educación, debe alejarse de un enfoque estadístico limitado. Pero más aún, para poder ver resultados efectivos, debe incluir a aquellos que viven la pobreza extrema de forma cotidiana en la concepción e implementación de todos los futuros objetivos.