Victoria compartida en la escuela de Mirantão
Geoffrey Renimel, miembro de la delegación nacional de ATD Cuarto Mundo en Francia, participó en noviembre de 2022 en un encuentro internacional en Brasil. En este artículo, Geoffrey relata la lucha de las familias del pueblo de Mirantão a favor de la educación.
Cuando llegas a la escuela de Mirantão en el estado de Minas Gerais en Brasil, una magnífica pintura que decora la puerta te da la bienvenida. En esta escuela todo respira creatividad, aprendizaje y juego. El entorno es idílico para las niñas y los niños de esta zona rural. Es difícil adivinar que unos años antes, lo que dominaba era el fatalismo del fracaso escolar.
Todo comenzó en 2012 cuando Mariana Guerra y Eduardo Simas, miembros de ATD Cuarto Mundo, se instalaron en el pueblo de Mirantão para vincularse y colaborar con familias muy pobres de la región.
Cuando Mariana llegó con su hijo el primer día de clases, una maestra le dijo: «Tu hijo será el único de todos los alumnos que irá a la universidad». Indignada, Mariana siente que hay que hacer todo lo posible por transformar este pesimismo.
No puede aceptar que esta escuela no ofrezca lo mejor para todas las niñas y niños de la comunidad.
Conflictos y falta de diálogo
Una reunión de inicio de curso, entre docentes, la secretaría de educación y padres y madres, pone en evidencia los numerosos conflictos que existen en torno a la escuela. Las madres y los padres se quejaron mucho de las maestras y del sistema educativo en general. Algunas personas del pueblo habían pasado por esta escuela y al terminar, no sabían leer.
- Una abuela comentó: “Yo no aprendí nada [en esta escuela] y mi nieto tampoco aprenderá nada. Yo era un estorbo y mi nieto también es un estorbo».
Ante la falta de diálogo y los desencuentros que existían, Mariana buscó crear puentes entre vecinos y vecinas del pueblo y el equipo docente para que “los saberes de vida puedan encontrarse con los saberes escolares”. Le preguntó a esta abuela qué sabía hacer. Ella respondió que era buena en jardinería. Juntas propusieron compartir este conocimiento con las alumnas y los alumnos creando un jardín en la escuela. La propuesta funcionó muy bien, a tal punto que las maestras le pidieron que viniera todas las semanas. También cambió la actitud del nieto, que se sentía muy orgulloso. Esta experiencia allanó el camino para que otras personas del pueblo vinieran a compartir sus conocimientos, como la música y el ajedrez.
Aprender y enseñar de manera diferente
Todos estos vínculos han permitido reflexiones sobre la educación y las pedagogías alternativas. Fue en esta época que Mariana conoció al pedagogo José Pacheco quien aboga por una pedagogía basada en la relación. Según él, hay que adaptarse al interés y curiosidad de cada niña, de cada niño. Organizaron una jornada de trabajo en la escuela de Mirantão con 150 profesionales de la región en torno a las ideas de José Pacheco. Durante este encuentro, las maestras y maestros destacaron lo sobrecargados que estaban por la burocracia.
- Este día fue una liberación para todas y todos. Vieron que se podía enseñar y aprender de otra manera.
En Mirantão, el equipo docente hizo cambios y organizaron una rueda de diálogo con padres y madres, favoreciendo toda una movilización comunitaria. Organizaron encuentros sobre educación, intervenciones en espacios del estado y formaciones a las maestras.
Un día, una madre del pueblo compartió que al año siguiente, su hija debía continuar la escuela en otro pueblo, en Visconde de Mauá ubicado en otro estado de Brasil, a una hora y media de camino. De hecho, la escuela de Mirantão solo acoge niñas y niños hasta los diez años. Para el período de enseñanza media, tienen que viajar lejos.
- Para algunos jóvenes, los largos desplazamientos y el desarraigo son fuente de sufrimiento y terminan provocando fracaso escolar, ya que no pueden seguir estudiando.
Este problema que no respeta la propia Constitución nacional, lo compartían varias familias. Juntos se preguntaron si no sería posible prolongar la escuela de Mirantão hasta el final de la enseñanza media. A medida que exploraban la cuestión, verificaron que el pueblo cumplía todos los requisitos para que pudiera ser así . Las familias demostraron incluso que el costo de enviar a sus hijas e hijos a Visconde de Mauá era más alto para la comunidad que el de prolongar la escuela a Mirantão. Fue el comienzo de una lucha de seis años.
Las familias multiplicaron las reclamaciones y las reuniones con una administración a la que le costaba tener realmente en cuenta su situación y comprometerse para hacerla evolucionar.
Como suele pasar en este tipo de problemas, son personas precisas las que hacen que las cosas avancen realmente. En el caso de la escuela de Mirantão, se trató de Lúcio Benfica, ex docente y actual Secretario de Educación de la región.
- Una vez que comprendió la lucha de estas familias, se comprometió decididamente en el pulso que se estableció con la administración para obtener una decisión favorable de su parte.
El 7 de noviembre pasado, Lúcio anunció finalmente a las familias y al equipo docente que la escuela de Mirantão podría recibir niñas y niños hasta el final de la enseñanza media a partir del inicio del año escolar en febrero de 2023. Esta buena noticia tranquilizó a las familias e incluso abrió perspectivas de desarrollo para el pueblo, ya que dentro de un año podrá albergar la escuela secundaria e incluso la educación de adultos.
En Brasil, mientras la mayoría de las escuelas rurales cierran, obligando a los niños a viajar largas distancias para llegar a la escuela, la lucha de las familias de Mirantão muestra que esto no tiene por qué ser así y que repensar la educación puede hacerse en todas partes cuando se tiene la esperanza de una vida mejor para sus hijas e hijos.
El ejemplo de Mirantão es una poderosa fuente de inspiración para millones de familias en todo el mundo.