Una nueva Delegación General encabeza el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo
El 18 de octubre de 2021, un nuevo equipo de la Delegación General asumieron sus funciones. Bruno Dabout, Chantal Consolini-Thiébaud y Martin Kalisa asumirán la dirección de todo el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo.
Este equipo fue nombrado tras la realización del discernimiento, durante siete meses que reunió a 23 miembros del Movimiento ATD Cuarto Mundo de diferentes países para dialogar con todo el Movimiento, elegir al futuro equipo de la Delegación general y darle un mandato de cuatro años.
Bruno Dabout ha aceptado un segundo mandato en la Delegación General, asumiendo esta vez la responsabilidad de Delegado General; Chantal Consolini-Thiébaud y Martin Kalisa han sido nombrados Delegados Generales Adjuntos por la Asamblea General del Movimiento Internacional.
El equipo de la Delegación General dinamiza en el conjunto de ATD Cuarto Mundo una impulsión creadora y vela por que se brinde apoyo al compromiso de sus miembros. A la hora de desempeñar su misión tiene como preocupación principal poner en el centro de ATD Cuarto mundo a las personas más abandonadas, y que nuestro movimiento progrese en unidad.
El mandato de esta Delegación General apunta hacia tres orientaciones prioritarias para los próximos años:
- Unirse al impulso de los y las jóvenes ante las cuestiones que les motivan a avanzar, las injusticias que denuncian y la solidaridad que crean.
- Pensar y actuar con las personas más pobres, especialmente donde la crisis climática agrava la violencia de la pobreza.
- Fortalecer las capacidades de los miembros del Movimiento para comprometerse de manera sostenible.
Este mandato tiene lugar en un contexto mundial muy particular y se basa en los Compromisos Comunes 2019-2023 desarrollados por los miembros del Movimiento ATD Cuarto Mundo en 2018.
Perfil de los miembros del nuevo equipo de Delegación General
Bruno Dabout descubrió el Movimiento ATD Cuarto Mundo por medio de Tapori cuando era un estudiante en la escuela de comercio de Lille (Francia). “Todos amigos para aprender.” Se involucró en esta llamada a la acción de los niños lanzada por ATD Cuarto Mundo por el Año Internacional del Niño en 1979.
Apasionado por la educación y la economía, animado por el deseo de transformar la sociedad con los más pobres, se incorporó al Voluntariado internacional de ATD Cuarto Mundo en 1983. Con su mujer Pascale y sus dos hijos, hoy adultos, han vivido aproximadamente la mitad de su vida de voluntarios en barrios desfavorecidos de la región de París, en Tailandia o en Estados Unidos y la otra mitad en lugares de acogida, de encuentro y de formación del Movimiento.
Bruno ha llevado a cabo acciones con niños, jóvenes, familias en situación de pobreza y también ha asumido responsabilidades en apoyo de las acciones; ha contribuido tanto a la construcción administrativa y económica de ATD Cuarto Mundo, su ética y su organización, como a la puesta en práctica de la evaluación y de trabajos en común entre los equipos ATD Cuarto Mundo en todo el mundo. Pensar y poner en práctica Compromisos Comunes del Movimiento para construir, a partir de los más pobres, un mundo justo y sostenible que no deje a nadie de lado.
Bruno se incorporó al equipo de la Delegación general en 2017 y ha aceptado ser Delegado General desde octubre de 2021.
Conmovida por las palabras pronunciadas por Joseph Wresinki en Trocadéro en 1987: “Y vosotros, jóvenes, que estáis ansiosos de justicia, que estáis ansiosos de verdad, ¿qué vais a hacer en vuestras escuelas, en vuestras universidades, en vuestros centros juveniles?”, Chantal Consolini-Thiébaud se compromete como aliada durante 10 años en Besançon donde estudia geología. Debido a la intensidad de los encuentros y a la profundidad de la formación propuesta por las personas aliadas y voluntarias se incorpora al Voluntariado internacional en 1995 y allí descubre el alcance internacional del movimiento.
En Marsella y Lille (Francia), se compromete con familias, con colaboradores asociativos y de la administración, tratando de que los más pobres sean parte integrante de la construcción de proyectos de barrio en los que no se deje a nadie de lado. En Tapori internacional (cuya sede se encontraba en aquel tiempo en Suiza), descubre a niños y niñas tan involucrados que no esperan a los adultos para crear amistad allí donde la paz parece imposible. Durante seis años anima la Universidad Popular Cuarto Mundo en la región de París. Al mismo tiempo, participando en la investigación internacional sobre las dimensiones ocultas de la pobreza, experimenta con militantes Cuarto Mundo el desafío que supone investigar conjuntamente, en condiciones de igualdad, con personas universitarias y profesionales.
Se incorporó a la Delegación Regional para Europa en enero de 2020. Es consciente de hasta qué punto los miembros del movimiento de toda Europa desean encontrarse, conocerse, para fortalecerse unos a otros en sus luchas.
Nacida en un pequeño pueblo del este de Francia, no muy lejos de Suiza donde también tiene parte de sus raíces, su niñez se construyó en la inter-dependencia y solidaridad de las comunidades rurales, y en una relación fuerte con la naturaleza.
Chantal está casada con Emmanuel, y tienen dos hijos, Célia (20 años) y Alban (19 años). Como ella dice: “Con su apoyo y el de mi familia, mi padre, mis hermanas y mi hermano, me pongo al servicio de este movimiento que es mi vida desde hace más de 35 años. Me uno a este nuevo equipo con una mezcla de entusiasmo y de temor. Trataré de estar a la altura de vuestra confianza y para eso os voy a necesitar”.
Martin Kalisa descubrió el Movimiento cuando buscaba documentación para una investigación académica sobre la inmigración en Bélgica. Muy pronto se convierte en aliado. El genocidio ruandés que acababa de vivir había sido una experiencia muy dolorosa que le había hecho comprender lo que quería decir la dignidad humana y lo que significaba estar privado de ella.
En 1999, decide incorporarse al Voluntariado internacional con su mujer Glycella, primero en Bélgica, donde su primera misión fue apoyar la Universidad popular francófona. En 2004, se van con sus dos hijos Omère e Yves (los dos adultos actualmente) a Gran Bretaña a Frimhurst Family House. Allí descubrió hasta qué punto se negaba a las familias más pobres el derecho a vivir en familia. Basándose en esta lucha hizo una tesis doctoral sobre la criminalización de la pobreza en Gran Bretaña. En 2008, se incorpora al equipo de coordinación del Movimiento de ese país.
En 2014, Martin se une al equipo de la Delegación regional para África. Primero en Senegal, luego en Kenia y en Ruanda. Después treinta años fuera de su continente natal, redescubre la dureza de la miseria y los esfuerzos de las familias más pobres por lograr un futuro mejor para sus hijos. Se convierte en testigo del hecho de que el sufrimiento de la miseria es semejante en todas partes más allá de las barreras lingüísticas, culturales y étnicas.
Acepta integrarse en el equipo de la Delegación general a pesar de todos los desafíos a los que se enfrenta su continente, porque cree en este Movimiento, una familia más allá de las fronteras. Se siente pequeño para esta responsabilidad, pero confía en todos los miembros del Movimiento y sabe que puede contar con el apoyo de todos.