Transmitir un ideal
Dibujo: 2016, RDCongo, LAM n°85, «La promesa de un futuro mejor» – AR0208001031 © Hélène Perdereau
- «Y ahora, nosotros, ciudadanas y ciudadanos, ¿qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a hacer nosotras, las familias del Cuarto Mundo para que juntos, nuestros barrios, nuestra vida diaria sea al fin digna de la humanidad que habita en nosotros, la humanidad que portamos dentro? Y vosotros, jóvenes, impacientes de justicia, impacientes de verdad, ¿qué vais a hacer en vuestras escuelas, en vuestras universidades, en vuestros Centros Juveniles? ¿Seréis vosotros iniciadores de esta nueva vía donde la justicia prevalecerá sobre la ganancia, sobre la explotación, la paz sobre la guerra, donde la justicia y el amor serán reconciliados? Debemos vivir en clave de futuro. El futuro está en vuestras manos. El mundo futuro será vuestro»1.
Artículo escrito por Daniel Fayard, voluntario permanente del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo en el Centro Internacional Joseph Wresinski
En medio de este periodo de confinamiento que vivimos siento la necesidad y el deseo de no dispersar mucho mi pensamiento y reflexiones, bien al contrario, intento buscar y encontrar algo que pudiera dar sentido, una especie de directriz que fuera portadora de un posible mensaje de futuro. Actualmente soy sensible al hecho de que, ante la profundidad de esta crisis mundial y la impotencia que muchos sienten a corto plazo debido a su inmovilidad forzada, está surgiendo una especie de reacción en sus conciencias que está afectando a la conducta de la vida personal, pero también un desafío de futuro, que puede expresarse en forma de oración o predicción, de naturaleza sociopolítica y/o sociorreligiosa: ¡el mañana ya no será como antes! Encontramos esta expresión en los medios de comunicación. Asimismo esta afirmación se arraiga más secretamente en el corazón de muchas personas que cultivan en su fuero interno el sueño, la utopía o la aspiración a crear una sociedad más justa, o más aún, una humanidad reconciliada.
¡Suficiente para despertar nuestro ADN! El Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo es profundamente portador de un proyecto de civilización, de una transformación radical de la sociedad, como Joseph Wresinski recordaba con frecuencia, él que reunió todos sus mensajes bajo la denominación «Palabras para mañana» y que eligió «Justicia en el corazón» como estandarte de nuestro rechazo a la miseria ¿No es esto lo que tendría que orientar nuestros debate y diálogo estos días de desesperación? ¿No se trata pues de una invitación a redescubrir en «La travesía de la noche» el «Secreto de nuestra esperanza»; retomando las palabras que le gustaban a Geneviève de Gaulle? Alimentar la esperanza de un futuro significativo y realmente nuevo para todas las personas, con mayor justicia, con una verdadera solidaridad, con un avance fraternal, ¿no tendríamos nosotros que sumarnos a este sobresalto de conciencia, aprovechar esta oportunidad coyuntural y lograr que se escuchen todas las ambiciones de las personas más pobres, más aún, pedirles que se expresen de nuevo en este contexto actual (y no solamente ellos, sino también aliados y voluntariado permanente de ATD Cuarto Mundo)?
En 1968, se recogieron las voces de la población de los asentamientos informales y se presentaron en un pequeño boletín «Un pueblo habla» donde hablaban sobre todo de las necesidades vitales para toda una parte de la población. En 1977 de nuevo ATD Cuarto Mundo Francia contribuyó a la elaboración de Cuadernos de Solidaridad, donde se revelaban esta vez, no solo como portadores de necesidades vitales, sino la sed de vida y aspiraciones sobre el futuro de las personas en situación de exclusión. Después, se sentaron las bases de un debate público en el que el Cuarto Mundo se reafirmaba como principal socio. No es el momento únicamente para las quejas o la defensa de sus intereses o derechos propios. Claro que sigue siendo de actualidad, pero es el momento también de manifestarse como creadores de sociedad, como recordaba el llamamiento de Joseph Wresinski y como está recogido en nuestras Opciones de Base. La lucha del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo es esencialmente prospectiva. «Obligaremos a la sociedad a cambiar» afirmaba Joseph Wresinski en 1981 en la Universidad Popular (película «¡Que la injusticia acabe!»). En varias ocasiones declaró «Destruiremos la miseria, porque lo queremos». Para nosotros «El mañana no será como antes» si la ciudadanía mundial y los defensores de los Derechos Humanos retoman esta predicción de Joseph Wresinski, que también es la nuestra, que traduce las ambiciones de las personas en situación más grave de pobreza.
- (…) ¿Por qué es esencial transmitir un ideal no solamente a un pueblo, sino a toda una sociedad? … ¿Por qué sería necesario iniciar con toda la sociedad este proyecto de civilización?… El desarrollo conjunto, con todas las personas, de un proyecto de civilización es una necesidad vital. La recuperación de todos los miembros que la sociedad abandona es una cuestión existencial…
El proyecto consiste en convencerla de su olvido de una parte de sí misma y de la necesidad de una transformación profunda para volver a recibir a los miembros cuya pérdida forma una herida abierta en su cuerpo social…Por lo tanto no somos portadores de un ideal menor…Pero nuestro papel en estas sociedades no es en primer lugar cambiar las estructuras favorables a los más fuertes, sino cambiar la mirada de las personas más fuertes sobre las débiles…Asimismo, no estamos aquí para aliviar las heridas de la miseria, sino para contribuir a que la humanidad tenga la firme voluntad de destruirla».2