El 16 de junio en Países bajos, en el marco de la campaña internacional de movilización #Pobreza Nunca Más, el grupo local de ATD Cuarto Mundo en Amersfoort, presentó la obra de teatro ‘En toch doorgaan’ [Y esto continúa y continúa todavía].

¿Qué tenía de especial esta obra? Que implicó en esta aventura de creación teatral a personas que viven en situación de extrema pobreza, creando una obra con el fin de provocar la reacción del público. Los actores se apoyaron para ello en una historia real, que vivió una de las personas del grupo, para denunciar el circulo vicioso de la pobreza. Bajo la dirección Martin, formador con gran experiencia, y acompañados por Christina Béhain, voluntaria permanente de ATD Cuarto Mundo, interpretaron la obra de teatro bajo la forma de «teatro-fórum», una metodología de interpretación que permite al público intervenir para modificar el curso de la trama y participar ofreciendo distintas soluciones a los problemas planteados.

La obra narra la historia de Margaret, que sufre varias discriminaciones en el trabajo, con la llegada de una persona que ocupa su puesto como recepcionista. De este modo se ve relegada al archivo situado en el sótano de la empresa y cae enferma. Decide realizar una consulta con el médico especialista en Medicina del trabajo y su empleador, descontento, la despide. La internan en el hospital, su hijo queda al cuidado de una vecina, las facturas quedan sin pagar y termina perdiendo su empleo y más tarde se verá amenazada también de perder su vivienda. La obra muestra la relación entre los distintos derechos y la consecuencia que puede conllevar la violación de uno de ellos, que debilita todos los demás, conduciendo así a una situación de precariedad.

En la tradición clásica del teatro-fórum, las personas del público tenían que haber remplazado al personaje principal, pero aquí, el público intervino para remplazar a la trabajadora social, al vecino, etc.. Era necesario evitar la estigmatización de las personas en situación de pobreza a quienes a menudo se considera responsables de su propia situación. Al remplazar a los otros actores de la obra, se invitó al público a buscar soluciones para mostrar su apoyo a Margaret. La actriz principal, una mujer que ha sufrido la experiencia de la estigmatización en razón de pobreza, interpretó de manera admirable, desmintiendo así los prejuicios. ¡Un miembro del Consejo de Administración [de otra asociación] también subió a escena! Al interpretar el papel de trabajadora social, se vio obligada a experimentar la delicada frontera existente entre el deseo de apoyar a una persona en situación difícil y la tentación de dar consejos y anulando la responsabilidad de la persona.

Esta obra de teatro se presentó en el marco de la campaña internacional de movilización #Pobreza Nunca Más, que invita a firmar y difundir el Compromiso de Acción y la escritura de mensajes. Esta acción se suma así de una manera práctica a las 1001 Historias de resistencia de la campaña al crear una movilización en torno a una situación de injusticia.