Taller de narrativa personal en Manila

Allen Garciano, voluntaria permanente del equipo de ATD Cuarto Mundo de Manila, en Filipinas, cuenta en este artículo cómo vivió un taller de narrativa personal organizado junto a jóvenes del Movers Programme, en el que se favoreció el encuentro entre jóvenes que provenían de diferentes barrios de Manila.


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP) integra los Derechos Humanos y la igualdad de género en sus acciones con la idea de que todo el mundo pueda tener igual acceso al desarrollo. El Movers Programme (un programa que forma parte de Youth Co: Lab del UNDP) utiliza un enfoque de capacitación de capacitadores y trabaja con miembros de la comunidad para llegar a los grupos juveniles difíciles de alcanzar. El Movers Program sostiene la idea de no dejar nadie atrás.

«Cuenta tu propia historia»

ATD Cuarto Mundo Filipinas le propuso al Movers Program organizar un taller de narrativa personal. Fue ahí donde nació «Cuenta tu propia historia», un taller interactivo de dos horas sobre narrativa personal, autoconciencia y desarrollo de la confianza.

13 personas, que venían de Paco, un barrio de Manila, y del barrio de realojo de Balagtás, en la provincia de Bulacán, participaron en este taller que se desarrolló en las oficinas de ATD Cuarto Mundo de Manila.

El taller empezó de forma muy positiva. A las y los jóvenes que participaron les gustó mucho la manera como el Movers Program gestionó la hoja de asistencia. En ella se indicaban el nombre, el número de teléfono y el género. Sin embargo, en esta última categoría estaba la opción «prefiero no decirlo», lo que daba el espacio y la posibilidad de hacer de la manera que fuera más cómoda para cada persona.

«Me habrá gustado este encuentro si…»

Durante el taller, los participantes se pasaban una pelota y cada cuál decía su nombre y completaba la frase «Me habrá gustado este encuentro si…». Esta frase se completaba con otras como «Me habrá gustado… si todo el mundo puede participar», «… si todo el mundo disfruta de este encuentro», «… si todo el mundo se respeta», «… si puedo compartir lo vivido con otras personas de mi edad después».

Al comenzar así el taller, la gente pudo conocerse. Pasarse la pelota entre las personas participantes es un buen método para que quien la sostiene en ese momento pueda tomar el tiempo de hablar y que las otras personas presten atención a lo que dice.

Ganar confianza y participar

Christian, uno de los jóvenes, militante de la comunidad, tomaba frecuentemente la iniciativa. Los demás copiaban su ejemplo. Así, todo el mundo pudo participar en las actividades, ya que, gracias al ejemplo de Christian, las demás personas ganaron confianza y el programa fluyó muy fácilmente.

«Una de las cosas buenas de este encuentro es que me siento más abierto a escuchar las historias de las demás personas sin juzgarlas. También he aprendido la importancia de compartir las experiencias propias, ya que he podido compartir la mía con otras personas de mi edad y que estas se animen a compartir su propia historia». «Creo que lo que he hecho es dar un empujón a mis compañeras y compañeros. Siempre les animo, incluso a las personas más tímidas, diciéndoles que pueden hacerlo. También intento ir primero. Por ejemplo, empiezo hablando yo para que entren en confianza y cuenten lo que quieran compartir». -Christian

Compartiendo

A diferencia de otras organizaciones con las que ATD Cuarto Mundo Filipinas colabora, el Movers Program no daba la impresión de estar enseñando algo, sino compartiendo.

Jo, del programa, sentía que Rowie estaba reticente al principio del taller. Sin embargo, luego empezó a participar activamente durante las actividades. Además, prestaba mucha atención a lo que otras personas decían y les animaba a participar.

                                         

A todo el mundo pareció gustarle el encuentro. El ambiente era relajado y agradable y el programa de la actividad era claro. Esto permitió a las y los jóvenes planear por adelantado la siguiente actividad.

Favorecer la participación de todas las personas

  • Los líderes del Movers Program estaban muy atentos a los demás participantes, haciendo que todos se seintieran parte de las actividades y se concentraran en ellas.

En este taller, las y los jóvenes compartieron retazos de su pasado, de sus vidas y de sus objetivos para el futuro. Este les dio la oportunidad de intercambiar historias que no contarían en otro contexto. Por ejemplo, Olsen, después de ver cómo uno de sus compañeros se emocionaba hablando de sus dificultades durante la pandemia, compartió con los demás su tristeza de no haber podido decir adiós a familiares suyos que fallecieron durante el Covid. Durante la actividad se les preguntó a los participantes: «De aquí a diez años, si tus hijos o alguien te preguntase acerca de tus historias durante la pandemia, ¿qué les dirías?».

Allen, miembro del voluntariado permanente de ATD, se sintió afortunada de tomar parte en este taller. Pasó bastante tiempo con Lei, que se sentía algo inseguro y pasaba bastante tiempo con su teléfono móvil. Allen sintió que Lei no se sentía cómodo, pero, aun así, participó en las actividades y le gustó crear su línea del tiempo. Lei dijo que en el futuro intentará formar parte de la Asociación Filipina de Baloncesto. Este había sido el sueño no cumplido de su padre, así que Lei quería conseguirlo por él. También dijo que había sido nombrado jugador más importante en un partido durante un torneo en su distrito (Barangay como se conocen en Manila).

La línea del tiempo

La línea del tiempo es una actividad individual. En ella, se les pidió a las y los jóvenes que quisieran que presentasen una cronología de sus vidas. Allen compartió la suya para que otras personas pudiesen sentirse identificadas. También lo hizo para compartir la importancia de la educación y dejar claro que la juventud puede soñar.

A todos los participantes les gustó mucho el taller. Algunas personas se quedaron con el interés de seguir al Movers Program en redes y, quizás, colaborar en este programa algún día.

  • Hubo momentos muy emocionantes, pero las emociones de cada persona fueron muy bien recibidas y respetadas por los demás.

Era entusiasmante ver como las y los jóvenes de Paco y Balagtás se mezclaron, la sinceridad y la apertura de todos los participantes.