El Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo ha puesto en marcha un proceso de discernimiento para nombrar a los miembros de la próxima Delegación General.

En el marco de este trabajo, los miembros de ATD Cuarto Mundo pudieron reunirse en todos los lugares donde fue posible, con el fin de contribuir a establecer una especie de diagnóstico sobre el estado actual, en función de su arraigo y de su experiencia de compromiso.

Me gustaría compartir con ustedes algunas de las reflexiones que me han impresionado positivamente.

Algunas de las reflexiones giraban en torno al orgullo, lo que nos hace sentir orgullosos; y otras en torno a lo que nos da confianza o nos preocupa sobre el futuro. Varias personas dijeron que se sentían orgullosas porque veían que nuestra presencia y nuestras acciones daban fruto. Esta reflexión me pareció interesante, pero, ¿cuáles son los frutos identificados por unas y otras personas y que señalan la utilidad o la eficacia de ATD Cuarto Mundo?

En los ejemplos citados destaco la historia de una familia que rompe su aislamiento, la historia de una persona «muy destruida» que vuelve a descubrir el orgullo de sentirse capaz, o incluso de personas que se encontraban en situación de asistencia y que se convierten en militantes por los derechos de otras. Estas tres dimensiones aparecen un poco como una evaluación de la acción y sobresalen como algo que las personas identifican como motivo de orgullo, como los frutos de la acción de ATD Cuarto Mundo.

Encontramos el ámbito de la pertenencia, es decir, salir del aislamiento, encontrar lazos; otro ámbito se refiere al orgullo de sí mismo y a sentirse capaz, lo que yo entiendo como «ser capaz» es poder retomar el control sobre la propia vida. Por último, el tercer ámbito trata de pasar de una situación de dependencia donde lo que se espera es principalmente ayuda, a una situación de responsabilidad donde nos comprometemos con las demás personas. Al escuchar toda esta reflexión, pensaba en Bernadette Cornuau que siempre nos decía que teníamos que evaluar nuestra acción preguntándonos: ¿han ganado las familias en libertad, en responsabilidad?

Entonces pensaba; es eso, es ganar en libertad, es poder retomar el control sobre la propia vida. Ganar en responsabilidad significa poder ser militante para otras personas. En estas contribuciones aparece una noción más, poder aumentar los lazos, la pertenencia.
Lo que retengo también es que la utilidad o la eficacia de ATD Cuarto Mundo no se sitúa solamente en relación a nuestra presencia y nuestras acciones con las familias en situación de pobreza, sino también en que aliados y amigos sean capaces de comprometerse personalmente donde se encuentren presentes: en su trabajo, su barrio, el colegio de sus hijas o hijos, con el fin de intentar transformar la sociedad. No son solamente las personas en situación de pobreza, sino también las personas de otro medio social las que adquieren una mayor fuerza y capacidad. La eficacia de ATD Cuarto Mundo se fundamenta entonces en estas transformaciones en la capacidad y la actitud personal. Cada persona gana, quienquiera que sea, en libertad y en responsabilidad gracias a sus lazos con ATD Cuarto Mundo.

Respecto a lo que nos hace sentirnos orgullosos, encontramos los frutos de una acción, pero también elementos más colectivos como saber que hemos logrado aumentar la solidaridad en un grupo o en un lugar dado, saber que hemos enseñado a trabajar conjuntamente a personas que viven en situación de extrema pobreza y a otras procedentes de otros ámbitos sociales, o incluso observar que en nuestra labor de representación tratamos de dar directamente la palabra a las personas que viven en situación de pobreza y que somos capaces de contribuir al más alto nivel institucional.

Otra cosa que me llamó mucho la atención y que me tranquiliza respecto al trabajo de este grupo es que las personas, a lo largo de toda la historia del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, historia que han vivido y a la que han contribuido, dicen que de lo que más orgullosas están es de mantener el impulso de ir al encuentro de los que todavía faltan, de hacer de los más pobres una prioridad. No es fácil, pero es el mensaje del Padre Joseph Wresinski y este mensaje pervive. Hemos resistido la tentación de continuar con los que ya están aquí, con los que ya han recorrido con nosotros una parte del camino, hemos resistido la tentación de avanzar con los que tienen éxito, para permanecer enraizados en la fidelidad a los más pobres, en la búsqueda de los más pobres, y es de esto de lo que estamos orgullosos. Me impresionaron mucho estas contribuciones ya que, en el fondo, constituye lo esencial. Lo más importante no es seguir siempre creciendo o hacerse cada vez más fuerte, sino seguir siendo fiel a los más pobres y al llamamiento del Padre Joseph Wresinski y vernos obligados a ser creativos en razón de esta fidelidad. Esto me reconfortó mucho mi confianza en ATD Cuarto Mundo.

Una última cosa respecto al orgullo, se trata del orgullo de ser un movimiento donde intentamos conocernos, persona a persona. Algunos abordaron la cuestión de la perecuación salarial del voluntariado, pues la consideran una respuesta a la lucha incesante por el dinero que, a día de hoy, mina nuestra sociedad.

Confianza y preocupación por el futuro

Con respecto a lo que nos da confianza o nos preocupa, evidentemente, la evolución de las sociedades nos inquieta, con el aumento del individualismo, del «todopoderoso dinero», del racismo, del repliegue sobre sí mismo, pero al mismo tiempo, lo que da ánimos es constatar que cada vez más gente se suma a nuestro llamamiento en el 17 de octubre. Nunca somos lo bastante numerosos en el seno de ATD Cuarto Mundo para asumir todas las responsabilidades pero la dinámica del 17 de octubre continúa su progreso poco a poco.

En el seno de ATD Cuarto Mundo, lo que da confianza cuando pensamos en el futuro es la calidad, la riqueza humana de las personas que encontramos, la voluntad de resistir unidos, y también, para muchas personas, el carácter innovador del mensaje de nuestra asociación. Aunque esta iniciativa tenga ya 60 años, sigue sorprendiendo a quienes la descubren. Me parece interesante resaltar esto, porque está relacionado con las cosas de las que estamos orgullosos, pero es interesante situarlo en relación al futuro: somos un movimiento de personas y eso genera confianza en el futuro.

A la hora de reflexionar en una Campaña de movilización para 2017 con el fin de dar a conocer aún más ATD Cuarto Mundo y a Joseph Wresinski, todas estas reflexiones nos invitan a atrevernos a proponer el compromiso en todas sus formas, pero también a suscitar, en el seno de la sociedad, una toma de conciencia de que la lucha contra la miseria exige una profunda transformación personal y social y no solo una adaptación superficial.