«Sin la confianza necesaria, nunca hubiera abierto mi puerta»
Durante la Campaña Pobreza Nunca Más – Actuar Todos por la Dignidad, ATD Cuarto Mundo impulsó la escritura de historias de resistencia y cambio, de luchas colectivas que muestran que si las personas se unen pueden lograr que la miseria retroceda.
Historias de resistencia que ponen en evidencia que la miseria se puede evitar.
Por Gérard (Países Bajos).
He aprendido que no podemos permanecer solos. Si trabajamos conjuntamente, se produce una especie de reacción química por la que cada vez más personas se movilizan.
Hace once años, nuestra familia, con tres niños, se mudó de La Haya a Zoetermeer. Nuestro barrio tenía mala reputación y la policía intervenía para poner fin a peleas. En el barrio tenían envidia de nosotros porque habíamos logrado obtener una vivienda social por parte de la municipalidad y no así un miembro de una familia del vecindario.
- Desde que llegamos nos trataron de «familia asocial» y a nuestros hijos de «piojosos». Pero nuestra familia se mantuvo en silencio.
Mi vecina, Wilma, en un principio muy dura con nosotros, fue la primera en acercarse a nosotros. Ya no soportaba más que se maltratara de este modo a mi familia. Un día me preguntó si quería organizar una actividad para los niños con motivo de la fiesta de Halloween.
En principio lo rechacé debido a la mirada que tenían de nosotros en el barrio y a las disputas entre vecinos. Cuando insistió para que participara, finalmente acepté, sobre todo porque me había explicado que esperaba que esta actividad pudiera permitir mejorar las relaciones entre vecinos.
Fue un éxito. Tras esta fiesta, los vecinos del barrio decidieron crear un comité en el barrio llamado «los Ruifjes», como el nombre de la calle. El objetivo era establecer vínculos entre las personas y aprender a conocerse mejor. Enseguida me puse a disposición del grupo. Han pasado los años y actualmente organizamos también el día de los vecinos, talleres creativos cuando hace bueno y, en Navidad, elegimos un premio a los jardines mejor decorados.
La imagen negativa del barrio ha ido desapareciendo paulatinamente y nuestra familia cada vez tiene una mejor aceptación en el barrio.
- Por mi experiencia de exclusión, siempre he intentado atraer la atención de las personas cuya puerta permanece cerrada. Estoy atento a las personas que esconden su pobreza y de quienes se habla mal.
Además, soy miembro de ATD Cuarto Mundo. En las reuniones que se organizan en el Centro Nacional de ATD Cuarto Mundo en Países Bajos, en la granja de Zwervel en Wijhe, hablamos sobre la pobreza y la exclusión: una experiencia que también he podido aportar a nuestro comité. En el barrio, cada vez más, hemos salido al encuentro de personas a quienes no se escucha. Quería que la gente de mi calle conociera la granja de Wijhe y a los miembros de ATD Cuarto Mundo. Entonces, se celebraba allí una jornada familiar y pensé que sería una buena oportunidad para invitar a muchos de mis vecinos. A mi vecina, Wilma, inmediatamente le interesó la propuesta. Con su apoyo pudimos llevar a estas personas a la granja.
Para mí supuso un gran reto que mis vecinos vinieran a un lugar donde participan otras personas que viven en situación de pobreza. Tenía miedo que mi familia pudiera cargar con las consecuencias, ¡un miedo completamente infundado! Pude reforzar mi confianza. Empecé a hablar con organizaciones y con asociaciones de jóvenes que vinieron al centro nacional de ATD, con la televisión, con las autoridades locales.
Ahora el reto es lograr encontrar verdaderas soluciones a la pobreza en nuestra región. Debo continuar trabajando codo con codo con las personas y construir lazos de confianza. Porque si no se tiene confianza, como la confianza de mi vecina Wilma, nunca hubiera abierto la puerta de mi casa.
Mi historia muestra lo difícil que es alcanzar a las personas excluidas y de quienes se tiene una mala imagen, pero, también muestra que es posible. Mi familia ha necesitado mucho tiempo para llegar hasta donde se encuentra actualmente. Siempre queda la cuestión de cómo seguir avanzando. Realmente quiero que las cosas cambien.
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