Sencillamente el placer de cantar
Crónica del nacimiento de un coro en Isla de la Reunión
Desde hace algunos meses, algunas de las familias del barrio de Plateau-Cailloux (Îsla de la Reunión), mamás, papás y niños, quedan todos los miércoles por la tarde para cantar juntos. La casa del barrio retumba ese día de risas y cantos que reúnen a los participantes felices de dejar de lado durante algunas horas un cotidiano difícil y de desarrollarse a través del canto y del encuentro. Las canciones criollas del patrimonio reunionés, llenas de sabiduría con temas siempre actuales, son las favoritas del grupo.
El coro CANTARE Reunión no es un coro como uno encuentra todos los días. Desde el año pasado, es el lugar de encuentro entre personas que jamás habrían pensado poder cantar con otros y de coristas deseosos de abrirse a otras realidades de vida. El objetivo de esta asociación era la de hacer cantar a los niños de entre 8 y 16 años en la Jornada mundial de rechazo de la miseria así como en otras ocasiones. Unos niños del barrio de la Grande Ravine y de Chaloupe Saint Leu ( acompañados de sus padres ) fueron los primeros a participar de esta aventura. En la jornada familiar del 8 de mayo de 2014, el coro hizo una concierto que marcó a las familias. Es así que dicha aventura se reprodujo en otros barrios como Plateau-Cailloux, pero esta vez hubo padres que decidieron participar ya que no se querían perder esta oportunidad.
Nathalie Grondin, militante de ATD Cuarto Mundo, recuerda : « cuando me contaron que existía lel coro, dije que eso sería algo más para las familias. Este tiempo les permite vivir momentos fuera de las preocupaciones de la vida. Esta oportunidad de cantar en un coro no la tiene todo el mundo.» Es así como los ensayos que se llevaban a cabo al principio cada quince días, se volvieron semanales para garantizar la presentación del 28 de octubre (conmemoración de los 25 años de la Placa en honor de las víctimas de la miseria).
« Era muy emocionante oírlos cantar juntos. Muchas personas preguntaron quiénes eran este coro. Me acuerdo del orgullo de todos: ya fueran las mamás que tenían una primera oportunidad de cantar pero también las personas del coro, deseosas de compartir este momento para el 17 de octubre. Tiene gran calidad. Había una inmensa dicha en sus rostros, el placer de cantar, simplemente.» recuerda Nathalie Gendre, delegada para la región del Océano Índico. Esta aventura no habría sido posible sin el compromiso de M. Tavan, maestro de coro y director del coro quien defiende y sostiene este proyecto. A lo largo de los meses, se han creado vínculos entre las familias, M.Tavan et M.Houry, el guitarrista.
Marie-Bernadette, voluntaria permanente del Movimiento ATD Cuarto Mundo, se alegra de estos momentos festivos: « Una mamá nos compartía :» yo estaba con mis niños donde mi mamá y cuando llegamos, mi hija dijo a su abuela : ’abuela, aprendimos una canción en el coro, « Madina », ¿ tú la conoces?’ su abuela ya no se acordaba, cuando mi hija empezó a cantarla nos dimos cuenta de que la conocíamos y finalmente todos cantábamos, mi mamá con nostalgia y yo totalmente emocionada.» Y otra mamá dijo : «cuando voy al coro, mis preocupaciones me pesan y caundo regreso a mi casa después de haber cantado, me siento ligera y llena de ánimo. » Para Marie Bernadette la presencia de este coro en el barrio responde a la preocupación del Movimiento de mantener los compromisos de las personas que están en los barrios y que luchan todos los días no solamente par ellos sino también por los demás « ir en busca de los que todavía faltan ».
Sabrina da su testimonio:« estuve ausente en algunos ensayos antes del 28 de octubre e hice todo para meterme en el grupo… todo era emocionante para mí, tenía las lágrimas en los ojos. Después de eso, estaba contenta de regresar y es un placer para mí.» Françoise, una persona de las más implicadas dice: « todo está bien, encuentro gente que no conocía y M. Tavan et M. Houry nos han hecho sentir cómodos que a uno no le quedaba más que tener ganas de continuar »
La humildad y la apretura de M. Tavan y M. Houry han impresionado mucho a las familias. Ver a M. Houry tomar tiempo con un padre de familia a quien le gusta tocar guitarra para acompañarlo en un mejor uso del instrumento, forma parte de los momentos fuertes de esta aventura. Cada uno descubre que aprende de los otros, con las ganas de continuar viviendo encuentros parecidos centrados alrededor del canto y de la música.