Semana Internacional de los Archivos: recepción de las niñas y niños Tapori en las Naciones Unidas en Ginebra en 1999
El Centro de Memoria e Investigación Joseph Wresinski conserva archivos de la vida y resistencia de decenas de miles de familias en situación de extrema pobreza en el mundo, así como de quienes se comprometen junto a ellas. Los archivos de ATD Cuarto Mundo cuentan con testimonios verídicos de estas luchas contra el sufrimiento y la injusticia por quienes viven en situación de pobreza. Constituyen una memoria individual y colectiva de eventos que permiten a quienes viven en situación de extrema pobreza dar a conocer su situación a otros ciudadanos y a las instituciones de política mundial. Estos archivos prueban que este encuentro es posible, que el mundo puede dejarse interpelar por personas en situación de extrema pobreza y que la exclusión de las personas más desfavorecidas no es inevitable.
Con motivo de la Semana Internacional de los Archivos y el 30ª Aniversario de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, el Centro Joseph Wresinski permite volver sobre la experiencia del Foro Internacional de los Niños, en 1999 en Ginebra.
Décimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño
Los archivos del Foro Internacional de los Niños constituyen un testimonio que pone de manifiesto la implicación de las niñas y niños mediante la producción de mensajes y obras de arte. Lejos de situarse en el pasado nos permite conocer mejor sus ambiciones a la hora de preparar el futuro. La riqueza y variedad de los documentos conservados en el Centro cuestionan tanto a las personas adultas como a los menores en el centro de esta acción, sus protagonistas. Estos archivos permiten restituir los eventos de manera genuina y es una oportunidad de revivir esta experiencia común desde diferentes puntos de vista. Gracias a las actuales tecnologías de digitalización es posible poner a disposición del público en una misma página documentos conservados en gran variedad de soportes (papel, digital, audiovisual, fotografías).
El 20 de noviembre de 1999, 86 niñas y niños en delegaciones de 24 países se reunieron con las instituciones internacionales responsables de la aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño firmada diez años antes. La Sra. Mary Robinson, Alta Comisionada para los Derechos Humanos, les recibió en el Palacio de los Derechos Humanos en Ginebra: fue la oportunidad para niñas y niños de todo el mundo de poder intervenir y dar testimonio. Después de tres horas de trabajo en la que recibió la contribución de las niñas y niños en la Gran Sala de Deliberaciones, la Sra. Robinson declaró:
«He vivido muchas reuniones de negociación en este lugar y es la reunión más importante de toda mi carrera, pues nosotros, expertos de las Naciones Unidas, nunca hemos tenido la suerte de entender de este modo la importancia vital y concreta de los derechos humanos».
Entonces, las niñas y niños entregaron a la Sra Robinson el Llamamiento de los niños, un texto fruto de una intensa semana de encuentros y reflexiones en los que cada persona pudo expresarse y compartir sus experiencias y esperanzas.
Asimismo, los niños transmitieron el mensaje de sus madres y padres así como las propuestas políticas de ATD Cuarto Mundo inspiradas por estos textos y sus preocupaciones sobre la familia, la educación, la cultura y las condiciones de vida. Estas propuestas se hacen eco de los mensajes y objetos creados por los miembros de las delegaciones en el Foro de los niños: una escuela, una cama, una Biblioteca de Calle se instalan en el Pueblo Tapori, la representación de un lugar donde niñas y niños podrían convivir.
La celebración de un momento de festejo permitió a las niñas y niños desplegar una banderola confeccionada a partir de banderolas Tapori con retratos de miles de niñas y niños que participaron en la campaña de preparación de este encuentro. Estas banderolas, que actualmente se conservan en el Centro de Memoria e Investigación Joseph Wresinski, contienen el mensaje de paz de las niñas y niños y se presentan regularmente a los menores de visitas escolares.
Después los participantes entregaron a la Sra. Robinson una obra que aún continúa expuesta en la entrada del Palacio de los Derechos Humanos en Ginebra. Este regalo representa uno de los mensajes más importantes: cada niña y cada niño quieren ayudar, quieren contribuir a hacer del mundo un lugar más justo y bello, quieren aportar su grano de arena, su piedra. De este modo, miles de niñas y niños de todo el mundo donaron una piedra, preciosa a sus ojos, así como el mensaje que querían transmitir. La primera piedra la enviaron niños que dormían en la calle. «Cada noche me duermo en la calle y no tengo más almohada que algunas piedras. Os la doy. En esta piedra está mi corazón».
Miles de piedras pequeñas se ensamblaron para formar un móvil enorme que muestra todo el arte que los seres humanos tienen todavía que desarrollar para que cada persona pueda aportar su grano de arena, su piedra, a la humanidad.
El libro de Noldi Christen En esa piedra está mi corazón reúne las historias de estas piedras.
Asimismo compartieron una canción para alentarse mutuamente y cuya letra expresa la idea de que «toda niña y todo niño pueden llegar a ser todo lo que pueden llegar a ser».
Tanto los altos funcionarios, niñas, niños y familias, todavía recuerdan ese momento como un impulso de coraje para seguir la lucha por los derechos indispensables para la plena realización de todas las niñas, de todos los niños.