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Détail de « Ces vies que je ne tairai plus », 2019, Créteil(France) – ATD Quart Monde © Guendouz Bensidoum
Extracto del diario de Bruno Tardieu, voluntario permanente del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo
«¿Qué tal?» Guy me escribe todos los días por las redes sociales. Bien, estoy bien. Rezará por nosotros. Y también Gilles, Lillian, Dominique: «¿Qué tal?» En una reunión Skype con el equipo de Treyvaux1, otro voluntario permanente me dice que varias personas militantes Cuarto Mundo llaman todos los días para saber si están bien, si el equipo aguanta. «Os necesitamos».
Sí, eso es, hay que preguntar a las personas cómo están. Con mi mujer Geneviève, llamamos. Todas las personas están contentas de recibir una llamada, de contar. ¿Cuánto tiempo todavía les durará el saldo del teléfono? Difundo en las redes la campaña de ATD Cuarto Mundo Francia para que todos los operadores de telefonía amplíen sus ofertas (con tarjetas prepago y abonos ilimitados). Hablo con un amigo que trabaja en una de ellas, Orange, lo difunde.
Paulette se alegra de hablar, son muchas personas en el apartamento pero está bien. No quiere abrir la ventana, no la convencen. Nadine tampoco y desde entonces me llama. Tendría que trabajar en su EHPAD 2, pero su estado de salud no es bueno, está de baja. Me pregunta si mi hijo ya está bien —sí— y también llama para contarme. Su madre3 está bien. Kamel, su hijo, de 21 años, no escucha. Sale y vuelve con dos, tres o cuatro amigos y amigas. «Después, limpio todo, desinfecto todo con lejía. Y le grito, pero no escucha». También en el barrio de al lado los jóvenes se quedan fuera y siguen sobreviviendo como antes. La compañera voluntaria permanente que vive en una de las torres dice que le resulta difícil seguir el ritmo de la escuela en casa con sus niñas, sobre todo para sus vecinas que no tienen ordenador. Al principio todas iban al Supermercado Bamako, al pie de las torres, para que les imprimieran sus deberes, pero ahora la policía ya no quiere. Las madres se desaniman. Crean un grupo de teléfono para no rendirse.
Nadine también me envía mensajes por las redes sociales y comparte muchas cosas: velas, oraciones, o comentarios graciosos del estilo «¿Cuanto tiempo estuvieron encerrados en el programa de Secret Story? Cuando salgamos, ¿seremos igual de idiotas que ellos?» Escribe felicitando a su hermana que sigue trabajando como cajera y sigue exponiéndose.
Presto más atención a lo que amigos y militantes Cuarto Mundo escriben en las redes sociales. Muy bonitas imágenes, canciones, preciosas, sobre el coraje, sobre el miedo (Johny Hallyday), Serre les points et bats toi (Aprieta los puños y lucha) de Mike Brant, y otras que muchas veces no conozco, y también el Canto de partisanos.
Muchos mensajes para agradecer a las cajeras, a los agentes de seguridad. En cuanto a Frank, difunde al máximo una campaña: «El cierre de los establecimientos el domingo, para que el personal de caja pueda descansar, ¿quién lo apoya?». Lo difundo. También difunde mucho un vídeo para que las personas no crean que este virus lo ha creado el Gobierno. «Este tipo de mentiras lo que hace es provocar miedo y odio».
Thierry se mantiene muy activo, especialmente para reírse, lo que está muy bien. Pero también publica un extraordinario vídeo burlándose de nuestro momento histórico en el que creemos tener todo bajo control pero que no controlamos absolutamente nada.
Lili publica mucha información sobre el barrio, pero salvo algunas palabras en inglés no entiendo tagalo, uno de los idiomas de Filipinas4, voy a preguntar a una compañera.
Mathilde también está muy activa en las redes: animando, con oraciones, críticas de esta sociedad que antepone el dinero a la salud. Difunde también el testimonio de personal sanitario, agradecimientos a los bomberos, repartidores, etc… También difunde información sobre la situación de los menores en los campamentos de migrantes. Difunde la campaña pidiendo la requisición de viviendas de Airbnb para las personas sin hogar. Yo también lo había firmado. Difunde una campaña que no había visto: «Si necesita ayuda cuelgue una tela roja a su ventana, de este modo en el vecindario vendrán a llamar a su puerta». Muy buena idea, lo difundo a Marie Aleth Grard, miembro de ATD Cuarto Mundo Francia y a quien Gérard Larcher, presidente del Senado, acaba de nombrar como miembro del consejo de la pandemia para que el país no olvide a nadie en su movilización.