Reunión de grupos Tapori en Kigali
Este tipo de encuentros, como el realizado en Kigali, constituyen una oportunidad para los animadores y animadoras y los grupos infantiles Tapori para expresar en profundidad su compromiso. Pueden hablar de los momentos de impotencia frente a la dureza de la extrema pobreza que viven los niños y niñas y familias cercanas, del desaliento que en ocasiones gana terreno, pero también de todo lo que ayuda a permanecer en pie, de la esperanza tenaz de los niños y niñas que motiva a continuar. Lo que en realidad es importante es no permanecer solo, establecer redes con otras personas, formarse y poner de manifiesto todos estos actos de solidaridad que realizan.
Son cerca de cuarenta animadores y animadoras Tapori que llevan en sus corazones a sus respectivas comunidades y a cientos de niñas y niños, son cultivadores de esperanza y paz.
Vienen de Burkina Faso, Burundi, Camerún, Guatemala, Guadalupe, Kenya, Madagascar, Reino Unido, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Rwanda, Senegal, Tanzania y Togo, Reino Unido.
Les une el mismo ideal, el ideal de Tapori, la red mundial de niñas y niños «amigos de quienes no tienen amigos».
- «Lo peor, cuando eres pobre, es estar completamente solo, sin amigos, que te rechacen y te menosprecien.
Terminas por pensar que no eres un niño como los demás… La amistad es lo más importante que podemos ofrecer».
Participan en ATD Cuarto Mundo en diferentes países de África, miembros de la asociación Ekabana en República Democrática del Congo o del Karibu Group en Kenya, intercambian sobre las diferentes experiencias de compromiso que viven a diario con los niños y niñas. Han venido para reforzar sus capacidades tanto individuales como colectivas a la hora de acompañar a estos niños y niñas: impulsores de cambio en su propio medio y más allá.
A través de su propia experiencia cada participante presenta a niños y niñas cuya valentía y confianza sirven de fuente de inspiración para todas las personas. Estas historias de vida que se comparten sirven de base para la creación de herramientas de acción como los Minilibros Tapori que contribuyen a que los niños y niñas comprendan mejor la realidad de otros tanto de sus propias comunidades como de otras partes del mundo. De este modo les resulta más fácil pensar juntos sobre la mejor forma de expresar su solidaridad: mediante mensajes, gestos que mejoran la vida en su entorno, posicionándose para que no se excluya a nadie… Por ejemplo, estudiantes de República Democrática del Congo se movilizaron para que no se impidiera a nadie realizar los exámenes, aunque no hubiera pagado la inscripción para hacerlos. O estos niños y niñas de República Centroafricana que actúan en favor de la reconciliación de comunidades musulmanas y cristianas separadas tras un periodo de dolorosos conflictos.
Joseph Wresinski, fundador del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, cuenta cómo, siendo niño, él mismo se vio inmerso en el ciclo infernal de violencias en razón de la extrema pobreza. Y se cuestiona sobre lo que hizo posible que creciera sin que se le agriara el corazón. Es en esta experiencia de lucha por sobrevivir donde hunde las raíces su propio compromiso y constituye la base de esta aventura colectiva que es el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo. De esta misma experiencia se nutre su confianza inquebrantable en la infancia:
- «Solo la infancia es capaz de captar lo esencial y maravillarse por cosas que las personas adultas encuentran feas, pues solamente la infancia construye con su mirada la belleza. Nosotros, los mayores, soñamos lo bello. Ellos lo crean mientras lo van mirando».
Preocupado por que no se dejara a atrás a nadie, crea en 1967 Tapori, un movimiento de amistad y lucha contra la pobreza que, muy pronto, se adquiere rápidamente el carácter internacional.
La infancia, con sus mensajes y gestos de solidaridad, con su forma de establecer la amistad, es capaz de transformar el corazón de las personas adultas. ¿Cómo crear un espacio de reflexión y expresión, para que se escuche su mensaje y hacer visibles sus acciones? El 16 de junio, Día Internacional de la Infancia Africana; el 17 de Octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza; el 20 de noviembre, aniversario de la Convención sobre los Derechos de la Infancia, son momentos favorables para que se escuche públicamente la voz de la infancia.
La preparación necesaria para que los niños y niñas presenten un mensaje público es un proceso a largo plazo. Garantizar que mantienen la libertad de palabra, que esta pueda enriquecerse por la reflexión individual y colectiva y que el público pueda entender bien de donde viene, requiere una serie de conocimientos y condiciones. Los animadores y animadoras son catalizadores y facilitadores de esta expresión. Pero deben permanecer atentos para no introducir su propio pensamiento o el de otras personas adultas sobre la expresión infantil, de manera que se preserve su originalidad. Para poder comprender adecuadamente lo que dicen los niños y niñas y ser capaz de explicárselo a otras personas es necesario establecer un diálogo profundo con ellos, así como otras condiciones: los niños y niñas lo lograrán si se sienten motivados y si no se sienten intimidados ni influidos en sus opiniones. Los animadores y animadores adquieren esta calidad en la animación mediante el intercambio de experiencias y espacios de formación, como lo fue esta importante reunión en Kigali.
Para saber más del Movimiento ATD Cuarto Mundo en África