Existen múltiples definiciones de pobreza y miseria, dependiendo del punto de vista o de dónde se sitúan aquellos que realizan la definición. A lo largo de los siglos, estas realidades se han mirado desde ángulos muy diferentes: el religioso, que ve en el pobre la encarnación de Dios; el moral, que acusa al pobre de ser responsable y culpable de su situación; el político, para el que el pobre es víctima de un sistema de explotación, etc.

El Movimiento Cuarto Mundo tiene como objetivo comprender y hacer conocer el punto de vista de las personas y los pueblos en situación de extrema pobreza sobre las realidades que viven, sin quedarse en la mera descripción de estas situaciones, sino abordando cómo se sienten los que viven en la pobreza y qué explicaciones dan por si mismos.

De esta búsqueda que asocia a los más pobres nace la definición propuesta por Joseph Wresinski al Consejo Económico y Social de Francia, que enseguida fue recogida por el Sr. Leandro Despouy en su informe a la ONU sobre Extrema pobreza y derechos del hombre:

« La precariedad es la ausencia de una o varias seguridades que permiten a las personas y las familias asumir sus responsabilidades elementales y ejercer sus derechos fundamentales. La inseguridad resultante puede ser más o menos grave o definitiva, y conduce frecuentemente a la extrema pobreza cuando afecta a diversos aspectos de la existencia, cuando tiende a prolongarse en el tiempo y se convierte en algo persistente, cuando compromete de manera importante las oportunidades de reconquistar los propios derechos y de reasumir las propias responsabilidades en un futuro abarcable.»(B.O. del 10 y 11 de febrero de 1987)

También puede consultar la investigación de ATD Cuarto Mundo y la Universidad de Oxford sobre las Dimensiones Ocultas de la Pobreza.

Algunas cifras propuestas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo:

Más de mil millones de seres humanos viven con menos de un dólar por día.
2.800 millones de personas, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos de 2 dólares por día.
448 millones de niños sufren de bajo peso.
876 millones de adultos son analfabetos, de los cuales dos terceras partes son mujeres.
Cada día, 30.000 niños menores de cinco años mueren de enfermedades que podrían haber sido evitadas.
Más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable.
El 20% de la población mundial posee el 90% de las riquezas.
El Movimiento ATD Cuarto Mundo realiza estudios cualitativos sobre la extrema pobreza a través de su Instituto de Investigación, pero no es un organismo productor de estadísticas. Desde los años 60 el Movimiento Cuarto Mundo ha pedido a los poderes públicos, en cada uno de los países en los que está presente, primero en Europa y después a nivel mundial, que se dotaran de los medios para medir de manera rigurosa cuantas personas eran víctimas de la extrema pobreza y cuáles eran los efectos de las políticas realizadas vencer la miseria.

Poco a poco se han realizado estudios, sobre todo estadísticas sobre los ingresos por persona y familia, pero también sobre el acceso al trabajo, al alojamiento y al sistema sanitario, al sistema educativo y de formación para adultos. Los podemos encontrar en los documentos de organismos mundiales como el Banco Mundial y el PNUD, o en el órgano estadístico europeo Eurostat y en los informes nacionales de estadística por países.

Sin embargo constatamos que, en la mayor parte de las ocasiones, no hay un examen simultáneo que permita medir cuantas personas o familias acumulan circunstancias difíciles (falta de ingresos, de alojamiento, de trabajo, de acceso al sistema sanitario, de escolaridad, etc.) y desde hace cuánto tiempo. Porque sabemos que las personas y familias más pobres se encuentran en esta situación de manera permanente.

El Movimiento ATD Cuarto Mundo pide a los organismos que realizan las estadísticas que trabajen con representantes de las personas más pobres para definir juntos los indicadores participativos de la lucha contra lo pobreza y la exclusión.

A partir de su experiencia en una treintena de países del Norte y del Sur y de las acciones llevadas a cabo en ellos,  ATD Cuarto Mundo ha extraído algunas reflexiones y líneas de acción. La extrema pobreza no es una fatalidad, es obra de los hombres, por lo que éstos pueden acabar con ella. Esta convicción da lugar a acciones sobre el terreno con las personas que viven en la extrema pobreza y los diferentes actores sociales y económicos. También genera una acción a todos los niveles de responsabilidad de las sociedades, local, regional, nacional e internacional, para conseguir que se definan políticas ambiciosas de lucha contra la extrema pobreza.

La extrema pobreza abarca todas las dimensiones de la vida: educación, formación profesional, trabajo, recursos, alojamiento, acceso a cuidados médicos, participación en la vida social, política, cultural, espiritual… Luchar contra la extrema pobreza supone que se tomen en cuenta simultáneamente todas estas dimensiones, fuertemente entrelazadas unas con otras.

Para luchar eficazmente contra la extrema pobreza conviene crear las condiciones para una contribución activa de las personas y grupos sociales que viven en la extrema pobreza y que resisten frente a ella mientras pueden. Conseguir esta contribución implica crear condiciones para la confianza y el intercambio de saberes.

Para atender a las personas y grupos más pobres se necesitan personas que estén disponibles para ir al encuentro allí donde aquellos son obligados a vivir o refugiarse y para establecer con ellos relaciones de confianza a largo plazo. Estas relaciones permitirán definir e intentar los cambios indispensables.

La evaluación de todo programa y de toda política de lucha contra la extrema pobreza se debe realizar midiendo los beneficios que obtienen las personas y los grupos con mayores dificultades y más excluidos. Esta evaluación se debe realizar contando con su participación.

Vencer a la extrema pobreza pasa así por la puesta en práctica de políticas ambiciosas a nivel local, nacional e internacional, dotadas de verdaderos medios financieros y humanos. Estos no se podrán conseguir más que a través de un profundo cambio de mentalidad de todos.

Hay 1000 maneras de contribuir a la lucha contra la miseria, junto a ATD Cuarto Mundo.

Pedir  que la lucha contra la miseria sea una prioridad dirigiéndote a tus parlamentarios, responsables de los sindicatos, asociaciones, partidos, religiones, grupos de reflexión o de presión en los que participes.

Contácnos por e-mail: te informaremos sobre las acciones a las que te puedes unir como voluntario allá donde vive.

Puedes convertir en voluntario permanente o aliado en el mundo.

Puedes hacer un donativo.

Puedes reflexionar y formarte leyendo un libro.

Puedes contribuir a la celebración del Día Mundial de rechazo a la miseria allí donde vives, e incluso organizar un evento si todavía no hay nada previsto en ese lugar.

Puedes unirse a una organización de lucha contra la pobreza presente en tu país.

“La miseria es obra de los hombres, sólo los hombres pueden destruirla” Joseph Wresinski

Esta frase explica bien que la miseria no es una fatalidad. Sitúa la responsabilidad no a nivel de algunos hombres, sino de todos.

En la escuela, en el trabajo, en la vida de barrio o de pueblo, en la vida asociativa, en la acción política, sindical, cultural, religiosa, etc., cada uno puede realizar gestos que aumenten o disminuyan la exclusión de los más desfavorecidos, que contribuyan o no al respeto de los derechos humanos para todos.

En todos los países donde existe una libertad de expresión suficiente,  Cuarto Mundo no duda en denunciar los sistemas públicos y privados, los comportamientos individuales o colectivos que producen exclusión y extrema pobreza y propone cambios en las organizaciones humanas. Su objetivo es el de crear las condiciones que permitan unirse con el objetivo de restablecer los derechos del hombre allá donde son violados a causa de la miseria.

ATD Cuarto Mundo nació en Francia en 1957, y durante más de 20 años se ha desarrollado prioritariamente en los países del Norte. Entre los años 60-90 en varios de estos países se negaba incluso la existencia misma de la pobreza al confiar en la riqueza económica y dominar eso que se llamaba el pleno empleo. Sin embargo el ATD Cuarto Mundo se encontró con personas y grupos humanos rechazados a causa de una historia de pobreza, con consecuencias muy graves, como la retirada de los niños de estas familias. Era urgente luchar contra la miseria con cada una de estas personas, porque su vida estaba rota, siendo generalmente culpabilizados de su situación, mientras que los esfuerzos que hacían no eran reconocidos.

A partir de los años 80 ATD Cuarto Mundo ha estado presente también en países del Sur a petición de personas de estos lugares que, habiendo conocido la existencia de ATD Cuarto Mundo en los países del Norte, pidieron a éste que se implantara también en sus países. Allí hemos descubierto que, como en los países del Norte, las personas y las familias eran rechazadas por las comunidades barriales o de los pueblos, y que eran ellas quienes tenían la vida más dura.

De esta presencia tanto en el Norte como en el Sur ATD Cuarto Mundo concluye que, lo que es común entre las personas más rechazadas en todos los países, es que se les culpabiliza de su situación, no se les tiene confianza, no se ven los esfuerzos que ellos realizan y no les pedimos su punto de vista sobre la manera en la que hay que actuar para luchar contra la miseria. Cambiar esto pasa por realizar acciones sobre las condiciones materiales de vida y también acciones de compartir el saber, para romper la ignorancia y la vergüenza. Las acciones deben anclarse en las realidades del terreno, pero tienen también que estar sostenidas por políticas locales, regionales, nacionales e internacionales. Tanto en el Sur como en el Norte, ATD Cuarto Mundo ha encontrado a personas que se comprometen para que la miseria retroceda y sea destruida y el ATD Cuarto Mundo se esfuerza para que nadie se quede sólo en este tipo de compromiso solidario con los más pobres.

Las fuentes de financiamiento de ATD Cuarto Mundo son:

• Las cotizaciones de nuestros socios en todos los países en los que el ATD Cuarto Mundo se ha constituido en asociación.
• El apoyo financiero de decenas de miles de personas en el mundo entero que contribuye de manera puntual o regular.
• Las subvenciones recibidas por proyectos y programas de lucha contra la pobreza provenientes de poderes públicos locales, regionales y nacionales, de organismos internacionales como la Unión Europea, el Consejo de Europa o ciertas agencias de la ONU, y de fundaciones privadas.
• Los aportes de empresas en los países en los que está autorizado.
  ATD Cuarto Mundo es una organización de carácter no lucrativo.

El Tribunal de Cuentas de Francia inspeccionó a  ATD Cuarto Mundo en 2007 y ha evaluado como “ejemplar” la gestión de sus cuentas.

Joseph Wresinski es el fundador de ATD Cuarto Mundo. La fuerza de su pensamiento y la capacidad de encontrarse con personas de la más diversa índole, desde los más pobres hasta los más altos responsables de nuestras sociedades, para pedirles que se comprometan personal y radicalmente en la lucha contra la miseria, han hecho que su personalidad haya impresionado a todos aquellos que tuvieron trato con él.

Su pensamiento y su vida han estado marcados de manera definitiva por su experiencia personal de haber conocido durante su infancia, con su familia, la realidad de la miseria y la exclusión. Llego a ser sacerdote católico. Extrajo de su propia experiencia una visión del hombre y de la sociedad tremendamente original que no dejo de profundizar confrontándola con la realidad del mundo y dialogando con aquellas personas con las que se encontraba.

El Centro Joseph Wresinski reúne todos los textos, fotos, vídeos y grabaciones que permiten descubrir quién fue el padre Joseph Wresinski, su pensamiento y su obra.

ATD Cuarto Mundo comparte con muchas otras ONG el objetivo de acabar con la miseria y la preocupación de que las acciones emprendidas respeten a las personas en situación de extrema pobreza.

Las ONG de lucha contra la pobreza son en general respuestas de la sociedad al drama de la miseria: personas de diferentes medios sociales se organizan para reflexionar juntos y actuar.

ATD Cuarto Mundo es desde su inicio una creación de personas en situación de pobreza: fue iniciado por Joseph Wresinski, un hombre que nació el mismo en la miseria, y por los habitantes de un barrio de chabolas cerca de París.

De esta manera son los pobres los que están situados en el origen de esta ONG; y son ellos los que van a buscar el acompañamiento en la sociedad, porque solos no pueden lograr sus objetivos.

Desde el comienzo, y todavía ahora, las personas que conocieron o conocen la extrema pobreza forman parte de ATD Cuarto Mundo: esto influye en todo el funcionamiento y en la elección de objetivos de esta ONG, porque aquellos que tienen la vida más dura están en el centro y aportan su pensamiento, su experiencia y sus propuestas. Las personas que no han vivido esta experiencia son también bienvenidas, pero ATD Cuarto Mundo les pide que se formen en esta manera de pensar y actuar juntos, en la cual la referencia es la prioridad hacia aquellos que tienen más dificultades.