Nuestra Biblioteca de calle en Brasil
Los inicios de la Biblioteca de Calle en Brasil
En la Biblioteca de Calle, todos son bienvenidos, es un espacio donde cada uno se siente incluido y libre, valores fundamentales para ATD Cuarto Mundo. El enfoque de las animadoras y los participantes asegura que todos se sientan invitados a participar sin preocuparse por su vestimenta o por las normas, permitiendo a los niños ir y venir en toda libertad según sus ganas, en un ambiente acogedor.
La Biblioteca de Calle en Brasil se ubica en el barrio de Caxambú, en la ciudad de Petrópolis, en lo alto del Morro dos Anjos. Este lugar se ha convertido en un espacio de encuentro y un punto de referencia para los niños, donde se comparten experiencias, conocimientos y aprendizajes.
Creada por el fundador de ATD Cuarto Mundo, la Biblioteca de Calle es una acción presente en todas los lugares donde el movimiento tiene presencia. Desde sus inicios, permite llevar a cabo una acción concreta en el presente con la visión de influir en el futuro. Esto la convierte en un lugar de acogida, armonía y comunión, donde el libro alimenta la sed de conocimiento y contribuye a la lucha por los derechos humanos y sociales.
En Brasil, fue en 2007 cuando Mariana Guerra y Eduardo Simas iniciaron la primera Biblioteca de Calle. Fue entonces cuando Eliana Campeão sugirió establecerla en el barrio de Caxambú, donde enseñaba y conocía bien la realidad del lugar. Se unió como voluntaria del proyecto junto a otras personas que se movilizaron para apoyar la iniciativa.
Una fuente de inspiración individual y colectiva
La vida en el barrio de Caxambú es difícil, con acceso limitado a la alimentación, la educación y el ocio, entre otras cosas. La violencia y las drogas generan situaciones complicadas, sin mencionar los desastres naturales como los deslizamientos de tierra y las desigualdades urbanas. A pesar de ello, los miembros de la comunidad permanecen solidarios y afectuosos, siempre buscando mejoras en un entorno marcado por dificultades. Además, muchos adolescentes se convierten en padres a una edad muy temprana, perpetuando el ciclo de pobreza en familias con escasas posibilidades de mejorar sus ingresos.
Hoy en día, las animadoras de la Biblioteca de Calle son Malena (miembro de la comunidad), Pilar (originaria de Guatemala) y Cris (profesora de teatro). Las tres consideran que las actividades realizadas «fuera» de los espacios habituales de la Biblioteca de Calle son esenciales para que todas las personas puedan experimentar cosas nuevas y descubrir que sus sueños pueden hacerse realidad. Estas actividades también fomentan el encuentro con otras personas, el descubrimiento de otras realidades y la transformación personal.
La oportunidad de explorar y visitar otros lugares favorece la formación personal y el desarrollo de intereses, motivando la participación y la búsqueda de oportunidades, prácticas y acciones para alcanzar objetivos.
Ubicada en el corazón de Caxambú, entre hermosas montañas que se adivinan a través de las cuerdas de tender movidas por el viento, esta acción busca inspirar a los niños, y jóvenes y a sus familias. A través de ella, las animadoras muestran que existe un camino hacia un futuro mejor y más justo. Al alimentar los sueños y esperanzas individuales y colectivos, cada persona puede descubrir sus capacidades, definir sus motivaciones respecto a su propio futuro y al de la comunidad, mientras desarrolla autonomía y responsabilidad.
La importancia de la Biblioteca de Calle según las participantes
Sobre la Biblioteca de Calle en Brasil, Vera Campeas nos dice:
“Comencé como voluntaria de la Biblioteca de Calle en Caxambú en 2007, entusiasmada por su filosofía y las experiencias en otros países, persiguiendo un sueño de construir algo mutuo, solidario y que luchara por los derechos humanos y sociales. Inspirada por las palabras y enseñanzas tan reales y profundas del padre Joseph: ‘con las manos y los pies desnudos, pero con el corazón lleno’. Y, por primera vez, frente a las montañas y el suelo de tierra, encontré lo que realmente deseaba. Nuestras reuniones se volvieron valiosas. Tienen una capacidad real de transformación, a veces modesta pero esencial, impulsada por la fuerza de todo movimiento solidario y humanista”.
“Desde 2007, sigo participando y no tengo intención de detenerme. La Biblioteca de Calle, en su lucha contra la pobreza extrema y la miseria, me dio el coraje de unirme al movimiento y a cada familia, convirtiendo esta causa en mi historia, mi lucha y mi razón para actuar y cambiar el rumbo de las cosas”.
“Comencé como voluntaria en la Biblioteca de Calle siendo una de las niñas participantes; me encantaba estar presente en las actividades, me encantaban los libros y las historias que los voluntarios nos contaban. Eso fue lo que me llevó a interesarme cada vez más por la pedagogía. Fui a la universidad y obtuve mi título en 2009. Lo que más me gustaba era cuando tía Verinha me sentaba en sus rodillas y me decía lo hermosa y capaz que era para realizar todos mis sueños y alcanzar mis objetivos. Hoy, como voluntaria en la Biblioteca de Calle, veo cuán importante fue y sigue siendo este espacio en mi vida y en la de mi familia”.
Gabrielle, de 16 años, añade:
“Me siento muy bien y feliz cuando estoy en la Biblioteca de Calle. ¡Me encanta todo aquí! Me gustan los juegos, las lecturas, las actividades y las palomitas cuando hay cine improvisado. ¡Leer es muy importante porque al leer podré ayudar a muchas personas!”.
Texto escrito por Malena da Glória Silva Justo y María del Pilar Boche.