A Abraham no le permitieron presentarse a los exámenes escolares en su propio país. Como les sucede a muchos otros niños del mundo, no había podido inscribirse en el registro civil. Dice:

• “No tener certificado de nacimiento es como si no existieras como niño, como ser humano”.

No puede continuar su proceso escolar. En apenas unos años de vida, Abraham ha visto sus sueños truncados. Sabe ya que, durante toda su vida, acceder a sus derechos, recibir atención sanitaria, casarse, registrar a sus propios hijos, hacer valer su palabra de ciudadano, chocará contra este muro. Sufre en lo más íntimo de sí mismo una profunda injusticia, la de no ser tratado como los demás.

En Europa, un joven nos cuenta: “tienes 17 años y el servicio de ayuda social a la infancia te dice: Vas a ser mayor de edad, tendrás que arreglártelas solo en la vida”. Pero estos jóvenes, acogidos en los hogares de ayuda social a la infancia desde muy temprano, no tienen diplomas y sus lazos familiares y sociales se han debilitado mucho, ¿cómo van a poder ser independientes en un país donde la mayoría de los jóvenes no lo son antes de los 25 años?

Una madre joven que se encontraba en la calle con sus hijos, estuvo llamando durante varias horas para pedir un alojamiento sin que nadie le respondiera al teléfono y, cuando por fin le contestaron, le dijeron que no había ningún alojamiento disponible y que tendría que volver a llamar al día siguiente.

“En mi familia tenemos miedo porque sabemos que no se puede pedir ayuda sin ser juzgado. De hecho ya no pedimos nada, es más fácil apañárselas”.

Este 17 de octubre de 2024, Día mundial para la erradicación de la extrema pobreza, la Organización de las Naciones Unidas hace un llamamiento para poner fin al maltrato social e institucional. En cualquier parte del mundo este maltrato forma parte del día a día de las personas en situación de pobreza. Detrás de su situación ya no se ve quiénes son realmente, con sus emociones, su sensibilidad, su historia, sus opiniones, su experiencia, sus aportaciones y contribuciones. Estos malos tratos son un obstáculo para el reconocimiento de las personas y para que se hagan efectivos sus derechos fundamentales aunque estén reconocidos en la declaración universal de los Derechos Humanos. Además, estos malos tratos afectan también a las personas que trabajan en las instituciones.

• Atreverse a mencionar este maltrato nos empuja a actuar juntos para luchar contra los prejuicios, los estereotipos, el menosprecio, pero también para devolverles a las instituciones su dimensión ética, su poder para hacer realidad y fortalecer la democracia en nuestra sociedad.

Con motivo de este día de la erradicación de la extrema pobreza, el Comité Internacional 17 de octubre, se reúne en Dakar, Senegal, para una mesa redonda: “Yo nací, yo existo, agrégame a la lista”.

• Hace un llamamiento a una mayor movilización y celebra todas las iniciativas que surgen aquí o allá para que todos los niños y niñas puedan tener un certificado de nacimiento, para que todos los padres, cualquiera que sea su situación, puedan añadir a sus hijos a la lista de todos los seres humanos.

En este día para la erradicación de la extrema pobreza, afrontar el reto de poner fin al maltrato social e institucional nos impulsa a unirnos. Unirnos en primer lugar a las personas que se resisten a sus condiciones de pobreza, unirnos también a quienes trabajan ya por una sociedad e instituciones comprensivas. Utilicemos nuestro poder de actuar, dondequiera que nos encontremos, para rechazar la exclusión y hacer que se respete la igual dignidad de todas las personas.

Bruno Dabout, Chantal Consolini-Thiébaud, Martin Kalisa
Delegación general
Movimiento international ATD Cuarto Mundo