Los efectos de las injusticias epistémicas

Dibujo:  «…, j’aimerais vous dire…» de Guendouz Bensidhoum © Guendouz Bensidhoum, ATD Cuarto Mundo.

Cada segundo lunes de mes, publicamos en el sitio web del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo un artículo que presenta las contribuciones de los participantes del Seminario de Filosofía Social. 

El artículo de hoy ha sido escrito por Artículo escrito por Marie-Joe Le Breton, militante Cuarto Mundo. Este artículo es un extracto de la conferencia de Marie Joe Lebreton, Marie Garrau y Bruno Tardieu basada en el libro Pour une nouvelle philosophie sociale 1 presentada en el marco del encuentro del 17 de noviembre de 2023, «Les Gilets jaunes 5 ans après, quelles leçons tirer ensemble?» (Cinco años después de los chalecos amarillos, ¿qué lecciones sacar?). El encuentro fue organizado por el Departamento de la Gironda, la Fundación Jean Jaurès, el Ayuntamiento de Burdeos, los Archives Departementales, el Centro Emile Durkheim y la editorial Le Bord de l’Eau.


Las injusticias relativas al saber son importantes para mí porque causan daño. Si durante toda nuestra infancia nos dicen que no sabemos nada y que no somos inteligentes,  nunca llegaremos a pensar que somos capaces de estudiar.

  • Cuando era pequeña, yo era diferente, porque era una niña de la asistencia pública y me daba cuenta de que los demás niños no se acercaban a mí. No hablaba con nadie, me encerraba en mí misma y tenía miedo de que nadie me creyera.

Debo admitir que lo que vivía a diario era tan duro que era difícilmente creíble. El hecho de que nadie me creyera me hacía sufrir así que no me acercaba a los demás y me aislaba 2Pour une nouvelle philosophie sociale, op.cit. p.152 – solo disponible en francés[/note]. Esto provoca vergüenza: no nos atrevemos a hablar, nos creemos inferiores.

La vergüenza impide avanzar, ir hacia otros; la vergüenza supone enfrentarse a las miradas de los demás.

Cuando se trata de gente en posiciones elevadas, siento que son más fuertes que yo. A estas personas siempre se les cree.  Están acostumbradas a ser consideradas competentes, a ser escuchadas y reconocidas. Nunca se les cuestiona, nunca se les interrumpe, nunca se les dice que están equivocadas. Tienen mucha confianza en su capacidad de saber.

En cambio, a nosotros se nos desalienta a expresar lo que pensamos, como la asistente social que visitaba a mi familia de acogida y leía el periodico delante de mí para hacerme saber que no quería escucharme. ¡Eso es violencia!

La vergüenza puede generar miedo. Miedo a dirigirse hacia los demás, a hablar con ellos, a exponerse a su juicio, miedo a no estar a la altura.  Por eso puede mantener a la gente en silencio.

La vergüenza impide hablar, impide ser uno mismo, aceptar quienes somos. Tememos la reacción de las personas frente a nosotros. Pensamos todo el tiempo, pero nos da miedo expresarnos, y a la larga, eso nos come la cabeza.

Al principio, en este seminario, sentía vergüenza por no saber expresarme frente a los filósofos. Pensaba que utilizarían palabras que yo no conocería. Me parecían mejores que yo.

Haber sido escuchada, me permitió tomar conciencia de lo que había vivido en mi infancia.

Me siento muy orgullosa de haber superado el miedo, de haber vencido la timidez y de haber conseguido integrarme en el grupo y participar en la investigación.

  1. Jomini, Jousset, Poché, Tardieu, «Pour une nouvelle philosophie sociale Bordeaux, Transformer la société à partir des plus pauvres», Le Bord de l’Eau, 2023. Este libro está en vías de traducción