Los conocimientos de las personas y comunidades en situación de pobreza, indispensables para el cumplimiento de los ODS
El 19 de julio en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, tras la clausura del Foro Político de Alto Nivel 2019 sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Isabelle Pypaert-Perrin, delegada general del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo interviene durante el período de sesiones de alto nivel de ECOSOC ante los representantes de los Estados miembros de la ONU, agencias de las Naciones Unidas y ONG. El tema de este encuentro eran las tendencias a largo plazo y los escenarios para «Reforzar las capacidades de las personas y garantizar la inclusión y la igualdad».
El secretario general [de la ONU] nos recuerda en sus informes que el cumplimiento efectivo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) exige la participación de todos los actores en el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas, pero también la participación en la producción de conocimientos para imaginar políticas innovadoras.
Si queremos un desarrollo inclusivo, que no deje a nadie atrás, necesitamos un conocimiento inclusivo. Pero todavía estamos lejos: la mayor parte del tiempo seguimos produciendo conocimientos sobre la población en situación de pobreza y no con ellas, y proponiendo soluciones que hemos imaginado para ellas, sin ellas.
- Es decir, que seguimos ignorando o incluso negando el saber único que las personas y poblaciones en situación de extrema pobreza han forjado a través de su experiencia de vida.
Sin embargo, para poder cumplir los ODS carecemos de estos saberes de las poblaciones en situación de pobreza, pues son ellas quienes nos pueden ayudar a entender cómo y por qué se deja de lado a algunas personas o incluso se les relega al fondo, y cómo construir sociedades inclusivas y sostenibles.
En el Movimiento ATD Cuarto Mundo hemos experimentado que si vamos al encuentro de estas personas y si creamos las condiciones que les permiten trabajar y expresar libremente su pensamiento es posible lograr que personas en situación de pobreza sean sujetos de conocimiento en pie de igualdad con otras personas.
Junto con la Universidad de Oxford, se ha realizado una investigación participativa que ha reunido a personas en situación de pobreza, académicos y agentes de terreno de Bangladesh, Bolivia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Tanzania. Juntos hemos intentado poner de relieve las dimensiones de la pobreza. La ambición que se afirma en los ODS es poner fin a la pobreza en todas sus formas y dimensiones.
¿Cuáles son, entonces, esas dimensiones?
Mediante esta iniciativa, que ha propiciado un cruce de saberes entre personas en situación de pobreza, saberes académicos y de agentes de terreno, hemos identificado dimensiones que vienen a añadirse a las dimensiones ya clásicas de privaciones. Por ejemplo, el maltrato social y el maltrato institucional. Y también las personas participantes han expresado lo que es, para ellas, la parte central de la experiencia de pobreza: el sufrimiento, la resistencia a la extrema pobreza y, al mismo tiempo, un fenómeno de constante de desempoderamiento; ustedes luchan sin cesar para salir adelante, por sus hijas e hijos y por ustedes mismos o por sus vecinos y se ven humillados, aplastados.
Hace poco estaba junto con un grupo de personas en situación de vida extremadamente difícil, grupo que lleva por nombre «familias solidarias». Estas familias se alientan mutuamente y han desarrollado una solidaridad con personas que se encuentran en las más graves situaciones. Por ejemplo, juntas se mantienen vigilantes respecto de quienes corren el peligro de morir por falta de atención sanitaria, o de esas madres que no tiene dinero para mandar a sus niños a la escuela.
La señora Louise hablaba sobre su manera precisa de actuar. Para sacar adelante a su familia va al mercado y la contratan para cargar con enormes bultos de provisiones a la espalda. En ocasiones alguna vecina le pide ayuda. Ella misma, que no tiene nada, le dice: ven conmigo. Y comparte su trabajo y los beneficios con ella. Podemos decir que con sus medios, muchas veces irrisorios, estas familias construyen las premisas de unos mínimos de protección social realmente para todos que aún faltan en tantos lugares.
Pero tengo en mente la pregunta que la señora Louise me hizo: «Hacemos muchos esfuerzos, luchamos mucho para hacer que la miseria desaparezca. Nuestras hijas e hijos, ¿podrán disfrutar de los frutos de nuestra lucha?, ¿o morirán en la misma situación de miseria que nosotros?».
La señora Louise centra la atención en la principal injusticia: las personas en situación más grave de pobreza realizan enormes esfuerzos para hacer que la miseria retroceda, pero su resistencia no produce las transformaciones esperadas habida cuenta de lo aislados que están en sus luchas.
- Entonces, cuando hablamos de reforzar la capacidad de actuar de las personas, ¿somos conscientes de que se trata de enraizar nuestros esfuerzos, políticas y proyectos en las iniciativas que las poblaciones en situación de pobreza ya emprenden, para dar relevancia y eficacia a su acción y lograr, por último, erradicar la extrema pobreza?