¿Qué es la pobreza? Una investigación innovadora que busca nuevas respuestas
A principios del mes de septiembre, en Francia, en una explotación de agricultura ecológica,[1] un grupo internacional de expertos sobre la pobreza se reunieron para buscar nuevas vías de comprensión sobre la pobreza en el mundo. Se llevaron a cabo las habituales sesiones en plenario, el trabajo en pequeños grupos, el cuchicheo de las cabinas de interpretación simultánea y la puesta en común del conjunto de participantes. También hubo una actividad de recogida de frambuesas (más información abajo).
Esta sesión de trabajo era una reunión de programación de un ambicioso proyecto de tres años de duración que, hasta la fecha, nunca se ha realizado en tal amplitud. Desde su inicio hasta su conclusión, en el proyecto participan, en calidad de socios, personas que viven en situación de extrema pobreza.
«Determinando las dimensiones de la pobreza y sus distintas medidas» es un proyecto que se llevará a cabo en siete países diferentes. Cada país identificará distintas «dimensiones» o elementos característicos de la pobreza. Estas nuevas dimensiones ayudarán a los responsables políticos a priorizar las problemáticas pertinentes, a elaborar programas eficientes y comprobar si su realización aporta diferencias significativas. Esta investigación contribuirá a la realización del objetivo de las Naciones Unidas de «poner fin a la pobreza en todas sus formas antes de 2030».
El proyecto (financiado por ATD Cuarto Mundo, la Agencia Francesa de Desarrollo, la Universidad de Oxford, la Fundación Charles Léopold Mayer por el Progreso del Hombre y muchas otras organizaciones) y está coordinado por ATD Cuarto Mundo en colaboración con Robert Walker, profesor de Política Social de la Universidad de Oxford. Se llevará a cabo en Bangladesh, Bolivia, Estados Unidos de América, Francia, Tanzania, Ucrania y Reino Unido. Asistieron a la reunión miembros de los equipos de cada país participante y el Comité Asesor que dirige la investigación.
El proyecto surge con el objetivo de sensibilizar sobre el hecho que, para que sean un éxito, las políticas de lucha contra la pobreza tienen que ir más lejos que únicamente garantizar a todas las personas en el mundo acceso a la electricidad, a la atención sanitaria, a alimentación y dinero suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Cada vez más, los responsables políticos han comprobado que hacer frente a la pobreza, especialmente la pobreza extrema, requiere que se tomen en cuenta complejos factores culturales y personales, tanto a la hora de elaborar los programas como a la hora de evaluar sus resultados. En ocasiones, la labor bienintencionada de los servicios y programas responsables de la lucha contra la pobreza generan daños involuntarios.
- Los expertos empiezan a tomar conciencia de que el mejor modo de identificar las soluciones es estableciendo un diálogo y escuchando a las personas a las que dichos programas pretenden apoyar.
Este tiempo de programación concluido en Francia se centra en el modo en que estos diálogos deben desarrollarse entre los múltiples y muy diversos grupos y las personas que no suelen participar en este tipo. Un equipo en cada país aportará orientaciones sobre cómo crear diálogos significativos a largo plazo entre investigadores universitarios, funcionarios y profesionales que trabajan directamente con personas que han vivido en situación de pobreza.
El proceso del Cruce de Saberes
Es muy fácil decir que «se consultará a los beneficiarios del programa» o «se buscará la contribución de las poblaciones locales». Pero, ¿cómo puede realizarse de una manera consecuente? Las personas con titulación superior que han sido formadas para pensar en términos de economía y estadística, ¿cómo pueden entender a las personas que diariamente luchan en muy difíciles circunstancias y que únicamente piensan en alimentar a sus hijos y protegerlos de la violencia? Las personas con poco recorrido escolar y que hacen frente al caos, ¿cómo pueden sentarse y compartir sus reflexiones en una misma mesa con personas que utilizan fácilmente la jerga universitaria para tratar sobre los «indicadores multidimensionales»?
Todos los miembros del equipo de organización del seminario tienen experiencia en labores de facilitación del diálogo entre participantes muy diversos. Las personas procedentes del mundo académico puede que se encontren muy cómodas en un diálogo en torno a una mesa y utilizando el lenguaje formal de tablas y gráficos. Si los cinco días de trabajo se hubieran limitado a este tipo de dinámica de trabajo, sin embargo, no hubiera habido intercambio alguno. Los participantes que carecen de experiencia en este tipo de intercambio podrían haberse encontrado completamente al margen de este diálogo, y no solamente eso, ciertas dimensiones de la pobreza no se habrían abordado en absoluto.
El proyecto «Dimensiones de la pobreza» comienza a partir de la comprensión de que la pobreza es más que una cuestión de carencias, como no tener dinero o vivienda, alimento o empleo. Sino que también se trata de una experiencia personal que guarda relación con el dolor personal, la pérdida y otras experiencias emocionalmente profundas. Nadie quiere hablar acerca de aspectos de su vida íntima con personas que le son completamente desconocidas. Para facilitar la toma de palabra durante la reunión respecto de estas experiencias íntimas, cada persona necesita establecer una conexión en un ámbito personal. Por eso el tiempo de trabajo comenzó con una serie de métodos inusuales para permitir a los participantes un intercambio más allá de ideas abstractas. Lo que significa que cada persona tiene que hacer un esfuerzo para salir de su zona de confort para compartir elementos esenciales de su empleo, su medio social o su país de origen.
El primer día comenzó con una serie de actividades que ayudaron a los participantes a conocerse mutuamente más allá de una serie de cualificaciones profesionales (o la falta de estas). Cada mañana comenzamos con 15 minutos de presentación de una actividad habitual de uno de los países presentes en el encuentro de trabajo. Además, el grupo en su conjunto compartió los diferentes tiempos de comida en la misma explotación agrícola en la que se celebró el encuentro. Independientemente de su medio social, los participantes conjuntamente pudieron, por la tarde, ir a pasear hasta el castillo de la localidad o recoger frambuesas.
Todas estas actividades guardan relación con el tiempo necesario para crear un ambiente en el que cada persona pueda dialogar sobre otros temas más allá de la estadística y la teoría. La pobreza, nuestro proyecto así lo afirma, es más que la acumulación de bajos ingresos, desempleo, falta de atención sanitaria o acceso a una alimentación adecuada en un área desfavorecida. Las personas que viven en situación de pobreza conocen los obstáculos que enfrentan y cómo superarlos de una cierta manera que resulta imposible para quienes desconocen la miseria. Si los agentes de desarrollo pretenden aprender de las comunidades más desfavorecidas lo que es la pobreza, no pueden únicamente venir con una pizarra y preguntar, sino que deben reunir los medios adecuados para procurar un diálogo auténtico. Un buen modo de hacerlo tal vez sea recogiendo frambuesas juntos.
Cada país utilizará un método de investigación participativa denominado «Cruce de Saberes» una dinámica de trabajo que permite a las personas que viven en situación de extrema pobreza y exclusión social intercambiar sus opiniones con otros grupos, como responsables políticos o trabajadores sociales. La finalidad es superar las diferencias experimentadas en la vida, dialogar y pensar conjuntamente para permitir un diálogo constructivo.
En los próximos meses, el proyecto «Determinando las medidas de la pobreza», comenzará su trabajo en cada uno de los países seleccionados.
Si desea más información, por favor póngase en contacto con:
En francés: Monica Jahangir:
En inglés: Monica Jahangir:
En español: Alberto Ugarte,