La cultura, una cuestión de emergencia
El pasado 3 de junio el volcán de Fuego se despertó con violencia llevándose por delante en su erupción a miles de personas. Esta desgracia movilizó la iniciativa de instancias nacionales e internacionales así como de muchas personas en Guatemala que se unieron en múltiples gestos de solidaridad hacia las víctimas.
Unos días después de la tragedia, un grupo de miembros y amigos de ATD Cuarto Mundo Guatemala decidió unirse a estas iniciativas iniciando una acción permanente de animación con libros, Biblioteca de Albergue, en un instituto educativo habilitado como albergue temporal en el departamento de Escuintla.
Ellos mismos explican así la importancia y las razones de esta iniciativa:
- «Veíamos desde el principio que a los albergues llevaban víveres, medicamentos, atención psicológica e incluso se organizaban momentos de recreación. Pero nadie llevaba propuestas educativas culturales y mucho menos de acceso a la lectura de libros. Hasta ahora, la importancia de acceder a nuevas propuestas educativas integrales no es una prioridad para el Estado».
«Para nosotros la acción de Bibliotecas de Calle responde a una propuesta educativa integral y es fundamental promover esta metodología en la lucha contra pobreza extrema. Esta acción responde a la motivación principal de ATD Cuarto Mundo en todo el mundo, es decir, no dejar a nadie atrás. Eso quiere decir también no poner a unas personas sobre otras e ir en busca de quienes todavía faltan».
De este modo ATD Cuarto Mundo inició una Biblioteca en el Albergue Instituto Simon Bergaño todos los miércoles por la mañana donde participan animadores y animadoras de Escuintla y de Guatemala, personas con un gran compromiso. Es una animación cultural centrada en el libro, en el diálogo con las personas que participan, en la creación y en la reflexión, en el descubrimiento, en el conocimiento mutuo y en la construcción de una relación respetuosa y sincera.
Según explica Pastor, miembro del equipo:
- «El libro es un símbolo cultural que todas las personas pueden agarrar con las dos manos y compartir. Cuando todo el mundo piensa que lo material es lo más importante, nosotros pensamos que es estar presente con libros o con actividades culturales para niñas y niños».
Y añade: «Hay muchas personas, instituciones y donaciones que intentan cubrir esas necesidades materiales, o por lo menos, es lo que se tiene siempre presente, pero no se habla de la importancia que puede tener el acceso a la cultura a través del libro. Somos la única asociación que desarrolla una actividad alrededor del libro en estos espacios».
Esta acción permite la participación de niños, niñas y adultos y poder acceder a la cultura y permite descubrir que las familias tienen también otras necesidades muy importantes, como la educación por ejemplo, o el trabajo digno. Como ejemplo: «Una persona residente en el albergue nos decía que por no saber leer ni firmar tiene que pagar a otra para que firme en su lugar. Entre las personas que residen en el albergue hay muchas personas que no saben leer».
Cuarto Mundo, con su presencia en lugares de pobreza extrema sabe muy bien que las familias no deciden voluntariamente vivir en lugares de riesgo, pero las familias más pobres no tienen opciones. Está claro que en este tipo de situaciones, ante los desastres naturales, las familias excluidas seguirán siendo excluidas y seguirán afrontando los mismos problemas que tenían antes de que sucediera la tragedia. Lo peor de todo es que algunas familias retornarán a los mismos lugares donde vivían antes de la tragedia a pesar de que se considera que esas aldeas son zonas de riesgo. A pesar del miedo, muchas familias ya están regresando. Es fundamental asociar realmente a las familias y a las comunidades en las propuestas de mejora a largo plazo si queremos que de verdad algo cambie para ellas.
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