La condescendencia, erradicar la miseria y comprometerse como aliado| Diana Skelton

Diana
Diana Skelton

Se enciende la pantalla de mi teléfono móvil.
Recibo un mensaje de Martine Le Corre: «Me siento totalmente frustrada.»

Martine y yo misma acabamos de separarnos tras participar en una jornada de estudios en la Universidad de París 8, Francia. Junto con Magdalena Brand, presentamos conjuntamente el tema de la violencia producida por la extrema pobreza. Muchas personas han expresado su satisfacción por nuestra presentación, pero el enfado de Martine está motivado porque una de las participantes estaba muy irritada con nosotras porque habíamos hablado de «interseccionalidad». Este enfoque de la justicia social se basa en el hecho de que la opresión y la discriminación están influidos por muchos aspectos de la personalidad, como el género, la raza, la etnia, la religión, la clase social, la nacionalidad, la sexualidad, la invalidez, la enfermedad…

Martine, Magdalena y yo misma hemos evocado las intersecciones que existen entre el género y la pobreza. Entre otras cosas, hemos explicado que los temas principales de los movimientos feministas correspondían con las preocupaciones de las mujeres de clase media. Los problemas considerados como los más importantes para las mujeres pobres de Europa occidental no se tenían casi nunca en cuenta, como el patriarcado de los servicios sociales. Pero una mujer del público estaba muy contrariada con nosotras porque en nuestra presentación no habíamos diferenciado lo que viven las mujeres negras. Según ella, cada vez que dejamos de mencionar la raza, las mujeres negras salen perdiendo. Tiene razón, pero la indignación de Martine se fundamenta en que todas las mujeres pobres, sea cual sea su color de piel, salen perdiendo de todas maneras.

Martine ha crecido en situación de extrema pobreza. «Con 18 años, terminé por creer que no valía gran cosa«, declaró. «Pensaba que yo tan solo era una marginal, una «antisocial», una asquerosa pobre y nada más. […] Creía que no tenía derecho a utilizar palabras [como inteligencia o saber] para designarme a mí misma. » (en Artisans of Peace Overcoming Poverty [Artesanos de Paz para la Erradicación de la Extrema Pobreza]) Pero Martine es muy inteligente y desde entonces, ha pasado cuarenta años de su vida cultivando su saber en nombre de todos aquellos a quienes llama «su pueblo«. «Su pueblo» lo componen personas procedentes del mundo entero que tienen en común el hecho de haber crecido convencidas de ser inútiles y de que su vida no tenía propósito alguno. Nuestra ponencia tenía como tema un proyecto de investigación-acción participativo codirigido por Martine que demuestra que la pobreza es una forma de violencia. En nuestra presentación, Martine evocó a su vecina, una mujer constantemente objeto de insultos. Esta última tuvo que oír que era incapaz de educar a sus propios hijos, todo esto en silencio y en una sala repleta de miembros de los servicios sociales que pasaban revista a cada una de sus faltas. Después, cuando finalmente se dejó llevar y rompió una taza sobre la mesa, le acusaron de violencia y los agentes de seguridad se la llevaron. «El trato que infringieron a mi vecina constituye una violencia institucional que destruye vidas pero que nunca se toma en consideración«, explicó Martine en la presentación. Lo que le molesta a la sociedad es que se afirme que estos métodos son violentos, esto hace que hace que la violencia que padecemos permanezca invisible.

  • «¡Ya esta bien! ¡La extrema pobreza es violencia! La sociedad no lo puede seguir aceptando

Las personas que crecen en la pobreza piensan a menudo, al igual que Martine, que son inútiles y estúpidas. Frente a los prejuicios y a los juicios, están obligadas a callarse y a escuchar. Sus intentos por romper el silencio se pueden considerar como violencia. Se dice de las personas blancas que son condescendientes cuando interrumpen las conversaciones sobre racismo intentando ponerse en el papel de las personas de color (concepto originario del inglés whitesplainning, el término «splaining» significa una «explicación condescendiente de una opresión por parte de alguien perteneciente a la categoría opresora hacia alguien de la categoría oprimida», véase un ejemplo de ello en este vídeo [en inglés]). De igual modo, los hombres que hablan de forma condescendiente en nombre de las mujeres «se expresan en tanto que hombres«. En este caso, ¿qué expresión podríamos inventar para designar lo que las personas que viven en situación de pobreza padecen cuando hablamos en su nombre de esta misma manera condescendiente? ¿Podríamos decir que son ricos «hablando como ricos»?

Lo que necesita todo movimiento de justicia social es permitir que cada persona pueda ser escuchada y que pueda hablar de sus vivencias y que todos aquellos que no han tenido la experiencia personal de ser marginados se impliquen como «aliados». En este término de «aliado» podemos encontrar un estrecho vínculo con estos mismos movimientos de justicia social que todavía no tienen en cuenta el silencio de las personas que viven en situación de pobreza. Hace diez años, la palabra «aliado» no se utilizaba en inglés salvo en lo relativo a la Segunda Guerra Mundial. Pero en 2007, se añadió al diccionario inglés Urban Dictionary como término familiar para designar «una persona que no es homosexual, pero que apoya los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales». Hoy en día, esta definición se utiliza para designar el apoyo dado a otras minorías, revisado de tal manera que se pueda entender bien el papel bien específico del «buen aliado».

Franchesca Ramsey presenta «Decoded», un vídeo blog del canal MTV News que se centra en la lucha contra el racismo y otras formas de discriminación, define el papel del aliado de la siguiente manera:

«Es alguien que está dispuesto a luchar por la igualdad de una minoría de la que no forma parte […] El papel de un aliado consiste en apoyar. Un aliado está dispuesto a usar su voz y sus privilegios para «educar» al resto. Sin embargo, tiene que hacerlo sin hablar en lugar de las personas marginadas a las que intenta apoyar y no debe atribuirse el mérito por cosas que ya han dicho estas personas. Tiene que hacer que su voz se oiga, pero sin expresarse en nombre de otros.»

En 1970, Steve Biko, un militante negro del movimiento de lucha contra el apartheid, posteriormente torturado y asesinado por la policía sudafricana, explicó el papel que tenían que haber desempeñado, según él, los liberales blancos:

«Los liberales blancos han desempeñado un papel bastante curioso durante la historia de los negros en África del Sur. La mayor parte de las organizaciones negras estaban dirigidas por hombres blancos. Fieles a su imagen, los liberales blancos siempre han sabido lo que era bueno para los negros y se encargaban de que lo supieran bien. […] A esta banda de buenos samaritanos se les ha atribuido muchos nombres: liberales, izquierdistas, etc. Son ellos los que se defendían de la acusación de constituir el origen del racismo blanco […] Pero todo buen liberal tendría que comprender que su lucha por la justicia reside en llevarla al seno bikomismo de su sociedad de blancos […] Los liberales deben involucrarse con el mayor empeño posible en educar a sus hermanos blancos; hay que explicarles que tiene que ser posible reescribir la historia del país para que podamos vivir en una nación donde el color de piel no sirva para encerrar a los hombres en una caja». (en Biko, Steve, I Write What I Like: Selected Writings, Black Souls in White [Escribo lo que quiero: Selección, capítulo 5: Almas negras en pieles blancas] , 2002.)

Las palabras de Franchesca Ramsey y de Steve Biko hacen eco a la visión de Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, a propósito de lo que él llama: » Una nueva alianza entre los miembros reconocidos de la sociedad y las personas que viven en la pobreza […] Con el fin de ser fieles a esta alianza, haremos frente al desafío que se hará evidente cada vez que un proyecto de la sociedad excluya a los más débiles. En cada ámbito, exigiremos la participación de las personas más desfavorecidas, […] denunciaremos todo lo que empuje a una persona en una posición inferior y que conduzca a su rechazo social, [y exigiremos] un proyecto que involucrará a toda la sociedad en la defensa de las personas más desfavorecidas y el respeto de sus derechos.» (En Discurso del 17 de noviembre de1977 en Paris, Francia).

  • Los aliados de las personas que viven en situación de pobreza tienen que desempeñar un papel importante desafiando a sus propias amistades, vecindario y familias; pero del mismo modo es fundamental que creen espacio a los más desfavorecidos y que escuchen directamente sus voz, sin interpretar sus palabras ni silenciarlas.

Después de nuestra jornada de estudios en la Universidad de París 8, Martine declaró: «Cada vez que nos gritaba, pensaba en «mi pueblo«. Este tipo de actitud puede dividirnos, puesto que ayuda a los políticos que quieren enfrentarnos a unas personas con otras y fragmenta la solidaridad.» Una aliada de ATD Cuarto Mundo en Nueva York, Rosa Cho, nos habla de un día que vio como un grupo de personas contestatarias oponían sus diferentes causas unas contra otras. Pero, con una cierta distancia y tras reflexionar a partir de su primera impresión, se dio cuenta que su propia « subjetividad era un obstáculo que le impedía comprender y sentir toda la profundidad de las aflicciones, de la desesperación y la incomprensión de estas personas«.

Todas las personas tenemos tanta necesidad de solidaridad. Existen muchas formas de prejuicios y de opresiones constantes que «al desestimar» el potencial de ciertas personas e ignorar la contribución que aportan, debilitan la sociedad en su conjunto. Con el fin de luchar por la solidaridad, ¿cómo podría cada uno de nosotros analizar con mayor precisión lo que significa comprometerse como aliado de una persona cuya experiencia personal de opresión, prejuicios e incomprensión es diferente a la nuestra?

Artículo traducido del blog Together in dignity, On Whitesplaining, Overcoming Poverty, and Being an Ally-
Fotografía :
(1) Cinco consejos para ser un aliado, un vídeo de Franchesca Ramsey de su Blog Vídeo «Decoded» en la cadena MTV News
(2) Biko, Steve, I Write What I Like: Selected Writings, Black Souls in White Skins, 2002. [Biko, Steve, Escribo lo que quiero: Obras Escogidas, Almas Negras en Pieles Blancas, 2002]