La cárcel no es lugar para jóvenes
El 17 de Octubre en Nueva Orleans, Jaquin Thomas, de quince años de edad, presuntamente se suicidó en su celda axfisiándose con una funda de protección de colchón. A Jaquín no le habían condenado por ningún delito; ni tan siquiera se había celebrado un juicio. Durante 98 días había permanecido en una celda esperando para ir a juicio, la mayor parte del tiempo en régimen de aislamiento.
La encarcelación masiva y la justicia de menores constituyen serios problemas en Nueva Orleans al igual que en otras partes de los Estados Unidos. Como Jaquin, la mayoría de las personas recluidas en la Cárcel del Distrito de Orleans no ha sido juzgada ni condenada. Únicamente están en la cárcel porque no pueden pagar la fianza mientras esperan la celebración del juicio. Únicamente el 10% de la población reclusa cuenta con una sentencia, la mayoría por delitos menores no violentos. El encarcelamiento de las personas en situación de pobreza puede truncar una existencia ya precaria. Personas inocentes pierden sus empleos, sus viviendas y sus hijas e hijos mientras permanecen en la cárcel.
En ocasiones las personas jóvenes pueden verse atrapadas en un sistema de justicia penal del que no escaparán nunca. Durante años, familias con las que ATD Cuarto Mundo Nueva Orleans mantiene una cercana relación, han visto como sus jóvenes se veían atrapados en el flujo «de la escuela a la cárcel» que les desplaza rápidamente de la suspensión escolar a la expulsión, de la detención en el sistema de justicia de menores a la cárcel para adultos. Recientemente, el equipo de ATD Cuarto Mundo Nueva Orleans ha decidido centrarse en esta cuestión puesto que el problema de la encarcelación masiva -de jóvenes y adultos- se ha agravado especialmente.
Gracias al trabajo conjunto llevado a cabo con familias en situación de extrema pobreza durante décadas, los miembros del equipo de ATD Cuarto Mundo cuentan con un amplio conocimiento sobre la relación con las cárceles y con el sistema de justicia para menores. Una madre describe la experiencia de su hijo al que detuvieron en la escuela tras meterse en problemas; como consecuencia de las numerosas ausencias escolares añadidas a la detención, tuvo que iniciar un programa de educación especial. Si no asiste con regularidad pueden detener a su madre o le pueden enviar a un centro de detención de menores. Su madre afirma que:
- «Suspenden de la escuela a mi hijo cada semana y cuentan los días de suspensión como ausencias… este programa que quieren que mi hijo siga me temo que le va a llevar a la cárcel».
A otro joven, uno de esos numerosos niños a los que robaron el futuro a partir del devastador huracán Katrina que obligó a muchas personas a huir de Nueva Orleans en 2005, al regresar, con quince años, le pusieron en una clase con niñas y niños cinco años menores que él. Dejó la escuela y actualmente tiene dificultades para encontrar un empleo. Dice:
- «¡Me siento encerrado! No puedo encontrar un empleo y sin empleo no puedo pagar el alquiler. Es como si no tuvieras derecho a nada. No puedes votar, no puedes tomar decisiones, únicamente puedes pasar el rato sin hacer nada o que te detengan de nuevo y te lleven de vuelta a la cárcel».
Tras escuchar durante años historias como estas, Maria Victoire, voluntaria permanente de ATD Cuarto Mundo, estableció una colaboración con otras dos organizaciones que abordan las causas principales de estas situaciones. Entre otras acciones, estas organizaciones se esfuerzan por: mantener a las y los jóvenes en el sistema escolar; mejorar las condiciones violentas de las cárceles y rechazar la injusticia que sufren las personas que viven en situación de pobreza a la hora de tratar con las escuelas, los tribunales, las cárceles y las prisiones.
Actualmente ATD Nueva Orleans representa un lazo entre algunas de las familias más olvidadas de la ciudad y la asociación Families and Friends of Louisiana’s Incarcerated Children [Familiares y Amigos de los Jóvenes Encarcelados de Luisiana] (FLLIC). FLLIC forma a las madres y padres en la defensa de sus jóvenes, a la hora de prevenir las suspensiones y las expulsiones fuera de la escuela que conducen a la detención juvenil o inclusive a la cárcel de adultos. Además les ayuda a orientarse en el sistema de justicia para menores y lleva a cabo acciones de incidencia política para la transformación de dicho sistema. A través de la FLLIC, las madres y los padres que viven en situación de pobreza colaboran para la aprobación de un proyecto de ley que rechace las condiciones en las que se encuentran las instalaciones de detención de menores y que ayude a mantener a las y los jóvenes al margen de los tribunales de justicia y de las cárceles para adultos.
Muchas familias que tienen jóvenes están muy contentas de conocer FFLIC a través de ATD Cuarto Mundo. En ocasiones las personas que viven en situación de extrema pobreza no saben dónde acudir cuando sufren situaciones de injusticia. A través de la colaboración entre ATD Cuarto Mundo Nueva Orleans y FLICC las familias que viven en situación de exclusión ahora pueden acceder a los servicios que FLICC presta. Una persona afirmó:
- «¡Si hubiera conocido antes [FLLIC], habría obtenido mi certificado de secundaria y no habría terminado en la cárcel!»
Además, ATD Cuarto Mundo Nueva Orleans es miembro de la Orleans Parish Prison Reform Coalition OPPRC [Coalición para la Reforma de la Cárcel del Distrito de Orleans] que trabaja para lograr una reforma del sistema de justicia penal, especialmente para delimitar el tamaño de las celdas y para que se traslade a instalaciones más adecuadas a las personas encarceladas que padecen enfermedad mental. La Coalición se ha expresado sobre el modo en el que el sistema de justicia penal injustamente penaliza a las personas que viven en situación de pobreza.
Los miembros de ATD Cuarto Mundo que viven en situación de pobreza extrema se ven abrumados por los esfuerzos que realizan para sobrevivir y por las veces que escuchan que no valen para nada. Sin embargo, a través de la mediación de ATD Cuarto Mundo Nueva Orleans, las familias que viven las situaciones más graves de exclusión han logrado establecer lazos con los servicios y participar en la labor de incidencia política de la asociación FLLIC y de la Coalición. Asimismo participan en el esfuerzo por mejorar la situación del sistema educativo, judicial y penitenciario que con frecuencia aplasta a las personas en lugar de proporcionar justicia.
Foto © Richard Ross y el proyecto Juvenile in Justice [Jóvenes en el sistema de justicia]. Desde que supo que niñas y niños de hasta diez años integran el sistema de justicia de menores, Ross se ha dedicado a investigar y a documentar el funcionamiento del mismo. Si quiere saber más acerca del trabajo llevado a cabo por él, entre otros sus reciente publicación, Jóvenes mujeres en el sistema de justicia, véase aquí.