La aplicación de Los Principios rectores sobre la extrema pobreza y los derechos humanos en el Océano Índico
El 4 de mayo de 2016 en Mauricio, se celebró una jornada de sensibilización y de trabajo a partir del manual para la aplicación de los Principios rectores aprobados por la ONU:
«Lograr que los derechos humanos sean una realidad efectiva para las personas que viven en situación de extrema pobreza» (véase también el vídeo adjunto)
Organizado conjuntamente por ATD Cuarto Mundo y Cáritas Mauricio, reunió a 70 personas de toda la región (Islas Reunión, Madagascar, Rodrigues, Islas Comoras y Seychelles) entre las participantes había personas que viven en situación de extrema pobreza y otros colaboradores de Mauricio (asociaciones y organizaciones de la sociedad civil, instituciones, ministerios y fundaciones). Esta jornada se celebró en colaboración con la Comisión del Océano Índico y con el apoyo de la Unión Europea.
Paul Mercier, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Mauricio, abrió la jornada haciendo hincapié en el desafío que constituye para los próximos años el compromiso de la ciudadanía « de un modo especial de las ciudadanas y los ciudadanos más vulnerables, logrando su participación en el desarrollo y en el progreso de sus sociedades«.
El trabajo, tema central de la jornada
Los participantes han citado numerosas situaciones de vulneración de los derechos humanos en este ámbito, así como las diferentes soluciones propuestas.
En Madagascar, el trabajo informal en el basurero permite a familias completas ganarse la vida. Las niñas y niños trabajan allí para contribuir a cubrir las necesidades de sus familias, se trata de un contexto peligroso y difícil, todas las personas se empujan y los menores tienen que pugnar con las personas adultas.
Se ha puesto en marcha una cierta organización: las personas que tienen más fuerza suben a los camiones e inician la recuperación mientras que los camiones circulan hasta el basurero.
Cuando los camiones vierten su carga, niñas, niños y mujeres toman el relevo. De este modo cada persona obtiene su parte en la selección de la basura del camión. Pese a esta organización hay accidentes y es difícil curarse correctamente, además, no todos los menores están escolarizados. ATD Cuarto Mundo ha iniciado una reflexión con padres y madres respecto a la escolarización de sus hijas e hijos y dialoga con ellos sobre fuentes alternativas de ingresos y sobre temas relacionados con la salud.
Otros ejemplos han puesto de manifiesto la importancia del compromiso personal para lograr que se respeten los derechos.
Así, una mujer a la que habían despedido de su trabajo sin seguir ningún tipo de proceso ni indemnización alguna cuando su empleador supo que era seropositiva, estuvo sin ningún tipo de ingreso durante seis meses y sin atreverse a buscar trabajo debido al temor que tenía tras lo que había padecido.
Esta señora logró contar con diversos apoyos: una amiga que la acompañó, una asociación que le permitió contar con un seguro de emergencia y otra asociación que le ayudó a obtener su respectiva indemnización y a lograr que el empleador fuera sancionado.
Se presentaron diferentes acciones sindicales y en materia de economía solidaria, como la asociación de producción artesanal Miasa, Mianatra, Miaraka (Trabajar y Aprender Juntos) de Madagascar y la lucha por un salario decente llevada a cabo en Mauricio por «limpiadores» (agentes del Estado responsables de la limpieza de los establecimientos escolares), con el apoyo de la Confederación de los Trabajadores del Sector Privado.
Propuestas concretas para la mejora del acceso a un trabajo decente
Tras los intercambios realizados durante la jornada, las personas participantes formularon 14 propuestas que exigen un compromiso por parte de las autoridades locales y la sociedad civil:
- Simplificar las iniciativas para poder defenderse, para defender los derechos, en términos de tiempo, de lenguaje y de formularios requeridos, para que estos sean accesibles a todas las personas.
- La elaboración de una ley contra las discriminaciones.
- La creación de oportunidades de empleo, especialmente para las personas más pobres.
- La promoción del comercio justo que favorece las pequeñas iniciativas artesanales.
- La garantía de que se defenderá el trabajo artesano en las negociaciones nacionales e internacionales en materia de desarrollo económico.
- La invitación a la Comisión del Océano Índico para que comunique de un país a otro los progresos realizados por un país en el ámbito del derecho laboral.
- Que se sumen a las plataformas de reflexión.
- La garantía de la igualdad entre trabajadores mediante la armonización de las condiciones de trabajo entre diversos agentes: respetando el principio según el cual a mismo trabajo, mismo salario para todas las personas.
- El establecimiento de un salario de base para una vida digna.
- Que se facilite el acceso a la información mediante la multiplicación y la profesionalización de las oficinas de empleo.
- Que se persiga que la formación se adapte a cada persona a fin de lograr un diploma y los documentos correctos para la obtención de un empleo.
- Que se dé a conocer el manual de Principios rectores, especialmente a los Gobiernos.
- La realización de bases de datos compartidas por las diferentes infraestructuras, que incluyan buenas prácticas.
- La propuesta de una ayuda adaptada a las distintas situaciones y no una misma ayuda independientemente de las necesidades.
Los derechos, una preocupación de todas las personas
La jornada, sobre todo, ha permitido poner de manifiesto que la pobreza es una cuestión de derechos humanos y que la participación de las personas en situación de pobreza es indispensable para la realización efectiva de los derechos.
- «Conozco mis derechos, pero no me atrevo a reclamarlos.
En ocasiones, no hay nadie que escuche a las personas que viven en situación de pobreza a informarles de sus derechos.
Algunas personas ignoran por completo sus derechos y es necesario que los conozcan.
A quienes conocen sus derechos pero no se atreven a reclamarlos, es necesario acompañarlos.»
(una persona de Madagascar)
- «En todas las islas se vulneran los derechos humanos.
Es necesario unirse con firmeza para superar la pobreza y adquirir nuestros derechos.
Es necesario desplazarse para ver lo que sucede allí, detrás, en un rincón, y juntos, con las personas que lo padecen, buscar conjuntamente las soluciones».
(participante de Seychelles y de Comoras)
Patricia Adèle Félicité de Caritas Maurice insistió en el cambio de metodología de trabajo que implica la aplicación efectiva de los Principios rectores para todos los agentes de la sociedad implicados en la lucha contra la pobreza. «El ejercicio que hemos llevado a cabo ha demostrado que no podremos erradicar la pobreza si nuestra acción no está fundamentada en los derechos humanos.
El manual para su aplicación se dirige a todos los agentes locales,
y no únicamente a los funcionarios públicos, trabajadores sociales, animadores comunitarios, docentes, sino también a personas que se movilizan en el seno de las organizaciones no gubernamentales, instituciones religiosas o asociaciones comunitarias.
Es necesario que todas las personas adopten esta metodología de trabajo fundamentada en los derechos humanos.»
Gilbert Descombes, Presidente de ATD Cuarto Mundo Mauricio ha subrayado que las personas que viven las situaciones más extremas de pobreza no han esperado para implicarse en favor de los derechos y que añaden un contenido real a la palabra «participación»: «Estos principios rectores actualmente no son de obligado cumplimiento, sino que sirven de orientación.
Sin embargo, si muchas personas reafirman su existencia, podríamos encontrar un camino para la imposición de estos derechos humanos.
Nosotros mismos deberíamos sentirnos parte implicada y aplicarlos.
(…) Las familias y las personas que viven en situación de extrema pobreza son objeto de discriminaciones, sufren distintas formas de vulneración de sus derechos y, sin embargo, siguen implicándose en sus barrios,
toman iniciativas que pasan desapercibidas y, en ocasiones, muchas de ellas corren riesgos, como hemos podido ver en los ejemplos que han presentado. Estas personas apoyan a otras que viven situaciones más graves de pobreza que ellas mismas.
Todas estas experiencias, todos estos esfuerzos deben conocerse, así como todos los abusos y las discriminaciones.
Por ello, entendemos que la participación no es una palabra vacía.»