Intervención de Isabelle Pypaert Perrin con motivo del lanzamiento en Angers de la campaña de movilización ciudadana:

Pobreza Nunca Más – Actuar Todos por la Dignidad

Hace cien años nacía Joseph Wresinski. ¡Que cumpleaños!
Si hoy estamos aquí reunidas y reunidos, no es para conmemorar el pasado, puesto que el padre Joseph Wresinski no es un hombre del pasado. Todavía va por delante de nosotros, nos precede. Su vida y su pensamiento completamente innovador abren perspectivas de futuro.
Por eso hoy lanzamos esta campaña de movilización, Pobreza Nunca Más – Actuar Todos por la Dignidad, pues queremos que la juventud de hoy, que esta juventud que rechaza que el mundo siga avanzando dejando atrás a toda una parte de la humanidad, sepa que puede contar con la experiencia y las convicciones del padre Joseph.
Queremos que sepan que pueden también contar con nosotras y nosotros, de todas las generaciones, de todos los medios sociales, y que nos comprometemos a actuar contra la miseria.

• La juventud es portadora de futuro; pero ella sola no lo puede todo. Necesita de cada una de nosotras, de cada uno de nosotros.
• Invitamos a la juventud, queremos sumarnos a ella.

Esta juventud que observa como las fuerzas que imperan en el mundo desvían su camino de la justicia y la paz. Esta juventud que observa como estamos dirigidos por unas finanzas que, con demasiada frecuencia, no consideran nada fuera de su propio ámbito; un mundo de conocimiento que abandona tantas inteligencias; un mundo económico que se desentiende de tantas manos.
Mientras esta juventud busca el sentido de las cosas, la autenticidad, los encuentros reales. Joseph Wresinski es el hombre del verdadero encuentro, de la vida compartida, de la búsqueda obstinada de la liberación de su pueblo.
Esta vida compartida le permitió confirmar su intuición, a saber: que la miseria es universal.
En Suiza o en África, una persona que viven en situación de miseria sabe que es una persona que sobra, que está de más y rechaza esta situación. Tanto en Nueva York como en La Paz, las familias que viven en situación de miseria luchan para que sus hijas e hijos no tengan la misma vida que ellas. Quieren sumar todas sus ideas y su valentía para que todas las niñas y niños del mundo tengan un futuro.
El padre Joseph tenía la convicción de que la miseria no es inevitable y no dejó de decir a cada persona: «Donde os encontréis, podéis actuar».
Al llegar al asentamiento de Noisy-le-Grand, dijo a las familias que vivían allí que le recordaban a su propia familia: «Ustedes merecen la pena, sus vecinas y vecinos también. Unidos, pueden luchar».
Se lo dijo también a las personas jóvenes que se sumaron a él, que no conocían la pobreza, y a quienes enseñó cómo aproximarse a las familias más pobres y movilizarse con ellas.
También se dirigió a personas de otros medios sociales diciéndoles: «Ustedes también tienen valor, se pueden comprometer, incluso deben hacerlo, pues hay compromisos que únicamente ustedes pueden llevar a cabo, hay medios sociales que únicamente ustedes pueden movilizar».

• Su mensaje aún debe dirigirse a la juventud; para decirles que no basta con indignarse, con denunciar, sino que hay que actuar conjuntamente, y para actuar conjuntamente, es necesario el encuentro.

Joseph Wresinski también puede decir a la juventud que en la lucha contra la miseria es necesario mantenerse en el tiempo, durar.

Por eso, durante este año de movilización que marca el 60ª aniversario de la creación de ATD Cuarto Mundo, queremos ofrecer nuestro movimiento a la juventud para que puedan encontrar ideas esclarecedoras, fuerzas y valor para ir más allá, para llevar hasta sus últimas consecuencias la lucha contra la miseria, la lucha por la igual dignidad de todas las personas que encarna este hombre que nació hace cien años en Angers, que encarna su pueblo. El pueblo del Cuarto Mundo, un pueblo que permanece en pie.