Involucrarse con niños y niñas en situación de calle
Foto: Encuentro regional de animadores y animadoras, Bangui, 2021 © ATD Cuarto Mundo
Artículo escrito por Henri Muzusangabo, animador del Movimiento ATD Cuarto Mundo en la República Democrática del Congo
Encuentro regional de animadores y animadoras que actúan con niños y niñas
Aprender juntas y juntos a involucrarse con los niños, las niñas y los jóvenes que viven y trabajan en la calle. Esta fue la ambición de la reunión regional celebrada en Bangui (República Centroafricana), que reunió a una veintena de animadores y animadoras de tres países: Burkina Faso, República Centroafricana y República Democrática del Congo. El programa se diseñó para facilitar el intercambio de experiencias entre participantes, en una dinámica de co-formación.
Un espacio brindado a estos jóvenes animadores y animadoras para que aprendan de la experiencia de los demás y lleven su ambición lo más lejos posible: acudir a los jóvenes en la calle, no para quedarse con ellos y ellas, sino para ayudarles a encontrar su lugar en sus familias, en su comunidad y en la sociedad.
Los animadores y las animadoras encuentran en su propia experiencia una sólida base para su compromiso
En los tres países, niños, niñas y jóvenes en situación de calle se enfrentan a dificultades que aumentan su nivel de vulnerabilidad. En este entorno, son objeto de diversas formas de violencia. Sin embargo, entre ellos, siguen siendo solidarios. Observan a su sociedad y son muy conscientes de la negligencia e indiferencia casi general ante el sufrimiento que padecen.
Es a partir de esta observación que los animadores y las animadoras reflexionan sobre las acciones a realizar. Algunos y algunas han vivido en la calle en su infancia, y conocen y comprenden bien esta realidad. Gouba, un animador en Burkina Faso, dice de buena gana: “Estos niños y estas niñas son mis amigos y mis amigas”. Otros animadores y animadoras, aunque siempre han vivido con sus familias, también han tenido dificultades debido a la pobreza. Todos y todas saben por experiencia que los niños y las niñas a los que llegan necesitan amor y que tienen mucho que aportar a la sociedad.
La lucha contra la miseria es su día a día
Uno de los animadores más jóvenes dice: “Cuando mi padre murió, la vida de nuestra familia dio un vuelco. Mi madre, excluida de la herencia, tuvo que hacer lo que fuera para asegurar nuestra supervivencia. Aceptó cualquier trabajo disponible, como lavar la ropa en otros hogares del barrio. A pesar de todas sus dificultades, me apoya y me aconseja. Cada día me anima a involucrarme con otros y otras contra la pobreza.” Todos y todas tendrían historias similares que contar, y nadie se rinde ante la precariedad.
Del conocimiento a la acción, las animadoras y los animadores refuerzan su poder de actuación
Todos los temas planteados en la reunión fueron elaborados a partir de hechos sólidos y reales:
- Entender mejor cómo la pobreza separa a padres e hijos e hijas.
- Descubrir el contexto de los diferentes países a través de la realidad que viven los niños, las niñas y los jóvenes en la calle: violencia, resistencia y solidaridad.
- Presentar las acciones para ver la diversidad de actividades que tienen en cuenta los contextos, los compromisos y las alianzas. Los principios de actuación y la forma de llegar concretamente a los niños y las niñas, de hacer evolucionar las actividades en función de los vínculos que se van forjando y de la confianza que va creciendo entre ellos y ellas. Darse los medios para dar un paso atrás y proporcionar vías para la evolución de la acción.
- Abordar la cuestión de la participación de los niños y las niñas, que es esencial, así como la abogacía para la protección de sus derechos, siendo la abogacía la extensión natural de la acción para lograr un cambio real.
Un momento para compartir
Una agradable sorpresa fue añadida al programa: la visita de un artista excepcional que fabrica objetos de alambre, de ahí su nombre “Wilfrid, alambre de hierro”. Él mismo ha experimentado la lucha por sobrevivir en las calles y nunca ha renunciado a su pasión por crear.
Otro punto destacado para las personas participantes fue la visita a las familias de la isla de Mbongossua, a orillas del río Ubangi. Las personas participantes mostraron su solidaridad con estas familias que viven en tiendas de campaña desde las inundaciones de octubre de 2019. También fue un estímulo para el equipo del Movimiento Cuarto Mundo que acompaña a estas familias para que accedan a una vivienda sostenible en un entorno saludable.