Esto es lo que quiero hacer
Maryori Vasquez Delgado es desde hace 5 años miembro de ATD Cuarto Mundo en Cusco – Perú. Actualmente, tiene 24 años y vive en la Provincia de Anta, a 30 minutos de Cusco. Egresada de la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación, actualmente se forma para ser mediadora de lectura.
Conocí ATD Cuarto Mundo a través de las Bibliotecas de Calle. En esa acción descubrí que el libro podría ser una herramienta de encuentro humano, más allá de ser un elemento de lectura. Igualmente, me permitió entender por qué una acción como la Biblioteca de Calle es una estrategia de lucha contra la pobreza.
En las Bibliotecas de Calle, los niños potencian su creatividad, sus capacidades emocionales, sociales, lingüísticas, etc. Los libros les ayudan a transmitir, potencia su manera de leer su realidad. Les abren las puertas hacia el conocimiento, que es una herramienta importante para salir de la pobreza.
Así nació la idea del Bochito Librero
Mi experiencia como animadora de Biblioteca de Calle, me motivó a replicar esta acción en mi pueblo de origen, Anta. La bauticé con el nombre de “El Bochito Librero”. El entusiasmo de los niños en las Bibliotecas de Calle y la acción de préstamo de libros me ilusionó mucho, me hizo pensar que esta práctica de llevar libros como medio de encuentro debería replicarse.
Tengo un Volkswagen de los años 80 y se me ocurrió que este podría ser un elemento importante para el proyecto, Anta es una zona rural. Casi a todos los niños les gusta este modelo de coche por su forma de escarabajo y ¡qué mejor si viene cargado de libros!
- Las primeras veces eran pocos los niños y niñas que venían a nuestro encuentro, me asustó no tener el éxito que imaginaba, pero estaba decidida a no rendirme. Ahora, cuando las niñas y niños nos ven, se emocionan, corren a sacar los libros y tienen ganas de leerlos todos, y siempre pienso que no tengo los libros suficientes.
Cada vez que consigo un trabajo destino una parte de mi dinero a la compra de libros y materiales de escritorio. Es verdad, que el dinero es un elemento importante para iniciar y mantener un proyecto, pero no lo es todo, hay otras formas posibles. En las Bibliotecas de Calle descubrí que lo que más aprecian los niños son a las personas que tienen al frente, esas personas están ahí por voluntad, es el encuentro que hace de este momento una experiencia de calidad. Inicié el “Bochito Librero” con mi coche, un poco de gasolina y unos cuantos libros prestados de la Biblioteca de Calle y la compañía de todo un Movimiento.
En el camino, hubo un momento en el que me sentí desanimada, lo hable con mis compañeros y compañeras de ATD, como siempre lo hago, ellos me motivaron a seguir adelante, me recordaron que todo era un proceso. Así mismo, recibí el apoyo moral y material de mi familia, amigos y las madres de los niños y niñas que participan del Bochito Librero.
Esto lo aprendí en la Biblioteca de Calle
Además de la motivación descubierta a través de ATD Cuarto Mundo, tengo una motivación personal que me sostiene. Desde niña me gusta leer, pero no tenía acceso a muchos libros por razones económicas. En mi escuela solo había libros muy complejos, difíciles de entender, el primer libro que leí fue Yawar Fiesta1, tenía 9 años, lo entendí con dificultad; después leí cuentos cortos, así fue como empezó mi gusto y amor por los libros.
Pienso que ofrecer a los niños libros de calidad, adaptados a su pensamiento y a sus destrezas lectoras es muy importante, esto lo aprendí en la Biblioteca de Calle.
La idea de llevar una biblioteca con libros de calidad a poblaciones en situación de pobreza, para mí es un acto de justicia, personalmente es como sanar esa falta que tuve en mi infancia, porque sé que hay niños que también viven esa historia. Me emociona la alegría de los niños cuando se prestan un libro.
Los niños, por naturaleza, son cariñosos, aun sin conocerte te abrazan, juegan contigo, te dan su confianza, como si te conocieran de toda la vida. Por unos meses dejé de ir a las Bibliotecas de Calle, cuando volví, una niña me dijo “De tiempo estás volviendo, ¿por qué no venías?”, me sentí muy importante. Esa pequeña frase confirmó mi compromiso, “esto es lo que quiero hacer”.
Ya no estoy sola, somos un movimiento
Antes de conocer ATD Cuarto Mundo, tenía la intención de involucrarme en algún proyecto como voluntaria, pero descubrí algo mucho más grande. La estrategia de acción en la Biblioteca de Calle y otros proyectos de ATD, es muy humano y natural; aun así, al principio me era poco habitual, empecé muy tímida, sin conocer mucho las acciones del Movimiento, con el tiempo, entendí, aprendí y me enamoré de esta manera de hacer.
Ahora estoy comprometida no solo como animadora de Biblioteca de Calle, soy un miembro del Movimiento ATD Cuarto Mundo. Mi idea inicial era hacer un voluntariado, ahora tengo un compromiso de trabajo para hacer avanzar el propósito de ATD, que es también mi propósito personal, “A partir de las personas en situación más grave de pobreza, construir un mundo justo y sostenible que no deje a nadie atrás”.
Ya no estoy sola, somos un movimiento. No se trata de ayudar, en ATD Cuarto Mundo trabajamos juntos en beneficio de todos.