Erradicar la extrema pobreza, es también construir nuestras sociedades de manera sostenible.
RIO + 20 Foro social temático: Crisis del capitalismo, Justicia social y medioambiental
« Cuando nos levantamos por la mañana sin saber dónde ir, con nada que dar de comer a nuestros hijos, esto es violencia. Cuando nos sentimos obligados a pelearnos para defender lo poco que tenemos, eso es violencia. Cuando todos los días estamos obligados a bajar la cabeza, cerrar los ojos, callar, eso es violencia » (Haití 2009)
Tal es la realidad enfrentada por aquellos que viven en la extrema pobreza, cuando la falta de medios materiales para satisfacer las necesidades esenciales es sufrida y reforzada por una profunda exclusión social y una denegación de los derechos, ligados al no reconocimiento de la dignidad humana: « La ausencia de seguridades de base conduce a la extrema pobreza, cuando ella afecta simultáneamente varias áreas de la existencia, cuando se prolonga y cuando compromete gravemente las oportunidades de reconquistar sus derechos y de reasumir sus responsabilidades en un futuro previsible » (Informe del experto independiente sobre los derechos humanos y la extrema pobreza en el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, 2010.)
El Programa 21 y el plan de ejecución de Johannesburgo destacan la erradicación de la pobreza como una necesidad para el desarrollo sostenible. Sin embargo, a pesar del progreso en ciertos países en las dos últimas décadas, los niveles de pobreza se mantienen elevados. Según el índice de la Pobreza Multidimensional desarrollado por el PNUD, 1,75 millones de seres humanos conocen grandes privaciones en materia de salud, educación y de nivel de vida (PNUD. Informe sobre el desarrollo humano 2010). Incluso en los países « ricos », el crecimiento económico no ha erradicado la pobreza: casi una persona sobre siete está amenazada por la pobreza en la Unión Europea o en los Estados Unidos.
Un fundamento ético: una sociedad basada en la igual dignidad de cada uno y de todos
« Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos. Están dotados de razón y de conciencia y deben actuar los unos hacia los otros en un espíritu de fraternidad. » (Artículo 1 de la Declaración universal de los Derechos Humanos)
En todas partes, la vida de los más pobres nos muestra como los derechos están entrelazados, y cuán imperativo es reconocer la igual dignidad de toda persona para su puesta en aplicación. Es necesario no solamente abrir el acceso a los derechos, sino también darle la posibilidad real a toda persona, de una participación activa en la sociedad. El hecho de ser igual en dignidad no significa solamente convertirse en beneficiario de deberes, sino también poder aportar una contribución reconocida como importante.
« Nosotros vimos a toda una familia ahogarse en el agua, un agua mezclada con desagüe. Estas familias viven en esta contaminación, cocinan con esta agua. Los niños, sus escuelas son inundadas, los centros de atención son inundados, los mercados son inundados, no hay salida, toda la vida del barrio está amenazada » (Un militante Cuarto Mundo en Senegal, 2011)
Aparte de estar excluidos de las ventajas de modelos de producción y consumo que tienen un impacto negativo sobre el medioambiente, las personas que viven en la gran pobreza son acusadas de ser responsables de la degradación del medioambiente. Ellas viven y trabajan en las condiciones más degradantes y peligrosas, expuesto a la contaminación del aire y del agua, en zonas de deslizamientos de terreno, terrenos inundables o desérticos, obligados a desplazarse de un lugar a otro, sin seguridad en términos de medios de subsistencia, de trabajo, de salud o de educación.
No obstante, ellas no son víctimas pasivas. Ellas están en primera línea de las acciones para hacer frente a las crisis medioambientales, resistiendo realmente con pocos medios, pero con el saber y la experiencia de aquellos que han vivido en las dificultades desde hace generaciones. Lamentablemente, este saber rara vez es tomado en cuenta cuando se trata de establecer cuáles son los desafíos que enfrenta la sociedad. El no reconocimiento de las personas que tienen algo que aportar a la sociedad es sin duda la violencia última que sufren aquellos que viven en la gran pobreza.
« La peor desgracia es saber que tú no cuentas para nadie, al punto mismo que tu sufrimiento es ignorado » Joseph Wresinski. Para que personas o familias puedan liberarse de la extrema pobreza, tienen que poder movilizar los lazos que le dan acceso a los derechos fundamentales: los lazos familiares y comunitarios, los lazos de pertenencia al mundo del trabajo, los lazos creados en la escuela y en el acceso a los servicios básicos y los lazos de ciudadanía. Mantener y reforzar estos lazos debería ser la prioridad de todo programa de erradicación de la pobreza. La importancia de los lazos comunitarios para hacer frente a la adversidad está claramente demostrada. Pero el lazo de pareja es sin cesar amenazado por la inseguridad y la pobreza, lo mismo que el lazo padre-hijo está amenazado por la extrema pobreza.
En muchos países del mundo, padres que viven en la extrema pobreza son separados de sus hijos, a menudo ubicados porque sus padres no pueden asegurarle las necesidades esenciales que son la alimentación, la vivienda, el acceso a la salud, la escuela. Este tipo de separación es extremadamente violento para los padres, que son heridos y culpabilizados de no haber podido asumir sus responsabilidades, y para los niños, cuya necesidad más importante es la de sentir el amor de sus padres. Estas separaciones traumatizan a los padres y a los niños y entraban el desarrollo. Paradójicamente, los responsables políticos comienzan apenas a reconocer que los programas de lucha contra la extrema pobreza deben reconocer y mantener los esfuerzos incesantes que ya hacen las familias.
Construir una acción sostenible supone considerar las diferentes relaciones entre las personas y el medioambiente, respetando su saber y su experiencia, comprendiendo las causas profundas de los problemas y creando las condiciones de una acción colectiva.
Con este objetivo, los principios básicos deben incluir especialmente:
- El acceso a los derechos y el reforzamiento de los lazos deben ir a la par.
- El respeto de los sistemas de saber que han sido marginados, incluidos aquí aquellos de las personas que viven en la extrema pobreza. Inventar un modelo de desarrollo sostenible supone extraer el mejor de los valores tradicionales compartidos por numerosas personas en el Este como en el Oeste, y hoy sofocados por el modelo de desarrollo consumista. Estos valores forman parte de la herencia humana en la cual hay que inspirarse para reinventar la riqueza hoy.
- La transformación personal está en la raíz de un cambio social más amplio. Esto implica desarrollar el acceso a la educación, a formaciones adecuadas, pero también promover cambios de punto de vista y de modo de actuar de parte de otros miembros de la sociedad, incluidos aquí los actores políticos, haciendo valer lo que ellos pueden aprender de las personas que viven en la pobreza extrema.
El derecho a la participacion en diferentes niveles de la sociedad y en la vida política es una condición necesaria para el desarrollo sostenible. - La primacía ética supone que el orden legal internacional esté subordinado al derecho supremo que es el respeto de la igual dignidad para todos los seres humanos.
Una economía sostenible orientada a cubrir las necesidades fundamentales de todos.
« He visto a una madre totalmente abandonada, a la que le faltaban las fuerzas para continuar llevando su vida. Con lágrimas en los ojos decía: no tengo nada que dar de comer a mis hijos. Ya no puedo trabajar, nos han prohibido sacar arena del río » Un militante Cuarto Mundo en Honduras.
En 2004, una municipalidad de Honduras prohibió a la gente extraer arena en el río, con el fin de proteger las riberas. Una decisión importante en términos medioambientales, pero que no consideró el hecho que para muchas familias, el único ingreso provenía de esta actividad. Los programas orientados a proteger el planeta deben también ser pensados y realizados con las personas que viven en la extrema pobreza, no contra ellos.
Las personas y los países más pobres son los más amenazados por las consecuencias del calentamiento climático, por la volatilidad de los precios alimentarios y las negociaciones internacionales. En todos los continentes, habitantes autóctonos y granjeros son expulsados de sus territorios ancestrales por tomas de tierras, o con el fin de dar lugar a « proyectos carbono » en los que empresas internacionales y bancos compran créditos carbono a los gobiernos.
Los modelos de producción y de consumo de hoy que ponen en peligro nuestro planeta no son sostenibles. El crecimiento económico, cuando despoja de los recursos naturales, maximiza las desigualdades y provoca la exclusión social, es cada vez más visto como un desastre. La transición hacia una economía verde debe también conducir a una economía más justa, no sometida al poder financiero y de la especulación. Como evidencia, la desregulación que numerosos gobiernos han mantenido durante las últimas décadas, debe ahora ser puesta en tela de juicio. En todo el mundo, los más pobres son obligados a vender su fuerza de trabajo por salarios más bajos y en condiciones difíciles, en actividades rechazadas por otros y sin ninguna estabilidad. Debe construirse una nueva economía a partir de sus esfuerzos, aportando mejores condiciones de trabajo y de protección social.
Es buen tiempo de distinguir las actividades que deben crecer, ya que ellas reúnen las necesidades básicas de todos los ciudadanos y son sostenibles, y las actividades que deben disminuir, porque ellas conciernen necesidades superfluas o no son sostenibles. Las primeras, como la agricultura familiar biológica, deben ser mantenidas por los poderes públicos, en tanto que las segundas debieran tener tasas de impuestos más elevadas.
He aquí nuestras principales propuestas:
- Promover un enfoque partiendo de la base, fundado en iniciativas locales donde los medios económicos son utilizados para promover el bienestar de las personas en su comunidad y no solo para obtener beneficios.
- Desarrollar un soporte universal de protección social que incluya una cobertura de atención de salud, un acceso gratuito a la educación, un sistema de ingresos mínimo para proteger de la extrema pobreza a aquellos que no pueden trabajar, pensiones para la vejez, la discapacidad, la invalidez y la viudez.
- Incluir la promoción del trabajo decente en las estrategias de desarrollo.
- El derecho a un medioambiente seguro – la pobreza es violencia y los más pobres sufren diferentes tipos de violencia, incluida aquí la violencia medioambiental. Una justicia medioambiental y la construcción de la paz deben estar en primera línea.
- Los Estados y las agencias internacionales deberían adoptar medidas y garantizar el financiamiento necesario para poner en marcha estudios de impacto sistemáticos para identificar y tomar en consideración los efectos de las políticas de desarrollo sostenible sobre las personas que viven en la extrema pobreza.
Incluir la protección de la agricultura alimentaria, factor de soberanía nacional a igual título que cláusulas de protección de los derechos humanos, como parte integrante de los acuerdos comerciales, como lo sugiere el Consejo de los Derechos Humanos.
Gobernanza mundial y participación
« Debemos verificar que ellos no utilizan la pobreza de la gente, que no nos manipulan. No somos sólo personas a quienes ustedes deben dar algo, sino también personas a quienes ustedes deben preguntar su punto de vista. » Un militante Cuarto Mundo en Guatemala.
La manera en la cual organizamos nuestra vida y tomamos decisiones es vital para construir una sociedad que esté basada efectivamente sobre la igual dignidad de todos los seres humanos, en armonía con la naturaleza. En nuestras familias y nuestras comunidades hasta en nuestras ciudades y nuestros países, la manera en la que se toman y aplican las decisiones tiene un impacto directo sobre nuestras vidas. En estos diferentes niveles, los que enfrentan cotidianamente las situaciones más difíciles no tienen voz en el capítulo. Es un tema clave. El saber es a menudo acaparado por grupos que se sirven de él como un medio de dominación. No puede haber una sociedad democrática sin una democratización del saber que debería hacerse en dos direcciones: 1/ permitir a las personas relegadas en la extrema pobreza el acceso a las competencias básicas, como ser capaces de leer, escribir, etc. 2/ incorporar el saber de vida de los más pobres en las grandes corrientes del saber, para hacerlo más apreciable en todas las dimensiones humanas. Si queremos construir una sociedad sostenible, se debe hacer una inversión para crear las condiciones necesarias para promover la participación igual de todos. Se debe construir una gobernanza mundial desde el nivel local a través de los procesos de participación.
Propuestas:
- Crear las condiciones necesarias para compartir el saber entre investigadores, decisores, actores en terreno y poblaciones que viven en la extrema pobreza a fin de construir un saber que sea más eficaz en la lucha contra le extrema pobreza.
- Suscitar investigaciones permanentes al interior de la sociedad civil sobre la dimensión democrática del funcionamiento interno de las ONG a fin de velar por el lugar dado a las personas de orígenes desfavorecidos.
- Incitar a los Estados a crear un medioambiente favorable para desarrollar y promover las aptitudes de las personas, las organizaciones comunitarias, los movimientos sociales y otras organizaciones no gubernamentales para trabajar por un medioambiente sostenible y para luchar contra la extrema pobreza.
- Adoptar y poner en marcha los Principios rectores sobre la Extrema pobreza y los Derechos Humanos. El Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha elaborado un conjunto de principios que hacen referencia a la garantía de los derechos humanos para todos, incluidos aquí, los de las personas que viven en la extrema pobreza. Este trabajo considera una serie de consultas incluyendo a las personas relegadas en la extrema pobreza en diferentes países. El texto final de los Principios rectores será presentado al Consejo en septiembre de 2012. Su adopción y puesta en marcha posterior, serán una herramienta esencial para garantizar el respeto de los derechos del hombre para todos aquellos que estén en los marcos de desarrollo.
- No debiera adoptarse ninguna resolución bajo egida de la ONU sin tomar cuidadosamente en cuenta como las personas relegadas en la extrema pobreza evalúan los objetivos del Milenio, y sin integrar sus ideas sobre la manera de ir más allá. La elaboración de un marco de directivas internacionales en materia de desarrollo sostenible, tales como los Objetivos de desarrollo sostenible, debe incluir la participación de todos los componentes de la sociedad, incluidas aquí las personas que viven en la extrema pobreza.
- Inscribir el objetivo de erradicar la extrema pobreza en las constituciones nacionales y en las leyes y los tratados internacionales.
El documento de propuesta: « Extrema pobreza y gobernanza mundial » puede descargarse sobre la página Internet