El Día Mundial de Rechazo a la Miseria se conmemoró en Bolivia con una Feria y un concierto de niños y niñas.
Un día como hoy, hace 25 años, 100.000 defensores de los derechos Humanos se reunieron en la Plaza del Trocadero de Paris, Francia, respondiendo al llamado del Padre Joseph Wrensiski a unirse todos para luchar contra la miseria y la ignorancia que hace víctima a aquellos que viven en extrema pobreza. En ese entonces se dejó la placa conmemorativa sobre esta lucha: “Allí donde hay hombres condenados a vivir en miseria, los derechos humanos son violados. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado”, la misma ahora tiene réplicas por todo el mundo para recordarnos el eterno compromiso de erradicar toda forma de violación a los derechos fundamentales de las familias que día a día se ven degradadas por una sociedad cada vez más ciega e indiferente a estas injusticias.
En La Paz, Bolivia, voluntarios, aliados y militantes no se quedaron indiferentes a esta importante conmemoración, por lo cual se realizaron dos eventos el mismo miércoles 17 de octubre, que exhortó a la población a sumarse a esta lucha. El primero fue una feria didáctica-reflexiva, que se llevó a partir de las 15:00 horas, en la plaza San Martín, más conocida como plaza triangular, de la populosa zona de Miraflores. En la misma participaron stands de la Defensoría del Pueblo, La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos La Paz, el Comedor Popular Wisllita y cuatro stands de la Universidad Mayor de San Andrés. Esta último puso el condimento especial a la feria con estudiantes de la carrera de Ciencias de la Educación que recrearon la Feria con juegos didácticos que invitaban a los visitantes, no sólo a divertirse, sino que a través de ello puedan comprender un poco más de la realidad dura que viven algunas familias en extrema pobreza. También se tuvo un altar donde el público podía ver nuestra réplica de la Placa del Trocadero, pero además de una tela con la inscripción “17 de Octubre Día Mundial de Rechazo a la Miseria”, donde toda persona que quisiera podía estampar las huellas de sus manos con pintura, demostrando de forma significativa su compromiso a actuar desde sus lugares de desenvolvimiento social a hacer respetar los derechos más fundamentales de las personas más vulnerables.
“Pobres no somos nosotros, pobres son los que nos maltratan, miserables son los que nos humillan”, es un extracto del discurso de cierre a cargo del militante Juan Carlos Baltazar que arrancó muchos aplausos y emotividad de los que se reunieron frente al pequeño escenario para despedir la Feria del 17 de octubre convencidos de que la lucha no es fácil, pero que todos podemos aportar con un granito de arena a este rechazo a la miseria. Al finalizar el evento la profesora Esperanza Gallardo condensa en una frase el sentido de la feria: “Tenemos que pensar que todos somos iguales”.
Ya por la noche se realizó el segundo evento en conmemoración a este 17 de octubre. Un concierto del taller de Música denominado “La amistad y la música nos une a todos los niños y niñas”, que reunió a 60 niños y niñas de la Casa de la Amistad de El Alto, del Comedor Popular Wisllita de La Paz y alumnos del Instituto Americano. Fueron diez canciones, entre ellas dos interpretaciones a dúo de guitarras, que arrancaron el aplauso eufórico, no sólo de los padres de familia, sino también de muchos invitado quienes reconocieron el arduo trabajo que se realizó durante todo el año con estos niños y que se vio reflejado en el escenario. El Concierto se realizó en el salón “las Banderas” del Instituto Americano La Paz, quienes ahora se ven motivados a unirse al Taller de Música y continuar así rompiendo murallas de injusticia y discriminación a través del arte y la cultura.