El club de lectura en Guatemala

El club de lectura tiene como objetivo Implementar nuevas estrategias y técnicas que permitan descubrir el gusto por la lectura con niños y niñas más vulnerables y prioritarios de la colonia “Lomas de Santa Faz” de la zona 18 de la capital Guatemalteca.

Esta acción fue impulsada a raíz de tener presencia bastantes años en la colonia con la dinámica “Préstamo de Libros” en cada visita a las familias percibíamos que muchos niños y niñas querían vivir otra experiencia con el libro.

El año 2018 iniciamos con esta gran aventura con un grupo de 7 niños y niñas, fuimos invitando a otros que sentimos son los más prioritarios, los que tienen siempre desventajas, actualmente el club de lectura tiene 40 lectores de 7 a 15 años, niños y niñas con muchas ganas de despertar el gusto por la lectura. Faltaria preciones de como se manera la actividad o esta bien asi?

El año 2019 conocimos a la familia García una familia de padres separados con 3 niños, Antony es el más pequeño, estos niños por motivos laborales de su madre están forzados a quedarse solos en casa. Doña Carla, la mamá de esta familia confía plenamente en sus niños pero las circunstancias de sus vidas no es fácil, ella hace todo lo posible para sostener y estar pendiente de sus niños; El año 2020 con la pandemia la vida nos puso a prueba con grandes desafíos, desafíos que para los más vulnerables se convirtió en sufrimiento y desesperación, particularmente a nivel económico y educativo.

A consecuencia de la pandemia las escuelas cerraron sus puertas, los gobiernos propusieron la educación a distancia por medio de algunas plataformas.

  • Guatemala entra en esta modalidad, con un gran detalle las familias no tienen acceso al internet otras ni un celular entonces la educación fue por guías de trabajo, esta modalidad no es favorable para los más excluidos.

A partir de este año el Club de Lectura tuvo que Implementar nuevas estrategias y técnicas que permitan a los niños descubrir el gusto por la lectura en particular con los más prioritarios, sin duda esta familia era una de ellas, Antony de 6 años iniciaba su etapa escolar, inscrito en 1° de primaria este año gano el curso como pudo, pero el gran desafío fue el siguiente año Antony estaba el 2° de primaria y no sabía leer, apenas reconocía algunas letras, se lo sentía incómodo mostrarse frente a otros niños con esa dificultad, al mismo tiempo la presión de la escuela porque pudiera aprender era muy fuerte, entonces el club de lectura se propuso sostener a Antony emocionalmente para que su etapa de aprendizaje de la lectura fuera una experiencia significativa y motivador, lo invitamos a ser parte del club, adaptamos algunas historias en formato pictogramas. La lectura silenciosa y la lectura en voz alta y grupal hicieron que Antony tuviera un acercamiento de amistad con el libro.

El club de lectura se convirtió para Antony en un espacio de aprendizaje desde la libertad, desde su propia seguridad y confianza en sí mismo, los otros niños aprendieron a respetar y valorar el ritmo de Antony, con las escasas letras que reconocía siempre fue parte de la lectura grupal, siempre tuvo el mismo libro que todos. Pocas veces falto a los encuentros del club, un día Antony nos dio la sorpresa nos dijo

“quiero empezar la lectura en voz alta, practique la primera página del libro y puedo leerlo, por favor quiero iniciar la lectura, prometo hacerlo en voz muuuuy alta”

es cierto era una página con poco contenido pero lo importante es que Antony por fin encontró su momento, esta sorpresa fue una felicidad para todo el grupo al oírlo los niños aplaudieron y lo felicitaron.

  • Antony nos recordó que todos tenemos un propio ritmo, una propia forma de aprender, nos recordó que la enseñanza debe ser conforme a las etapas de desarrollo, que no es necesario forzar tanto, el momento indicado llega cuando tiene que llegar…