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La biblioteca de calle es una de las acciones que permite a ATD Cuarto Mundo ganar la confianza de niñas y niños de los barrios y, a través de ellos, el compromiso de sus familias. Es el caso de Dominga Pereira, madre de dos hijos, ahora ya adultos, que participaron de este espacio cuando eran niños.

Migrante del campo, Dominga llegó a la ciudad de Lima a sus 14 años e hizo de la comunidad la Vizcachera su hogar hasta el día de hoy. Ahora ella ya tiene 62 años y recuerda bien la emoción que sentía al ser parte de las acciones en la comunidad.

“Desde el inició me motivó compartir con los niños. Yo venía a ayudar porque no había muchos animadores. Las mamás trabajaban, yo tenía un poco de tiempo [libre] en la tarde por eso venía a apoyar”.

“Conocí ATD Cuarto Mundo cuando Ángela y Alberto Ugarte (dos voluntarios permanentes)  empezaron a venir a la comunidad, creo que era el 2007. Mi hija estaba pequeña en ese entonces. Ellos juntaban a los niños en la casa de la vecina. Luego se trasladaron al patio de la iglesia. Venían los días jueves”.

Con el pasar de los años Dominga asumió mayor responsabilidad en la biblioteca de calle, convirtiéndose en una de las animadoras vitales. Este camino con el Movimiento le permitió comprender la importancia de la lectura con los niños y niñas.

“Antes no leía, ahora sí lo hago. Yo me siento al lado de los niños para ver los libros y los dibujos. Les explico lo que hay en el libro (…) Cuando llega sábado (día de la biblioteca de calle) yo pienso ¿qué vamos a hacer en la biblioteca, qué materiales vamos a necesitar?”.

Gracias a su carácter colaborativo Dominga también forma parte de otras iniciativas culturales como el de Abuelas y Abuelos Cuentacuentos. Éste es un programa organizado por la Casa de la Literatura Peruana que abre sus brazos a voluntarias y voluntarios de la tercera edad quienes, luego de recibir formación en la narración oral, se lanzan a animar sesiones de cuentacuentos en escuelas, bibliotecas, hospitales y toda institución organizada.

Sin lugar a dudas, Dominga pone toda su esperanza en la cultura y el amor por los libros para salir adelante, “ATD Cuarto Mundo es un apoyo para los niños, los motivan para seguir estudiando, empiezan a leer cuentos. Ellos deben estudiar para ser profesionales porque con el estudio se vence la pobreza”.