Cuando la infancia toma la palabra: intervención en las Naciones Unidas
Cada año, con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, se organizan conmemoraciones en todo el mundo. Personas que cada día afrontan la extrema pobreza toman la palabra e invitan a una movilización conjunta. Este día se recuerda que no podemos pretender dar respuesta a las cuestiones relacionadas con la extrema pobreza sin conocer y tomar en consideración la opinión y perspectiva de quienes se encuentran relegados a la última posición.
Cerca de doscientos niños participaron este año en la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza el 17 de octubre pasado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Paula, Alma y Raquel, delegadas del grupo Tapori de Ventilla, Madrid, centraron la atención y provocaron la admiración del público por su intervención.
Aprender juntos los derechos
Con otros niños de nuestro barrio formamos un grupo que se llama Tapori donde nos reunimos cada semana para jugar, pasárnoslo bien y aprender de los derechos y de la vida de nuestras familias y de nuestro barrio.
Tapori, nuestro grupo, es importante porque nos ayuda a ver los esfuerzos que hacemos todos los días para tener un barrio mejor.
Sabemos que nuestras familias y nosotras mismas hacemos muchos esfuerzos, pero nunca se ven, incluso nosotras mismas muchas veces tampoco los vemos.
Pensamos que todos los niños necesitamos de una familia que nos apoye y tener amigos.
Nuestras madres y nuestros padres tienen trabajos que otras personas no quieren y muchos de esos trabajos no les permiten pasar tiempo con nosotros, son trabajos muy duros.
Hay una madre que recupera y vende libros de segunda mano para poder vivir. Muchas veces los niños le acompañan con carritos llenos de libros y pesadas mochilas. Sabemos que la madre siente mucha vergüenza cuando por todo el esfuerzo de 2 o 3 días solamente gana 2 o 3 euros.
Otra madre trabaja como planchadora. Se levanta pronto, soporta grandes temperaturas y está de pie todo el rato. Cada día tiene que ir lejos pero como no puede gastar dinero en el autobús camina mucho y atraviesa dos parques. Y nuestro barrio no siempre es seguro, a veces tenemos miedo de estar en la calle. Nuestras madres tienen que decidir trabajar menos tiempo para poder estar con nosotras.
Hacen grandes esfuerzos y a veces se mueren de vergüenza por todo lo que tienen que pasar. Esa vergüenza a veces se convierte en una rabia que se vuelve contra todos.
En nuestras casas se discute por problemas de dinero o por la falta de trabajo. Nuestros padres a veces pierden la esperanza. Y cuando las personas pierden la esperanza se les empuja a hacer cosas que no deben. En todo momento hay preocupaciones, es todo el rato, todo el rato hablan de nuestros padres, incluso si están en la calle con otros vecinos celebrando, sabemos que les van a criticar.
Con nuestras vidas es difícil ser niños, pero creo que es más difícil ser mayor, porque además se tienen que preocupar por nosotras.
Al hablar de los derechos de los niños pensamos que no pueden existir nuestros derechos sin los derechos de nuestras familias.
Discriminación.
Yo creo que no soy pobre, pero los demás me miran y me tratan como si lo fuese.
Son los demás los que me hacen saber que soy pobre y diferente.
No nos da igual cuando las personas nos critican. En todos los sitios hay dificultades o problemas, pero siempre se ven más los nuestros. Nosotras mismas a veces queremos superar nuestros problemas criticando a otras personas porque pensamos que así no se verán los nuestros, pero al final terminamos haciéndonos daño unos a otros.
Muchas veces tenemos que mentir para proteger a nuestras familias, pero no son mentiras, son secretos para que dejen de preguntarnos.
Colegio
En el colegio siempre es difícil. Por ejemplo, un amigo nuestro que se llama Jesús ni siquiera va al colegio porque no tiene una casa donde vivir. Esta claro que entonces la casa es muy importante, porque, sin casa, ¿qué tienes?
En nuestro barrio hay personas que tienen dificultades con la casa, que tienen que okupar o que viven en locales que no se han pensado como casas.
Tener una casa es un refugio, con todas las dificultades que tienes si te quedas en casa nadie se entera.
Para los niños que sí podemos ir al colegio también es algo difícil. Hacemos muchos esfuerzos para que nos vaya bien en el colegio, pero vamos a estudiar con todas las preocupaciones que vivimos en casa, vamos al colegio a estudiar llenos de cosas de adultos.
En el colegio muchas veces tienes que mostrar una actitud como de valiente, y si te pasa algo actuar como que no te importara. Es mejor que no sepan nada de ti, porque bastante es con lo que tienes en casa, si además en el colegio supieran lo que te pasa en casa o lo que piensas se reirían de ti, te tratarían diferente y tus problemas se multiplicarían. Por eso algunos amigos tienen esa actitud de “pasar de todo” que hace que terminen expulsándoles de la escuela.
Esperanza
Cuando vemos todo el sufrimiento de nuestras madres, de nuestras familias nos preguntamos, pero, ¿por qué hacen esto por nosotros?
Creemos que es porque piensan en un futuro diferente para nosotros, un futuro mejor, un futuro que nosotros todavía no vemos.
La gente solo ve algunas cosas de nosotros, pero no ve que también somos felices, que nos queremos y que nos apoyamos.