Para la celebración del Día Internacional de la Familia, el pasado 8 de mayo 2015, familias en situación de extrema pobreza y maestros debatieron sobre ¡un colegio de éxito para todos y todas es posible!, para aceptar juntos dicho lema como desafía común. Compartieron el contenido de un panfleto publicado el martes 12 de mayo por el CESE (Consejo Económico, Social y del Medio Ambiente) sobre el tema “Un colegio de éxito para todos y todas”.

Para estas jornadas familiares, más de 300 personas entre niños, jóvenes y adultos de una docena de barrios de Isla de la Reunión se reunieron en un ambiente de buen humor y entusiasmo. Adultos y jóvenes participaron por la mañana en una Universidad Popular Cuarto Mundo, por la tarde se reencontraron para los talleres creativos y de desconexión. « Tout moun y en sort a zot a l’école, lé possib ! » « Una escuela de éxito para todos los estudiantes es posible! », fue el tema para toda la jornada.

Tras los preparativos en los diferentes barrios, los participantes, progenitores y enseñantes intercambiaron ideas y experiencias sobre lo que favorece el éxito de los niños y niñas. El manifiesto “Con confianza, es posible!” (en francés) se hizo público en este momento. Este documento de cuatro páginas es el resultado del trabajo realizado en encuentros individuales y colectivos con padres confrontados a la precariedad, y en los diálogos entre éstos y los enseñantes comprometidos con el éxito de todos.

Este trabajo comenzó tras la petición del Sr. Delahaye, comisionado por el Ministro de Educación ; y en el contexto de una recomendación preparada por el Consejo Económico, Social y del Medio Ambiente (CESE, por sus siglas en francés) que se basó en las contribuciones en Isla de la Reunión .

Los participantes demostraron que es posible un diálogo sereno y constructivo sobre la escuela, a pesar de las diferencias, a pesar de las representaciones, a menudo incompletas, que tienen los diferentes actores los unos de los otros. Una madre explicó cómo ha retomado el aprendizaje de la lectura y la escritura gracias al apoyo a la educación que reciben sus hijos de un organismo que interviene en su domicilio. Un jefe de estudios adjunto,  invitado de la mañana, recalcó la esperanza que representa para él este diálogo entre progenitores y enseñantes, diálogo que confirma que siempre se puede seguir aprendiendo. Varios padres indicaron que se renuevan las ideas y la fuerza al descubrir que hay otros enfrentándose a las mismas dificultades que ellos, o descubriendo dispositivos que pueden ayudar a sus hijos e hijas, como las clases-relevo o los Proyectos Personalizados de Éxito Educativo (PPRE, por sus siglas en francés).