Casa Familiar de Frimhurst: «Escuchar hace que te sientas útil»
- «Cuando se escucha a las personas y se tienen en cuenta sus ideas, con frecuencia puedes proponer respuestas mejores, y esas son las soluciones que funcionan».
— Eric, hablando acerca de cómo superar la pobreza
El 21 de octubre, cerca de sesenta miembros, amigas y amigos de ATD Cuarto Mundo celebraron el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza en la región de Surrey, dando continuidad a la celebración del 60.ª aniversario de la Casa Familiar de Frimhurst(1). En un día de tormenta, la casa resultó ser un lugar acogedor para escuchar la interpretación del grupo musical Surrey Heath Singers y para profundizar conjuntamente en la historia y la visión propuestas en Frimhurst. Una primicia importante fue la presentación de la película Frimhurst: Espacio de Libertad.
Para animar el debate principal, Eric explicó cómo, para él, pasar tiempo en Frimhurst fue muy beneficioso para su familia, y cómo apoyó a otra familia que conoció allí.
“Frimhurst permite un tiempo de respiro a familias que atraviesan momentos difíciles mediante el que poder liberarse del estrés de su vida diaria. Este espacio les ofrece la posibilidad de hablar de ello, de apoyarse y aprender mutuamente en un contexto de respeto donde no se juzga a nadie. Cuando conocí ATD Cuarto Mundo, mi familia luchaba por permanecer unida, para llegar a fin de mes, para establecer relaciones de amistad y ser escuchados. Nos sentíamos realmente aislados. Cuando las familias atraviesan periodos difíciles, a menudo lo que necesitan es a alguien que les escuche. Si no escuchamos, no podemos captar lo que en realidad sucede y dificultamos de este modo que las personas obtengan la ayuda que realmente necesitan. Si no escuchamos, no aprendemos, y se supone que todas las personas, deben aprender, a diario, ¡cómo las personas de ciencia que intentan resolver problemas!. Al decir a las personas lo que deben hacer, estas pierden su capacidad de tomar decisiones por sí mismas. Aquí, en la Casa Familiar de Frimhurst es diferente, cada persona escucha a las demás. Cuando escuchaba a las demás personas me sentía muchísimo mejor, lo mismo sucedía eran las demás quienes me escuchaban a mí. Sentía que merecía la pena que me escucharan y que tal vez lo que yo decía tenía sentido. Este hecho, en sí mismo, hace que te sientas digno de interés”.
Recuerdo especialmente una sesión familiar en la que una persona estaba muy enfadada por las dificultades que vivía con los servicios sociales. Lo único que quería hacer era odiar a los demás. Me senté con ella y la escuché durante todo el día. De vez en cuando quería orientar la conversación, pero sin forzarla. Al final propuso una idea que podría servir tanto para los servicios sociales como para ella. Y el resultado fue que pudo mantener a su familia unida. La familia es realmente importante, porque nadie puede vivir siempre solo.
Este espíritu de escucha activa forma parte de la larga historia de Frimhurst. El Dr. Michael Lambert presentó su tesis doctoral sobre el origen de Frimhurst en 1957, cuando se crearon otros cinco centros residenciales para enseñar habilidades de gestión del hogar a personas consideradas como «familias con problemas».
“Aunque Frimhurst se construyó siguiendo el mismo modelo que los otros centros —centrados en la conducta, en los saberes de crianza, la cocina, la limpieza y los cuidados infantiles— era diferente. Frimhurst, desde muy pronto en su historia, no percibía a las familias como «problemáticas», sino familias con dificultades, que luchaban por superarlas. El régimen no era estricto, y esas transformaciones no eran una imposición de cómo las madres tenían que ocuparse de sus casas y hogares, sino que se establecían a partir de un diálogo con las familias sobre sus puntos de vista y su experiencia de las dificultades. En el contexto de posguerra esta perspectiva era muy radical, y es la razón por la que Frimhurst ha superado en este sentido a los otros centros”.
Otra presentación destacó la experiencia de Mary Rabagliati, miembro del voluntariado permanente de ATD Cuarto Mundo que vivió en Frimhurst de 1968 a 1977. Diana Skelton, que actualmente escribe una biografía de Mary, (2) subrayó el punto crucial expuesto por Eric sobre el valor de la escucha dentro de las relaciones que se establecen en Frimhurst. Leyó una serie de extractos de Mary:
“[En Frimhurst] descubrí el peso de nuestros diálogos y cuestiones. Esto me enseñó a escuchar prestando más atención. Aun cuando las y los trabajadores sociales quieran escuchar, el tiempo es un lujo para muchos de ellos que tienen más trabajo del que pueden abarcar. La Sra. Goodman [fundadora de Frimhurst] nos enseñó a escuchar sin interrumpir con preguntas ni dar explicaciones. No podías decir: «Estoy escuchando»; a menos que estuvieras realmente abierta a escuchar lo que la persona tuviera que decir y te pusieras realmente en su lugar. […] Es siempre muy difícil vivir con familias que viven en situación de pobreza, siempre infelices. En sus dificultades, te juzgan y te culpan por todo lo que va mal en sus vidas. Dicen exactamente lo que piensan de ti: «Eres una estúpida. Nos miras por encima del hombro. Insultas a las personas todo el tiempo. No sabes escuchar». Son cosas duras de escuchar, particularmente cuando estás aquí para ayudar a las personas.
Pero es importante que las familias que viven aquí se sientan suficientemente libres para decir lo que quieran. Esto no quiere decir que se permita a las familias maltratar a las personas voluntarias. Pero existe de manera permanente una oportunidad de confrontación donde las familias que viven en situación de pobreza pueden intentar liberarse de todo lo que la vida les ha hecho. […] Las familias cometen errores, y nosotras, las personas voluntarias, también los cometemos. Normalmente se pretende que las profesionales del trabajo social y de otras instituciones sean super humanos que nunca se equivocan. Pero en Frimhurst, vivimos juntos como seres humanos y nos equivocamos y arruinamos cosas. Somos capaces de establecer relaciones reales con las familias porque somos seres humanos y en ocasiones hacemos el ridículo”.
Junto con cinco familiares de Mary, todas las personas presentes disfrutaron de una exposición sobre los sesenta años de Frimhurst. La tarde terminó con un brindis por los próximos sesenta años de Frimhurst.
1 Se celebró este aniversario en el mes de julio en una jornada festiva que llevó a cabo, entre otras actividades, talleres para niñas y niños de todas las edades.
2 La revolución tranquila: «Historia de Mary Rabagliati y las personas que el mundo olvida», que se publicará en 2018 y del que se han publicado algunos vídeos con extractos del mismo.