Caminos de identidad: La infancia maya en un mundo de rechazo

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Los papás de Xun son de origen maya: la mamá es K’iche’ y el papá Ixil. Sus primeras palabras fueron K’iche’, sin embargo dejó de hablarlo al ingresar a la pre-primaria para evitar las burlas de sus compañeros y porque no le entendían. Terminó por aprender y usar el español de manera permanente.

A pesar de evitar hablar sus idiomas nativos fuera de casa durante su niñez y adolescencia, Xun tuvo siempre el contacto con el K’iche’ en conversaciones cotidianas con su mamá y sus abuelos. Su papá, por otro lado, al regresar de su trabajo, motivó a Xun y a su hermana a hablar el Ixil mediante algunas clases particulares que él mismo les daba.

El sentimiento de orgullo por las raíces estuvo presente en el hogar de Xun, como también el valor del esfuerzo en la vida. “En mi casa siempre nos enseñaron que el estudio es importante, pero también es importante saber trabajar. – Hay que saber agarrar una computadora o un azadón – decía mi mamá”.

Conocer nuestra historia refuerza nuestra identidad

Xun entró a la universidad para estudiar Arquitectura, pero al cabo de algunos años tuvo que dejarlo para dedicar ese tiempo al trabajo. Sin embargo, este giro importante en su vida lo condujo a transitar el camino que hoy recorre.

La relación entre pobreza y ser indígena

En Guatemala, el 75% de la población vive en pobreza, de este porcentaje el 25% vive en extrema pobreza. Estas personas han sido desplazadas, se encuentran en los sectores marginales o rurales del país, no cuentan con servicios básicos y en su mayoría provienen de pueblos indígenas, aunque no lo reconozcan.