Beatriz Monje | Palabras para un viaje
Beatriz Monje es española y forma parte del voluntariado permanente internacional de ATD Cuarto Mundo desde 1997. Desde entonces, ha desarrollado proyectos de acción en Madrid y Londres. En el centro internacional en Mery sur Oise (Francia) fue miembro del equipo coordinador de la investigación participativa “La miseria es violencia”. Actualmente vive en Ciudad de México y forma parte de la Delegación Regional para América Latina y el Caribe. Además de su trabajo en el terreno, ha publicado artículos sobre pobreza extrema y derechos humanos en medios especializados. Hoy en día comparte también sus experiencias y reflexiones en el blog en español Actuar todos por la Dignidad: Cuaderno de Viaje; su artículo Anna ha dado a luz ha recibido más de 7 000 visitas y atraído a numerosos nuevos lectores. En esta entrevista nos habla de su compromiso en la lucha contra la pobreza y de sus motivaciones para profundizarlo a través de la escritura.
—Beatriz, ¿qué es lo que te motiva a escribir en el blog ‘Actuar todos por la Dignidad: Cuaderno de Viaje’?
Hace ya casi veinte años que elegí el voluntariado permanente como camino para mi vida. Recuerdo haber leído en aquella época una frase de Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, que decía “los más pobres son nuestros maestros”. Creo que en aquel momento no supe realmente hasta qué punto eso iba a ser verdad en mí, pero sé ahora que lo ha sido, que yo me construido interiormente y he aprendido lo que es esencial en mí gracias a la convivencia y el trabajo compartido con niños, jóvenes y adultos que están en ese lugar injusto del mundo que es la pobreza. La sensación de haber descubierto cosas que el mundo ignora, que deja de lado —a propósito o por torpeza—, es un punto de partida para la escritura. Después, por supuesto, está también la sensación de tener una cierta responsabilidad en la tarea de compartirlo, y el gusto de hacerlo en un espacio en el que otros también comparten sus reflexiones.
‘He aprendido lo que es esencial en mí gracias a la convivencia y el trabajo compartido con quienes están en ese lugar injusto del mundo que es la pobreza.’
—¿Qué dirías sobre este blog a alguien que no lo conoce?
Yo creo que la originalidad de nuestro blog radica en varias cosas. Por supuesto, ninguno de los colaboradores pensamos que hay manera de celebrar la existencia de la pobreza; sin embargo, habita en todos nosotros el reconocimiento de que hay en la lucha de los más pobres, en su manera de resistir, en su manera de cultivar la dignidad humana en medio de tanta adversidad… hay en todo eso algo que podemos aprender para la construcción de una sociedad nueva y mejor para todos. Algunos de los artículos, enfatizan la denuncia, describen injusticias, la violencia que soportan quienes viven en la pobreza; otros tratan más bien de iluminar lo que podemos aprender como herramienta para ese mundo nuevo que nos parece imprescindible construir. Además, nuestro blog cuenta con colaboradores muy diversos: no sólo somos originarios de diferentes países hispanohablantes, sino también portadores de experiencias vitales muy diversas. Para mí es un verdadero honor publicar al lado de quienes lo hacen desde una experiencia propia de pobreza. En este sentido, nadie es “la voz de los sin voz”, sino que todos tratamos juntos de alzar la voz en un combate que nos es común.
‘Nadie es “la voz de los sin voz”. Todos tratamos juntos de alzar la voz en un combate que nos es común.’
—¿Crees que escribir alimenta de alguna manera tu compromiso?
A menudo, siento ganas de escribir un artículo para el blog después de haber leído algo en la prensa o en las redes sociales, o después de alguna conversación, o por supuesto después de alguna experiencia fuerte ligada a alguien en situación de pobreza. Sin embargo, creo que mi motivación primera no es tanto contar algo, sino profundizarlo, ordenarlo de alguna manera en mí, quizá poner palabras a lo que estoy aprendiendo y creo que puede ser útil para otros, de algún modo fijarlo en mi memoria y en nuestra memoria colectiva. Algunas veces también es una manera de rendir homenaje a otros o a lo que hemos vivido juntos. En este sentido, estoy bastante segura de que escribir me ha ayudado a permanecer en este compromiso, a alimentarlo, a no perder el ánimo, a encontrarle sentido en los momentos más difíciles. Ahora me complace pensar que lo que escribimos puede ser compartido tan fácilmente a través de las redes sociales y llegar a lugares que no alcanzaríamos de otra manera, pero todavía escribo mucho para mí misma, como ejercicio de contemplación de lo que pasa en mí y a mi alrededor. En realidad, me gustaría pensar que lo que comparto en el blog nace siempre desde ahí.
‘Mi motivación primera cuando escribo no es tanto contar algo, sino profundizarlo.’
Además, hay algo en la escritura que tiene que ver realmente con nuestra formación en el seno de ATD Cuarto Mundo. Desde los mismos orígenes de nuestro movimiento, Joseph Wresinski animaba a unos y a otros a escribir: diarios, conferencias, artículos, informes, cartas… No pedía escribir solamente a los que por algún motivo tenían mayores habilidades para hacerlo, sino a todos. Por un lado, pensaba que era una manera para cada uno, fuese quien fuese, de profundizar su manera de estar en el mundo, su compromiso y su acción; por otro lado, hablaba de escribir la historia de los más pobres, no la historia sobre los pobres escrita desde la distancia del estudio sociológico, sino la historia escrita a partir de una vida compartida. A lo largo de los años, muchos militantes Cuarto Mundo —personas con experiencia propia de pobreza comprometidas en el seno de ATD Cuarto Mundo— han escrito sobre su historia personal o familiar y sobre nuestra lucha común, Así se va construyendo poco a poco esta historia de los pobres que no ha sido todavía realmente contada por los pobres. Los que no conocemos la pobreza en nuestra propia vida, nos unimos a sus esfuerzos no para hablar en su nombre, sino de lo que nos ha transformado personal y colectivamente.
—Después de casi veinte años, ¿cómo cuentas hoy tu historia con ATD Cuarto Mundo?
Hace no mucho tiempo recibí desde Madrid una carta hermosísima de Silvia. Ella revisaba su historia a través de las personas a las que ha ido encontrando alrededor de ATD Cuarto Mundo, veinte años de personas desde que siendo niña encontró a unos voluntarios alrededor de una Biblioteca de Calle en su barrio. Para mí, y creo que en realidad para cada uno de nosotros, mi historia de compromiso se cuenta también a través de las personas a las que me he ido ligando a lo largo de los años, entre ellas, mi muy querida Silvia.
‘Mi historia de compromiso se cuenta a través de las personas a las que me he ido ligando a lo largo de los años.’
La verdad es que hemos elegido poner nuestra vida en una batalla muy difícil, demasiado lenta cuando estamos cerca del inmenso sufrimiento que la pobreza extrema inflige a quienes la padecen. Estoy segura de que si nos quedamos es gracias a los vínculos personales que creamos a largo plazo, entre los voluntarios permanentes, y con los aliados de ATD Cuarto Mundo y los militantes en situación de pobreza. En esto, nuestros equipos de voluntarios permanentes son muy diferentes a los equipos de las organizaciones que trabajan en situaciones de emergencia o quedándose junto a la población unos pocos años; nuestra presencia en las comunidades o en los barrios es siempre a largo plazo y verdaderamente próxima. Incluso si, a causa de las diferentes responsabilidades a las que somos llamados, no soy yo quien se queda veinte o treinta años en un mismo sitio, este largo plazo colectivo nos permite volver siempre a los lugares y a las personas, y sentirnos parte no de una organización, sino de un movimiento de personas, seres humanos concretos con los que creamos lazos de amistad e interdependencia.
No puedo en tan poco espacio hablar de todos los vínculos personales que he ido creando y atesoro con verdadera alegría y sensación de privilegio, pero puedo decir a propósito del tema de esta entrevista, que a diferencia de otro tipo de publicaciones a las que he contribuido, la periodicidad de nuestro Cuaderno de Viaje me ofrece una oportunidad maravillosa para hablar poco a poco, con algunas idas y vueltas, de todos estas personas excepcionales con las que comparto viaje de compromiso y lucha.
—Por último, Beatriz, ¿qué te gustaría decir a los que llegan por primera vez a esta web de ATD Cuarto Mundo?
En primer lugar, les animo a navegar la sección ‘Cómo Actuar‘ y a encontrar una manera de participar que corresponda a su sensibilidad e intereses. Pronto verán que no se trata solamente de ofrecer sus capacidades a un proyecto, sino de adentrarse en una manera de estar en el mundo que nos ofrece aprendizajes extraordinarios sobre lo esencial de nuestro ser humano. Por supuesto, les animo también a leer y suscribirse a nuestro blog Actuar todos por la Dignidad: Cuaderno de Viaje, a reaccionar con sus reflexiones y a compartir nuestros artículos, si es que les resultan interesantes, a través de sus redes sociales. Compartir es ya una forma de acción, una manera muy eficaz de nutrir el debate sobre la pobreza y contribuir a la difusión de ideas. Sobre todo, les agradezco haber llegado conmigo hasta el final de esta entrevista.
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