Artículo escrito por Anne-Claire Brand, delegada nacional del equipo de coordinación de ATD Cuarto Mundo Suiza, en el que la creatividad y el arte aparecen como lugares de encuentro y de expresión liberando  sueños, mostrando la potencialidad de cada persona.

Este artículo fue publicado en el sitio web de ATD Cuarto Mundo Suiza.

Crear juntos

La obra comienza sobre una gran plancha de roble macizo de 1,5 m x 1,20 m. Pesada y resistente, con el grosor adecuado para lo que va a ser grabado en ella.

Florent, escultor y voluntario permanente de Burkina Faso, actualmente en el equipo de Suiza con su familia, se puso manos a la obra y motivó a las personas que habían acudido a Treyvaux para el taller de creación, a sumarse.

Estabilizar la plancha de madera con dos barras de hierro, medir, cortar, atornillar, no dejar nada al azar. ¡Una autentica Universidad de la materia!

Por fin, sobre la madera bien instalada, el ritmo repetitivo de los martillos-tijeras-brazos-cuerpos-corazones comienza a resonar por todas partes, y nos traslada…

Hasta las personas que no pudieron venir y a las que Florent fue a ver los días antes – a una estrecha caravana, a la sala de un hospital, en altos edificios grises, al final de un camino forestal- con el esbozo del proyecto. Buscaron juntos cómo dar vida y reconocimiento a las personas y familias cuya existencia niega la extrema pobreza.

Así maduró la obra

¡La infancia en el corazón! Que ningún niño, que ninguna niña esté de más en esta tierra. ¡Para todos los niños y niñas que quieran crecer libremente, convertirse a su vez en un roble sólido, con las ramas extendidas hacia el cielo! Y los adultos a su alrededor, conmovidos, percibiendo lo grandiosa que es su vida y su lucha, con respeto. Y por encima, un sol que tiene que ser grande, INMENSO, dice Jean-Marc, para aportar fuerza y seguridad a la familia, ¡a todas las familias!

Ser capaz de decir quién eres realmente

Como futuro papá, Cédric pudo participar en la creación con su pareja. A solo un mes del nacimiento del bebé, están muy preocupados. Ya les han ofrecido una plaza en un centro:

“Nuestro hijo, aún en el vientre de su madre, ya es un hijo del Estado.”

Este joven papá sigue trazando líneas, ampliando los símbolos que hablan de la familia:

“Lo que hacemos, nunca les parece bien. Siempre tienen que añadir algo, un comentario, lo que sea, como si quisieran tener la última palabra”.

Una mamá con un bebé de tres meses en brazos escucha y comparte lo importante que es poder demostrar que se tiene una red de amigos, personas que te pueden apoyar, acompañar, ayudar a ser escuchado.

“También tuve que reaccionar ante un informe en el que estaba escrito la palabra PELIGRO en grandes letras mayúsculas, diciendo que eso es lo que iba a ser para el bebé que aún estaba en mi vientre.

El juez me escuchó y me dio una oportunidad. Pude tener a mi bebé en la maternidad y en casa.”

Esta madre habla de las horas que pasó con una joven voluntaria del Movimiento ATD Cuarto Mundo, abogada de formación, escribiendo cartas para que en su expediente también apareciera su experiencia, descrita con sus propias palabras y tomando en cuenta sus propios conocimientos.

El último día, Aurelia prepara su maleta para volver al apartamento en el que vive. De niña había estado tutelada, y ahora, de joven, se aferra con todas sus fuerzas para evitar más restricciones a su libertad.

“Acabamos siendo sólo números, expedientes. Quiero mostrar quién soy y que se me tenga en cuenta.”

Un lugar de conocimiento e identidad

En la plancha de roble, Aurelia ha grabado huellas de ladrillos, colocados unos sobre otros, con la fuerza de la esperanza que los caminos en construcción podrán convertirse en la arquitectura de su vida.

De este modo, jóvenes, adultos y familias, demasiado a menudo privados injustamente de esta mirada que permite avanzar en confianza, han hecho del Centro Nacional de Treyvaux un lugar de conocimiento y de identidad: un lugar de renovación familiar, de creación, un lugar donde realizar la Universidad Popular Cuarto Mundo, un lugar para realizar Cruces de Saberes, para aprovechar la experiencia y los conocimientos que vibran en cada persona.

Florent llegó con su familia a este lugar tras varios años de compromiso y presencia noche y día junto a niños que vivían en las calles de Uagadugú, en Burkina Faso, niños y jóvenes alejados de sus familias por culpa de la pobreza. Hoy, los mismos sufrimientos y esperanzas están grabados en esta escultura de madera que se ha instalado delante del Centro Nacional de Treyvaux para expresar la identidad de este lugar.

Muchos otros jóvenes ya se han sumado a esta gran creación, con sus preguntas y su búsqueda para vincular sus vidas al futuro de las familias, las niñas y niños cuya dignidad se ve más afectada.

Foto: Escultura mural creada con Florent Bambara, Treyvaux, Suiza, 2021 © ATD Cuarto Mundo