Responsables en situaciones de emergencia | Isabelle Pypaert Perrin
La calle, las naves industriales, los albergues o los centros de albergue de emergencia de Dublín, todo eso Pamela lo conoce muy bien. Tanto ella como sus hermanas y hermanos han nacido y crecido en este ambiente. Hace poco ha logrado una gran victoria: su compañero y ella han obtenido una vivienda en la que vivir junto con sus hijas e hijos.
Muy rápidamente recibieron a un sobrino que vivía en la calle y después a una hermana cuyos hijos están internados en instituciones. Los servicios responsables de la vivienda han considerado que se trata de una actitud poco responsable. Recibir a nuevas personas no está previsto en el contrato. La vivienda es demasiado pequeña y dificulta la vida en ella.
Al ofrecerles una vivienda, las autoridades contaban con su capacidad para responsabilizarse del mantenimiento y del pago del apartamento. Pero para Pamela, la prioridad no es esa. La prioridad es su sobrino, su hermana, los suyos; de quienes es responsable. ¿Cómo aceptar que arriesguen su salud, su vida, permaneciendo fuera mientras ella tiene un techo donde vivir? Sabe que solicitar una vivienda para ellos será un proceso prolongado y por ello no duda a la hora de abrirles su puerta. Mediante este gesto, que se juzga como irresponsable, nos cuestiona: ¿dónde se sitúan nuestras prioridades?, ¿en la correcta aplicación de nuestros dispositivos de acceso a los derechos o en la actitud de no abandonar a nadie? Pamela nos obliga a preguntarnos: ¿percibimos los gestos de responsabilidad que las personas que viven, como ella, en la precariedad, realizan a su manera?
Pienso en Mérita, en Haití. Estaba continuamente preocupada por las niñas y niños de su barrio que se encontraban en situación de fracaso cuando iniciaban la escuela. Al encontrar en su barrio, caminando, con hojas y pinturas, a las animadoras y animadores de ATD Cuarto Mundo, les invitó a venir al patio de su humilde vivienda. En la colina, en medio del asentamiento, allí es donde recibía a niñas y niños. Con el paso de los años este proyecto de animación infantil toma forma y da paso a un verdadero proyecto prescolar permanente y de calidad. Un proyecto prescolar infantil que responde a la ambición del país de escolarizar a todas las niñas y niños desde temprana edad. Un proyecto prescolar que toma en serio la esperanza y la lucha por el futuro de las madres y padres cuyas vidas están conformadas de privaciones y urgencias.
Pamela, Mérita asumen sus responsabilidades para no abandonar a nadie. Si pudiéramos seguir los pasos de quienes luchan cada día contra la miseria. Si consideráramos que la lucha por los derechos humanos para todos consiste en dar continuidad a las responsabilidades que asumen y en asumir estas responsabilidades conjuntamente.
Editorial publicada en la Revue Quart Monde n°241 | « Démocratie, droits et responsabilités » [Democracia, derechos y responsabilidades]