Jóvenes decididos a marcar la diferencia
- “Merece la pena ayudar a los demás. En el futuro puede que tú necesites ayuda. No estamos en el mundo únicamente para nosotros mismos, sino para ayudar a los demás”.
Estas palabras de Hubert, de Polonia, resumen lo que viven los jóvenes de diferentes partes de Europa que recientemente se reunieron para dialogar sobre cómo podían contribuir a erradicar la pobreza. El grupo irlandés se sumó a jóvenes de España, Bélgica, Suiza y Francia para participar en un fin de semana de talleres, formación e intercambio cultural organizado por ATD Cuarto Mundo en Champeaux, Francia.
Tres audaces jóvenes de Irlanda provenientes de distintos ámbitos sociales, incluidos jóvenes que viven en situación de pobreza, dedicaron uno de sus valiosos fines de semana a participar en el Encuentro de Jóvenes “Djynamo”. En este encuentro conocieron a otros jóvenes de su edad con las mismas esperanzas de futuro y decididos por igual a aprender cómo contribuir a combatir la pobreza en su propio país. Juntas y juntos abordaron entre otros temas: las personas sin hogar, la migración, la comunicación y cómo animar actividades en grupo de manera eficaz. Los grupos de los diferentes países intercambiaron sugerencias sobre actividades útiles que podían llevar a cabo de regreso a sus respectivos países.
El fin de semana también fue para los jóvenes irlandeses una oportunidad para reflexionar acerca de cómo la pobreza podría afectar a las personas en diferentes países de forma diferente. A través de entrevistas con sus nuevas amigas y amigos polacos, por ejemplo, el grupo irlandés descubrió que los jóvenes de Polonia entienden la pobreza desde una perspectiva diferente a la suya.
Una joven de Polonia opinaba que la pobreza en su país generalmente es peor en el campo que en las ciudades y señaló que en las zonas rurales hay menos acceso a trabajo, a servicios y a las propias instituciones. La mayor parte de los habitantes son agricultores y durante los últimos años la agricultura cada vez es menos rentable. Aún cuando las personas cuenten con casa y granja, hay menos clientes que compren sus productos. Los agricultores no pueden encontrar un empleo alternativo porque son raras las ocasiones en que han cursado estudios universitarios o de formación profesional. En el campo no hay indigentes porque las personas generalmente cuentan con la casa familiar, pero aun así la pobreza parece peor en este medio.
Otro punto de vista que se expresó fue que se ve menos gente viviendo en las calles de Varsovia que en otras ciudades europeas. Otros discrepaban, añadiendo que hay muchas personas que viven en las calles de Varsovia, especialmente en el casco antiguo de la ciudad. Sin embargo, todas las personas estaban de acuerdo en que en esta ciudad el alojamiento es muy caro y esto contribuye en gran medida a la falta de vivienda.
El grupo de Polonia comentó con el grupo irlandés que el problema va más allá de la falta de hogar, en Varsovia no se permite a las personas sin domicilio permanecer en los trenes y el resto de las personas no les respetan, aunque sean iguales que cualquier otra persona. Hay centros de acogida para personas sin hogar aunque no todos quieren alojarse en ellos.
Por el contrario, los irlandeses compartieron con los jóvenes de Polonia su experiencia de la crisis de vivienda en Dublín, en donde, según ellos, ha aumentado sin cesar la cantidad de personas sin hogar. Tanto en Dublín como en Varsovia existe una carencia enorme de viviendas accesible económicamente. Los irlandeses también presentaron el Alzamiento de Pascua de 1916, una importante rebelión de Irlanda en su lucha por la independencia del Reino Unido. Este año, en el centenario de 1916, el alzamiento se está celebrando por los ideales que portaba tales como: la libertad religiosa y civil, la igualdad de derechos y oportunidades, así como su llamada a “cuidar por igual a todo/as lo/as hijo/as de la nación”. Además de estas cuestiones más serias, el grupo de jóvenes irlandés, en una nota de humor, explicó a los polacos la identidad del misterioso hombre verde con un tarro de oro, mencionado en tantas ocasiones cuando se habla de Irlanda, ¡el Leprechaun! ¡El duende!
Tanto los jóvenes irlandeses como los de otros países hablaron de lo que pueden hacer para ayudar a la gente que vive en situación de pobreza. Un joven en ocasiones ofrece dinero a la gente sin hogar. Algunos jóvenes de Polonia son miembros activos de una organización vinculada a Cáritas —una organización católica de ayuda social— que distribuye ropa de segunda mano y organiza actividades para niñas, niños y personas adultas sin hogar. Aunque puede que no estén de acuerdo con la manera que tiene el gobierno de tratar la pobreza, los jóvenes sienten que es importante ayudar a otros, ya que todas las personas en algún momento necesitamos ayuda y por ello debemos unirnos y apoyarnos mutuamente. Del mismo modo observaron que compartían una misma convicción en cuanto al objetivo de ATD Cuarto Mundo, y que es ayudar a los demás, particularmente a las personas que viven en situación de pobreza y que se encuentran excluidas e ignoradas.
En conclusión, el grupo irlandés considera que este fin de semana supuso una buena oportunidad para conocer a otros jóvenes, para aprender muchas nuevas aptitudes y para descubrir que las dificultades en otros países son similares a las de Irlanda. Aconsejan a todos los jóvenes europeos que estén interesados en cuestiones relacionadas con la pobreza que se unan al Encuentro de Jóvenes “Djynamo”. Para más información, véase: Jóvenes comprometidos.