Hélène Giacobino, Directora Ejecutiva de J-PAL Europe, estuvo en el seminario sobre educación de Burkina Faso.

Análisis

Cuéntenos sobre J-PAL.

J-PAL es una red de 80 investigadores de todas las partes del mundo que utilizan evaluaciones aleatorias para ayudar a diseñar mejores políticas en la lucha contra la pobreza.
La evaluación aleatoria es un método muy riguroso que mide el impacto de un programa o política, por ejemplo para saber si un programa nuevo para aprender a leer en la escuela es realmente efectivo o no.
En J-PAL, creemos que las políticas serían mejores y más eficaces si los legisladores, las oenegés, etc. supieran qué funciona y qué no funciona, lo que hoy en día no siempre es el caso.

¿Cree que las personas que viven en pobreza deberían y podrían estar asociadas a programas o políticas antipobreza?

¡Sí, definitivamente! La investigación necesita realizarse con los beneficiarios de los programas, las personas que viven en pobreza. Tenemos demasiados prejuicios y falsas representaciones de la pobreza, de los que necesitamos deshacernos antes de empezar a pensar en crear políticas efectivas. Cuando doy presentaciones, siempre me sorprende ver cuánta gente reacciona cuando explico que las personas que viven en pobreza se ven aplastadas por las responsabilidades. Tienen que decidir todo el día sobre cómo obtener agua limpia, comida, educación, etc… Las personas que viven en la pobreza no tienen ningún tipo de seguridad y esto es una carga muy pesada. Debemos tomarlo en consideración si queremos diseñar programas efectivos. Esther Duflo y Abhijit Banerjee, cofundadores de J-PAL, escriben en Poor Economics, que «Si escuchamos a las personas pobres y nos forzamos a entender la lógica de sus elecciones, entonces podremos construir una caja de herramientas de políticas efectivas y entender por qué los pobres viven como viven«.

¿Qué fue lo más interesante durante su seminario en Burkina Faso?

Primero, estaba muy interesada en el método puesto en marcha para asegurar que todos pudiéramos hablar, que todas las personas fueran consideradas. Esto es un método muy riguroso. ¡Y también efectivo! Después, para mí fue una experiencia el trabajar en francés (ya que normalmente lo hacemos en inglés en J-PAL) y ver la diferencia de comprensión bajo la palabra educación. En Uagadugú resultó obvio para todos que no solo hablábamos de escolarización, sino de todo el proceso de educar al niño.

Las conclusiones a las que se llegaron concuerdan con lo que J-PAL aboga: nuestra principal recomendación es enseñar en el nivel adecuado, para asegurar que el niño realmente aprende algo en el colegio, ya que hoy en día, aunque muchos niños pobres van al colegio, a menudo no aprenden nada… En Uagadugú, concluimos también que la escuela debería enseñar lo que es útil, pero también enfatizar la necesidad de aprender valores morales, necesarios para convertirse en personas educadas, en el sentido global de la palabra.