La capilla de un barrio popular clasificada como monumento histórico
Intervención de Isabelle Pypaert Perrin, voluntaria permanente del Movimiento ATD Cuarto Mundo, durante la inauguración de la capilla de Noisy-le-Grand en septiembre de 2021, tras los trabajos de renovación, durante las Jornadas del Patrimonio en Francia.
Reconocimiento de la capilla
Gracias, señor Roturier1 por su presencia aquí hoy. Es un gesto significativo del reconocimiento de esta capilla y de lo que representa. Reconocimiento de las piedras, pero sobre todo reconocimiento de que estas piedras, este lugar, estas vidrieras son portadoras de la grandeza que habita en todas y todos, y por lo tanto, también en las personas que viven en la pobreza.
Es una grandeza que muchas veces pasamos por alto porque nos centramos en las dificultades, en las carencias, en las necesidades, y eso nos impide ver su valentía, su inteligencia, su espiritualidad forjada en el rechazo a no ser tomados en cuenta, en el rechazo a que los seres humanos sean pisoteados.
Joseph Wresinski nos enseñó precisamente esto: salir al encuentro de las personas que resisten a la pobreza tomando en cuenta su profunda desesperación, pero también uniéndonos a ellas en toda la profundidad de su humanidad.
Momentos de verdad
Bernard Jahrling, que vivió en este asentamiento y se comprometió con los suyos para mejorarlo, dice que nunca hubo tanta alegría en el barrio como en los momentos vividos en esta capilla.
- Y si había alegría, era porque en esta pequeña capilla, mujeres, hombres, niños y jóvenes, despreciados por todos, podían expresar su vida interior y situarse a la altura de lo que eran en profundidad, al mismo nivel que todos los seres humanos. Fueron estos momentos de plenitud, en los que se compartía el sufrimiento y la esperanza, los que atrajeron a personas que venían de orígenes diferentes. Y también de horizontes espirituales diferentes, como dice Gabrielle Erpicum, la primera voluntaria permanente que se quedó a vivir con Joseph Wresinski y las familias del asentamiento para construir juntos el Movimiento ATD Cuarto Mundo: “la lucha contra la pobreza no es una cuestión de religión, es responsabilidad de todos los seres humanos”.
El reconocimiento de esta capilla es una etapa. Agradecemos profundamente a quienes nos han permitido llegar hasta aquí, desde las personas que la construyeron con sus propias manos, con valor y lágrimas, hasta las que la han restaurado, habitados por su significado.
La lucha continúa
Uno de los hombres que trabajó en la restauración del tejado decía que “trabajar en un techo construido por personas que no tenían hogar es bueno.”
Pero la miseria sigue, por lo que este paso no supone el final del camino.
Este mes, en Montpellier, en el sur de Francia, pocos días después del inicio del curso, fueron desalojadas las familias que vivían en un barrio de chabolas. Las autoridades alegaron motivos de insalubridad y de seguridad. Ahora estas familias están dispersas por la ciudad y sus alrededores, sin un sitio donde alojarse, condenadas a una inseguridad aún mayor.
- Las excavadoras que arrasaron las chabolas ante los ojos de los niños, ¿salvaron los cuadernos escolares? ¿o esa única foto, tan especial, de un momento feliz vivido por la familia? ¿o esa vieja herramienta heredada del padre? ¿o el libro sagrado que ayudaba a rezar?
A las familias de la miseria no se las quiere más hoy que en 1957, y el mundo sigue sin creer en aquello que construyen.
Todo lo contrario, se sigue destruyendo una y otra vez porque perturba nuestros planes, nuestro orden, porque pretendemos que se elaboró con pedazos de cosas sin sentido, que no tiene rastros de belleza, de ingenio, que no es un proyecto real. Por ello, las personas en situación de pobreza se ven constantemente despojadas de lo poco que tienen, de todo aquello que construyen gracias a su increíble valentía, con la esperanza de ser consideradas como todo el mundo.
Reconocer aquello que son capaces de crear las personas en situación de pobreza
Pero esta vez, gracias a usted, señor Roturier, y a todas las personas que han contribuido a la realización de este proyecto, se ha conservado, se ha reconocido, se ha restaurado lo que personas en situación de pobreza han construido para decir alto y claro que son seres humanos.
Este gesto nos compromete a hacer todo lo posible para aprender a reconocer la creación de las personas más pobres que se encuentran en nuestro entorno, lo que aportan de único a nuestro mundo en términos de humanidad, de belleza y de inteligencia, de lucidez y de valentía. Lo necesitamos de manera vital para hacer frente a los desafíos de nuestro tiempo.