Una nueva oportunidad para hacer frente a la miseria
Foto: Paul Uzell durante el encuentro mundial en el Centro Internacional ATD Cuarto Mundo, Francia, 2018 © ATD Cuarto Mundo
¿Ha considerado alguna vez el maltrato social como una dimensión de la pobreza?
Recientemente, el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo y la Universidad de Oxford han realizado una investigación participativa sobre las dimensiones ocultas de la pobreza en seis países, incluido el Reino Unido. A lo largo del proceso, las personas en situación de pobreza contribuyeron, al mismo nivel que los investigadores profesionales que participaron en esta investigación participativa. El maltrato social1 o la estigmatización, la vergüenza y los prejuicios2, son algunas de las dimensiones que surgen de esta investigación como claves para medir el impacto de la pobreza.
Paul Uzell, militante del Cuarto Mundo en Irlanda.
El siguiente texto es un extracto de una conversación entre Paul Uzell, militante de Cuarto Mundo, y Dann Kenningham, voluntario permanente.
La imagen del dedo que acusa, utilizada en los resultados de la investigación del Reino Unido es muy poderosa. Aquí vemos que muchas personas se vuelven contra otras, las humillan o las juzgan. Sin embargo, ¿no deberíamos estar en contra de este tipo de discriminación en nuestras sociedades? Los pobres suelen avergonzarse de su situación y de que siempre están luchando por ajustarse a las normas sociales. Sabemos lo que es ser humillado o señalado; nuestra experiencia diaria confirma esta imagen.
El virus ha acentuado las desigualdades
- «Durante el confinamiento, todos hemos tomado conciencia, de lo que significa perder la libertad, vivir aislados, tener opciones limitadas… que se nos señale. Esta situación da a la gente una idea de lo que vivimos a diario, yo y todas las personas que luchan por salir adelante. Oímos decir que «la Covid-19 no discrimina». Pero está claro que sí. El virus ha puesto de manifiesto las desigualdades sociales de nuestra sociedad, incluso las ha acentuado.
- A lo largo del confinamiento, eslóganes como «Estamos todos juntos en esto» nos dieron un verdadero himno, un objetivo común. Ahora que salimos juntos, tenemos la oportunidad de hacer cosas juntos. Pero para trabajar por el cambio, tenemos que sentarnos juntos en la mesa de negociación, y no ser excluidos, como lo hemos sido siempre, sin que se nos escuche nunca, sólo se nos ha esquivado y se nos ha dicho que si somos pobres, es por culpa nuestra.
La miseria es un problema social
- Estamos viviendo las consecuencias de políticas que nos han fallado; políticas diseñadas para apoyarnos, pero diseñadas sin nuestra participación. ¡Los que están en el poder, los que hacen las políticas, ahora nos escuchan! La miseria no se debe a «mi error personal» o al de otras personas. Es un problema de la sociedad y las personas que la padecen y luchan contra un sistema roto deben ser escuchadas y atendidas. Nuestra experiencia y pericia de la miseria nunca es escuchada, ni siquiera se reconoce nuestro sufrimiento.
- Queremos poder respirar, queremos formar parte de la sociedad, tener el lugar que nos corresponde. Nunca tenemos la oportunidad de expresarnos. Con demasiada frecuencia se nos ignora o nuestra voz queda sepultada bajo otros asuntos.
Una oportunidad para un verdadero cambio
- ¿Por qué, una vez más, debemos esperar algo de quienes nos han fallado sistemáticamente? Tenemos que crear asociaciones y liderar el cambio social. ¿Cuál es nuestro lugar en la mesa de negociación? ¡Debemos tener un lugar en esa mesa!
- Pero todavía tengo esperanza. Cuando salgamos del confinamiento, podría ser una nueva oportunidad para crear asociaciones. Una nueva oportunidad para hacer frente a la miseria partiendo de la experiencia vivida. Esta nueva comprensión del aislamiento y la falta de libertad que muchas personas han vivido durante el confinamiento podría ayudar a la sociedad a ver las injusticias que se imponen a un gran número de personas.
Mientras construimos y reforzamos las asociaciones para el futuro, le invitamos a sumarse a nuestros esfuerzos para superar la pobreza y la discriminación socioeconómica. En el Movimiento ATD Cuarto Mundo hemos trabajado incansablemente en estos temas durante muchos años y creemos en la construcción colectiva. Aunando esfuerzos, podemos lograr cambios profundos que son esenciales para la mejora de nuestra sociedad para el futuro de todas las personas.
Hay una lección que aprender de este confinamiento.