Territorio Cero Desempleo: el trabajo como bien común
El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores es una buena oportunidad para dar visibilidad al trabajo no reconocido, y definido como informal, de personas en situación de pobreza, con frecuencia alejadas y poco representadas por el ámbito del trabajo asalariado. En efecto, en todo el mundo las personas en situación más grave de pobreza desarrollan habilidades prácticas que no son reconocidas por la sociedad y que les permiten crear actividades generadoras de recursos y redes de solidaridad.
En este día proponemos una serie de artículos que rindan homenaje a estas personas invisibles que, sin embargo, a su escala, contribuyen a preservar los recursos limitados del planeta y a reafirmar una economía más humana.
Impulsado en 2017 a iniciativa de ATD Cuarto Mundo, el proyecto experimental Territorios cero desempleo de larga duración ha permitido la creación en Francia de 800 empleos sin entrevista de selección previa y la creación de 11 empresas con fines de empleo. La idea es ofrecer una oportunidad de empleo a cualquier persona que se encuentre privada de él desde al menos un año.
Los principios de base
Territorios cero desempleo se fundamenta en tres principios:
- Ninguna persona es inempleable. Todas las personas privadas a largo plazo de acceso al empleo tienen capacidades y habilidades prácticas.
- No es cuestión de falta de trabajo, puesto que muchas necesidades de la sociedad no se satisfacen.
- No es una cuestión de falta de dinero, puesto que cada año el desempleo de larga duración origina costos y falta de beneficios que la colectividad asume.
Los empleos creados son a tiempo indefinido y remunerados según el salario mínimo vigente y se costean gracias a la reorientación de las diferentes ayudas del Estado dirigidas a las personas desempleadas y por los beneficios del trabajo realizado por los empleados. Se estima que el costo de la privación a largo plazo de empleo asciende a 43 mil millones de euros para las arcas públicas tomando en consideración todos los costes sociales, es decir, un mínimo de 18 000 euros persona al año en situación de desempleo de larga duración.
«Con un contrato indefinido en mano, podemos hacer lo que queramos».
«Yo trabajaba como limpiadora en una casa y nunca imaginé que un día fabricaría muebles». Es así como Valérie García describe su itinerario. Hace dos años encontró trabajo en TEZEA, una de las empresas con fines de empleo creada en el marco del proyecto Territorio cero desempleo, y acaba de comprarse un coche nuevo. «Con un contrato indefinido en mano, podemos hacer lo que queramos», dice.
El testimonio de Valérie no es un caso aislado. En Pipriac y Saint-Ganton, municipios franceses, cargos electos y empleados analizan con orgullo los logros de Territorio cero desempleo.
«Es el único lugar donde no hay una entrevista previa para contratar», destaca Christelle Lascaux, empleada de TEZEA. Desde junio de 2018, Christelle a encontrado de nuevo un empleo, pero también un poco de confianza en sí misma. «Aquí estoy todo el rato bromeando. Levanto el ánimo a mis compañeros, siempre tengo energía». Sin embargo, durante cuatro años, encontrar un trabajo estable ha sido para ella una verdadera carrera de obstáculos.
- «Cuando perdemos el empleo y no percibimos ningún salario, pensamos ‘ya no sirvo para nada, no soy nadie’. Me aislaba, permanecía en mi rincón. Aunque no es algo que fuera mucho conmigo, yo necesito ver gente, dialogar, trabajar».
Maxime Marchand, antiguo albañil y cantero dice que después de meses desempleado aquí ha encontrado su lugar. «Era mi oficio y me gustaba mucho, pero por problemas de salud tuve que dejar la albañilería. Como no podía pasar el permiso de conducir por la enfermedad, no encontraba trabajo». Desde hace un año forma parte del equipo de la empresa TEZEA. «Aquí tenemos voz sobre lo que pensamos. Los jefes son bastante comprensivos, no es como si trabajásemos en cadena en una gran fábrica». Su sueño es encontrar un empleo con un salario por encima del salario mínimo gracias a su nueva experiencia.
«Todo el mundo sale ganando»
«De los 424 habitantes, en principio había 12 o 13 personas desempleadas de larga duración. Prácticamente ya no tenían vínculos sociales, se quedaban en sus casas. Ahora la mitad trabajan en TEZEA. Han cambiado su actitud, se les puede ver en las tiendas, se ven entre ellos. Todo el mundo sale ganando», afirma Philippe Louet, alcalde de Saint-Ganton.
El alcalde de Pipriac, Marcel Bouvier, pensaba que el proyecto era «un poco utópico» pero constata que el «municipio ha ganado con este proyecto experimental».
- «El hecho de que cerca de 70 personas ganen el salario mínimo, necesariamente tiene un efecto en la economía del territorio. El número de peticiones de ayuda al centro de acción social han disminuido así como el número de personas que acuden al banco de alimentos», afirma al tiempo que pone de manifiesto la «humanidad del proyecto».
Una experimentación que debe extenderse
«Este proyecto experimental no debe detenerse a medio camino», insiste Didier Goubert, director de la empresa solidaria TAE (Trabajar y Aprender Juntos, por sus siglas en francés). Pues, más allá de una evaluación económica del proyecto, los agentes del proyecto recuerdan la importancia de llevar a cabo una evaluación social: «Hay que estudiar el efecto que ha tenido en los habitantes, sobre el éxito escolar de los niños, sobre la cohesión territorial, la participación a las elecciones…», explica Claire Hédon, presidenta de ATD Cuarto Mundo Francia.
Además de Pipriac y Saint-Ganton, hay otros ocho territorios experimentales del proyecto Territorio Cero Desempleo de larga duración hasta 2021. El presidencia de la República francesa anunció hace algunos meses que la experiencia iba a ampliarse y más de cien territorios se han propuesto como candidatos para lanzarse a esta aventura.
Véase el conjunto de intervenciones recogidas en la Publicación de ATD Cuarto Mundo [en francés] de abril de 2019.