Una losa en memoria de los pobres enterrados en tumbas sin nombre
Durante la Campaña Pobreza Nunca Más – Actuar Todos por la Dignidad, ATD Cuarto Mundo impulsó la escritura de historias de resistencia y cambio, de luchas colectivas que muestran que si las personas se unen pueden lograr que la miseria retroceda.
Historias de resistencia que ponen en evidencia que la miseria se puede evitar.
La siguiente historia está escrita por Beatriz Monje (Reino Unido).
Conocí a Rita y Graham Edwards en Londres en el año 2000. Por aquel entonces, Rita y Graham ya eran miembros muy activos de ATD Cuarto Mundo en el Reino Unido. En medio de su lucha cotidiana para sobrevivir a la pobreza, participaban llenos de entusiasmo en los numerosos proyectos que trataban de incidir en las políticas sociales del país, y eran de los que no perdían oportunidad de atraer a otros, personas pobres como ellos que podrían tomar fuerzas del combate colectivo.
- Aún hoy me acuerdo muchas veces de cuánto repetía Graham que todo se trataba de togetherness, un estado o sentimiento que tiene que ver con estar cerca los unos de los otros, con estar juntos.
Muy poco tiempo después, Rita y Graham se mudaron en busca de una vida mejor a Hull, una ciudad al noreste de Inglaterra. En medio de aquel barrio asediado por la pobreza extrema en el que se instalaron, Rita y Graham crearon muchos vínculos, lazos de amistad que eran fuertes en solidaridad, pero también debilitados por las tensiones que provoca la supervivencia y las necesidades de todos.
Un día, Rita y Graham llamaron a Londres para hablarnos de un nuevo proyecto:
- Unir personas y recaudar fondos para levantar en el cementerio de Hull una losa en memoria de todos los pobres que habían sido enterrados en una fosa común, sin losa que marcara su existencia con su nombre.
Aunque decidimos desde el principio acompañarles en el proyecto, no estoy segura de que entonces hubiéramos entendido realmente su profundidad.
Rita y Graham lograron convencer a otros y reunir el dinero necesario para inaugurar, el 17 de octubre de 2002, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una losa en el cementerio que decía: «En homenaje a todas las personas de Kingston upon Hull enterradas en tumbas sin nombre», y después las palabras de Joseph Wresinski:
«Allí donde hay hombres y mujeres condenados a vivir en la miseria, los derechos humanos son violados. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado».
- Unos años después, Rita y Graham, con el apoyo de un miembro de ATD Cuarto Mundo, fabricaron un álbum que contaba la historia de su combate personal y familiar contra la pobreza, manera de dar testimonio y situar la historia de su familia en la historia de la humanidad.
Mirando juntos el álbum, supe de la muerte prematura de uno de sus hijos, una niña que tuvieron que enterrar en una fosa común sin nombre. Nada habíamos sabido de la pequeña Amanda durante el año de unir personas alrededor de la losa del cementerio, pero encontrar en el mismo álbum la fotografía de Amanda y la de la losa del cementerio me permitió comprender la verdadera profundidad de su proyecto: expresión de su valentía y fuerza para resistir, manera de luchar por la justicia, no solo para la pequeña Amanda, sino para otros también.
Tomo conciencia de lo invisible que puede ser a nuestros ojos esta cultura de resistencia a la injusticia y la violencia que practican los más pobres cotidianamente, para sí mismos y para otros; esta cultura que es hilo conductor para sus vidas, manera de seguir en pie y construir togetherness; cultura que yo anhelo para cada uno de nosotros, don del que el mundo no puede prescindir, motor de cambio que puedo elegir yo también poner en marcha.
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