Transformar la sociedad a partir de la contribución de las personas en situación más grave de pobreza | Cassam Uteem
Mensaje del Sr. Cassam Uteem, presidente del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, como introducción al Informe Internacional 2017 – Pobreza Nunca Más.
La extrema pobreza es violencia, provoca humillaciones, encierra en el silencio y destruye vidas. Sin embargo, la miseria no es inevitable. Quienes la sufren no dejan de resistir y el mundo necesita de su inteligencia y valentía para superar los desafíos que afronta. Así como rechazamos la esclavitud y el apartheid, rechazamos la extrema pobreza y el derroche humano que representa. En el mundo entero, personas en situación de exclusión se hacen oír y actúan, otras se suman a ellas para construir juntas un mundo de paz que no deje a nadie atrás.
2017 ha sido, para el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, un año de movilización en torno al Compromiso de Acción, Pobreza Nunca Más, presentado juntamente con el Comité Internacional 17 de Octubre.
En primer lugar, queremos destacar la participación entusiasta de miles de familias en situación de extrema pobreza que han contribuido al éxito de la campaña de movilización en más de 30 países, con el convencimiento de que debían expresar públicamente y que tenían una contribución original e indispensable que aportar para la creación de un mundo más justo y más equitativo, al que todas ellas aspiran.
A lo largo de este año, que sin ninguna duda podría denominar como el año Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, hemos asistido a la publicación de varias obras, la organización de un seminario internacional universitario de alto nivel a partir del pensamiento de Joseph Wresinski que contó con la participación de académicos y personas en situación de pobreza, y la renovación del sitio web Joseph Wresinski. También se han recopilado cientos de historias reales que muestran que la miseria no solo no es inevitable y puede superarse sino que incluso ofrece elementos de referencia para acciones futuras. En el campo de las artes, además de la participación de numerosos artistas y la creación de canciones, cientos de coros retomaron canciones y cantos tradicionales de resistencia contra la miseria.
De este modo, a través de todo el mundo se ha puesto de manifiesto una auténtica cultura de rechazo de la miseria con la participación activa de cientos de miles de personas en esta campaña de movilización, abriendo con ello espacios de compromiso para que todas las personas puedan contribuir a la superación de esta intolerable miseria.
Se trata de la misma cultura que intentamos difundir en el seno de los organismos internacionales para que la agenda 2030 de las Naciones Unidas por un Desarrollo Sostenible pueda lograrse realmente. Es necesario precisar y concretar en permanencia el significado del tema central de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: «no dejar a nadie atrás». Se trata de promover, ante los responsables políticos y otras autoridades, una comprensión de la miseria como una violación de los derechos humanos y, por consiguiente, un enfoque de acciones a emprender que se declinan en términos de acceso a los derechos humanos. Asimismo, se trata de compartir una toma de conciencia sobre la pobreza como una forma de violencia que, al tiempo que reduce al silencio a quienes la viven, nos privan de su contribución que, sin embargo, es crucial para la construcción de sociedades donde las personas puedan al fin vivir en paz.
Pero, sin duda, lo más importante es que mantengamos siempre la orientación y nos dejemos guiar por el grito de lucha de las personas en situación más grave de pobreza. Pienso en esta mujer de Madagascar que nos escribía el pasado 17 de octubre:
- «Vivimos en un vertedero y, la pasada semana, un niño de 13 años murió aplastado por un camión que empujaba la basura. Pero aquí, de eso no habla nadie, nadie se cuestiona, salvo las personas que vivimos en este barrio. ¡Este niño ha muerto a causa de la miseria! Este niño no tendría que estar en el vertedero, tendría que estar en la escuela preparando su futuro y aprovechando la alegría de poder aprender con sus compañeros. ¿Quién nos protegerá, quién protegerá a nuestras hijas e hijos, cuando una vez más nos van a expulsar a causa de la construcción de una carretera?».
Esta mujer nos recuerda el mensaje tan actual de Joseph Wresinski. Nos recuerda que no se trata únicamente de una cuestión de cambio de mirada o de bondad, sino de sacudir las conciencias. En el momento en que los grandes cambios climáticos ponen de manifiesto que nuestro mundo tendrá que hacer frente a transformaciones que ni siguiera todavía imaginamos, ¿sabemos en base a qué exigencias, qué ética y a partir de qué inteligencias tendremos que afrontar los desafíos que nos esperan?
La voluntad de construir un mundo humano, sin más, un mundo que prohíba el sufrimiento y la violencia de la miseria, exige que todos nosotros, responsables políticos, ONG, ciudadanas y ciudadanos de base, nos asociemos junto con las personas y comunidades que viven en situación de extrema pobreza. Sin estas personas, los horrores de los que atestigua esta mujer corren el riesgo de continuar e incluso aumentar. Pero junto a ellas, adquiriremos otros puntos de referencia y una inteligencia que permitirá la creación de un mundo sostenible para todas las personas, como ponen en evidencia los 60 años de historia de ATD Cuarto Mundo y ponen de manifiesto las numerosas acciones que presenta este informe.