«¡El Festival del Saber es el único momento en el que olvido las dificultades!»
De nuevo este año se han realizado numerosos Festivales del Saber que han llenado de colorido y de música los meses de verano, de mayo a septiembre, en todas partes del mundo.
Los barrios de Kreuzberg en Berlín, Hauts Bâtons en Noisy-le-Grand (Francia), Brownsville en Nueva York y Pierrefonds en Reunión (Francia), han animado intensos momentos de fiesta, momentos para compartir y aprender entre personas de edades y culturas muy diferentes.
En Kreuzberg, durante el mes de julio, niñas y niños de Turquía, Líbano, Palestina y Marruecos crearon marionetas ayudándose mutuamente y mostrando cómo hacer a quienes todavía no entendían muy bien el idioma. El objetivo era la creación de un teatro de marionetas sobre el tema de la amistad y de la paz y enviar una marioneta a los amigos de Tapori de República Democrática del Congo con motivo del 50.ª aniversario de Tapori, todo ello tras leerla historia de Irenge durante la Biblioteca de Calle.
- «Las puertas del RER A se abren. Noisy-le-Grand. Festival del Saber y de las Artes. Las mesas extendidas y la comida compartida. Cada cual trae lo que quiere. […] Despacio, la música se instala y se extiende un enorme toldo entre dos árboles. Pequeñas manos van eligiendo, por turnos, un color. Los pinceles acarician la pintura. Los viandantes se paran. Les proponemos que vengan a compartir. A enseñarnos algo. Se inscriben. Cocina. Baile. Reparación de bicicletas. Ahora. Mañana. Después del trabajo. ¡Qué más dará! Hay un lugar para usted. Hay un lugar para todos. Todavía quedan diez días». (La crónica de Simon,episodio 4 «noche pálida»)
En el barrio de la periferia de París de Noisy-le-Grand, el programa de actividades era denso, participativo e interasociativo, entre otras actividades: realización de un gran fresco colectivo, pintura, cocina, fútbol, escultura dibujo, magia, confección de trenzas africanas, danzas.
Como actividad final de este intenso festival contaron con un espectáculo itinerante, «Mamitu ha perdido la cabeza».
En Brownsville, un barrio de Nueva York que todavía no se ha visto afectado por la gentrificación como es el caso de Brooklyn, el festival, centrado en el tema «Movimiento», contribuyó a dar otra imagen del barrio. Mediante la pintura (al estilo Pollock), el baile (danza clásica, baile indio, chino), la construcción de coches que se propulsan gracias a un globo, la animación mediante dibujos stop motion, los participantes pudieron vivir un gran movimiento de actividades.
- «Todas las niñas y niños tienen muchas capacidades, pero no todos tienen las mismas oportunidades. Lo que ustedes aportan al barrio, son oportunidades». (El tío de un niño participante)
Las tensiones y, en ocasiones, la violencia, es considerable entre los diferentes barrios de Brownsville, sin embargo, las madres y los padres del barrio vecino se atreven a traer a sus niños a partir del segundo día tras haber oído hablar del Festival: «El festival contribuye a la paz del barrio».
Los vecinos son los primeros en realizar esfuerzos para mejorar la vida de su barrio y este momento de convivencia fue un momento único para reforzar los lazos y construir un sentimiento de orgullo en el barrio.
Además, el festival proporciona un espacio significativo de compromiso a cerca de 20 animadores. Como expresaba tras la conclusión del festival uno de ellos: «Durante el festival he aprendido que la generosidad se apoya más en cómo das que no en lo que das».
En el hemisferio opuesto, en el barrio de Trois Bassins, el Festival del Saber y de las Artes ha sido una auténtica experiencia de creación manual y artística. A petición de las niñas y niños de la Biblioteca de Calle, los adultos construyeron conjuntamente una cabaña: los niños fueron a buscar palets, las madres y los padres cortaron la madera y después, realizaron un taller de pintura para decorar la cabaña.
Entonces, una niña tuvo la idea de fabricar un buzón de correo que sirviera para la correspondencia de las niñas y niños Tapori: este buzón se instaló en la escuela de esta niña e irá rotando entre las diferentes escuelas de la ciudad para poder recibir todas las cartas de las niñas y niños para otros niños del mundo que leen la Carta Tapori.
El señor R., que vive en la calle y el artesano que fabrica pulseras participaron también en el Festival del Saber poniendo a disposición de todos su creatividad.
¡Para el barrio ha sido la ocasión de abrirse y conocer a nuevas personas con quienes continuar este camino de creación!.