Ni siquiera sé sus nombres
En 2017, ATD Cuarto Mundo hizo una invitación a escribir, ante situaciones de injusticia y extrema pobreza, historias reales de transformación que muestran que cuando nos unimos en una misma lucha podemos lograr que la miseria retroceda.
En nuestro sitio web para favorecer una expresión colectiva intentamos no firmar los artículos, salvo en casos excepcionales. En este caso se trata de personas precisas que intentan poner en valor historias experimentadas en primera persona.
Por Guillaume Charvon (Burkina Faso)
Después de varios meses, junto con Yacouba, voluntariado permanente burkinés, nos reunimos cada miércoles con Dramane, un joven de trece años que vive en las calles de Uagadugú, capital de Burkina Faso. No solo participa a la Biblioteca bajo las Farolas, sino que comienza a implicarse en la relación de amistad que le proponemos. Venía a visitarnos con regularidad al Patio de los Cien Oficios [sede de ATD Cuarto Mundo Burkina Faso], un espacio donde, desde hace más de treinta años, los más aislados, niñas y niños, jóvenes y adultos, pueden aprender, compartir sus conocimientos, cultivar su valor y su esperanza en que la miseria se erradicará. Había llegado el momento de pasar a una nueva etapa con Dramane.
Entonces, le invitamos a participar en una semana de talleres de albañilería en el Patio. Efectivamente, no ganó mucho dinero con ello, pero tuvo la oportunidad de lograr finalizar, conjuntamente con otras personas, un proyecto y una acción de la que se podía sentir orgulloso. Conjuntamente, con todo un grupo de jóvenes, reímos, sudamos, nos apoyamos mutuamente para, por último, conseguir enderezar las paredes de barro de uno de los establecimientos del Patio.
«Soy albañil, como mi padre», nos dirá entonces Dramane. ¡Habíamos logrado establecer una verdadera relación de amistad!
En Burkina Faso, un proverbio afirma que: «No se puede ser amigo de alguien sin conocer también a su familia». Al volver a hablar de lo que habíamos vivido en esta semana de trabajo y por medio de nuestra amistad, expresamos a Dramane nuestro deseo de conocer a su familia para presentarle el trabajo del que se sentía tan orgulloso. Dramane nos comentó su deseo de aprender costura. Poco tiempo después, aceptó integrar un centro de formación donde comenzó un curso de corte y confección. En ese momento, junto con Yacouba, comenzamos a visitar con regularidad a su familia, que vivía en una región distante de Uagadugú.
Cada visita constituyó una oportunidad para aprender a conocerse, para mostrar fotos de Dramane y de su formación y, sobre todo, para pedir consejo sobre Dramane y su futuro. Tras más de un año y varias visitas, el padre de Dramane nos explicó que vivía con su familia a las afueras del pueblo, porque se le consideraba responsable de la huida de Dramane. Se sospechaba que lo había vendido y muchas personas en el pueblo dudaban si todavía Dramane sigue vivo.
Dramane, por su parte, no se encontraba cómodo en el grupo de menores del centro. Se peleó y se fugó para esconder su vergüenza. Le propusimos que nos acompañara a visitar a su familia. Todo sonrisa, aceptó de inmediato.
- Tras muchos años de separación, llegó este intenso momento de emociones contenidas. Dramane conoce así a su hermano y a su hermana pequeños. Junto con Yacouba pensamos que el hecho de visitar a su familia no significaba inmediatamente que pueda encontrar allí su espacio.
Sin embargo, se abría un camino nuevo. Aprovechamos esta corta estancia para caminar por el pueblo, saludar a la autoridad local y a los tíos. ¡Dramane ha vuelto! En el camino de regreso, Dramane nos contó: «Mis tías me llaman por mi nombre y yo ni siquiera sé sus nombres.»
Durante la siguiente estación de lluvias, Dramane regresó al pueblo a ayudar a su familia a cultivar. Durante la estación seca volverá de nuevo a Uagadugú, pero con las primeras lluvias, regresó para apoyar a su familia. Un año, aconsejado por su padre, viajó a Malí para trabajar con un tío suyo en un pequeño negocio. Dramane tenía entonces 17 años. En su pueblo, iniciaba los preparativos para casarse y crear su propia familia.
Para saber más, visite el blog 1001 Historias de Resistencia