Vivienda digna para todas las personas
El Centro de Promoción Familiar ATD Cuarto Mundo de Noisy-le-Grand (en Seine-Saint-Denis, Región Île de France, Francia), acoge por un período de varios años a familias que conocen la separación de sus miembros, los alojamientos provisionales, la vida en albergues o en la calle. Este proyecto de acogida tiene como fin ayudarles a reconstruir su vida a través del acceso a una vivienda y mediante la participación en proyectos culturales y de apoyo a la reinserción laboral. Para facilitar la transición hacia una vivienda en autonomía, ATD Cuarto Mundo reunió a diferentes actores de la vivienda social, en un seminario celebrado en enero de 2016, con el objeto de conocerse mejor y favorecer la colaboración.
El Centro acoge a familias debilitadas por la precariedad acumulada en diferentes ámbitos (vivienda, trabajo, vida familiar, salud, etc.) a las que se ofrece apoyo mediante una “acción social integral”. Las niñas y niños más pequeños, junto con sus madres y padres participan en un “Proyecto Preescolar Comunitario”. A partir de los 6 años, en el “Centro Cultural” que propone diversos talleres y excursiones. Los adultos reciben apoyo en la búsqueda de empleo teniendo como objetivo que en el plazo de entre dos y cuatro años, las familias puedan dejar el centro y encuentren una vivienda fuera de él.
Favorecer el trabajo conjunto de todos los agentes para ofrecer apoyo a las familias que atraviesan situaciones de gran dificultad, hacer posible que recuperen la estabilidad y encuentren una vivienda: es el objetivo que persigue ATD Cuarto Mundo junto con sus colaboradores. Pero para lograr esto, aún hay obstáculos que superar. La escasez de viviendas sociales accesibles para las personas más pobres es uno de ellos. Además, también hay que aprender a comunicar entre diferentes actores, eliminar los malentendidos y, en ocasiones, incluso ciertos resentimientos.
El pasado 29 de enero, ATD Cuarto Mundo organizó en Noisy-le-Grand (Seine-Saint-Denis), una jornada de trabajo bajo el título de “Una vivienda digna para todas las personas”. Entre los invitados había representantes de los poderes públicos y de las empresas de gestión de viviendas sociales, de los equipos de ATD Cuarto Mundo Francia involucrados en la acción de terreno, de las asociaciones y de familias que han vivido la situación de falta de vivienda.
“Hay procedimientos que respetar”
En el marco del diálogo que tuvo lugar, bajo la dinámica del Cruce de Saberes (1), tanto unas personas como otras han señalado las dificultades y las incomprensiones mutuas. El objetivo era instaurar un diálogo con el fin de mejorar el conocimiento mutuo y la colaboración.
Desde el principio, Denis Burckel, director general de Osica, una de las principales empresas de gestión de vivienda social de la Región Île de France, señaló los principales problemas: la existencia de lógicas distintas, incluso opuestas, entre las asociaciones, para las que es urgente realojar a una familia en dificultad, y las empresas, que anteponen las normas. “No podéis decirnos: Dale prioridad a mi familia porque está viviendo una situación desesperada, ¡además, todo esto no es más que burocracia!”, dijo Denis Burckel, “Hay procedimientos que respetar y no los vamos a transgredir.”
El director de Osica defendió que existen varias categorías de viviendas sociales bajo la perspectiva política de la diversidad social —en consecuencia hay familias en situación precaria que se encuentran con propuestas de pisos que resultan demasiado caros para ellas. Acabó recordando que “la verdadera respuesta es acabar con la escasez de viviendas”, y ha destacado los recientes esfuerzos realizados en la Región Île de France, la región más afectada.
“Las personas prioritarias entre las prioritarias”
Florence Limosin, de la DRIHL 93 (Dirección Regional e Interdepartamental de la Vivienda del distrito 93, de la Región Île de France), destacó la preocupación de los poderes públicos respecto a esta problemática, así como la limitación de sus recursos. Seine-Saint-Denis es uno de los departamentos más pobres de Francia y que cuenta con una población más joven. Frente a una demografía galopante, la demanda es grande y el déficit se ahonda porque, con la crisis, los inquilinos tienen miedo a abandonar sus viviendas, por lo que la rotación de viviendas es cada vez menor.
Florence Limosin, responsable de la Dirección de Vivienda Provisional y Acceso a la Vivienda, ofreció unas cifras que resumen el dilema: 9500 hogares son catalogados como “público prioritario” en Seine-Saint-Denis según la Ley Dalo (léase el documento adjunto): porque dejan un albergue, o viven en una vivienda catalogada de insalubre, o tienen que ser realojadas en el marco de la renovación urbana… Frente a esto, la DRIHL puede contar con la “provisión” de la prefectura: algo más de 3000 viviendas puestas a disposición cada año. “Entonces hay que decidir quiénes son las personas prioritarias entre las prioritarias”, se lamentó.
Cuatro mujeres que han atravesado por graves problemas en materia de vivienda se expresaban así: “El hecho de andar vagando desestabiliza a las familias”. “La vivienda se convierte en lo primero aunque tengamos que vivir a pan y agua”. “Nos preocupamos por no fracasar en la educación de nuestras hijas e hijos”… Antes de concluir diciendo: “Hay que ser fuerte, mantenerse en pie, y sobre todo, no desesperar”.
(1) Dinámica de trabajo colectivo que confronta los saberes de las personas en situación de pobreza con los saberes universitarios y profesionales.
Foto © ATDCuartoMundo